Carta a Janaki: La separación en el mundo espiritual es más valiosa que el encuentro



Delhi, 16 septiembre 1967

Mi Querida Janaki,

Por favor acepta mis bendiciones. Estoy muy feliz de recibir tu carta de sept. 5, 67. Estoy muy complacido por tu forma de escribir con sentimientos tan agradables. Especialmente he notado que puedes expresarte muy bien. Sé que tú y tu hermana han heredado un buen corazón de su buena madre. Tu afán por conseguir que vuelva a los Estados Unidos probablemente se cumpla porque también estoy con deseos de volver. Las lágrimas por Krishna son tan buenas como la asociación con Él personalmente. La separación en el mundo espiritual es más valiosa que el encuentro. Tus sentimientos y lágrimas en Conciencia de Krishna te enriquecerán más en el progreso espiritual. Tu esposo Mukunda es un muy, muy buen muchacho y tienes la fortuna de tener un esposo devoto tan bueno. Una relación similar sucede entre tu hermana y Gurudasa. Podrías enojarte si digo que tu hermana es mejor que tú, pero creo que estoy en lo cierto, porque Mukunda me respalda. La rivalidad entre buenos corazones es muy buena, pero estoy igual de complacido tanto con tu hermana como contigo. Por favor transmite mis bendiciones a tu hermana y a tu cuñado. He recibido tu buena escritura a mano y lo has hecho en realidad con plena Conciencia de Krishna. Kirtanananda Swami regresará a los Estados Unidos muy pronto. Estás muy ansiosa para que él vuelva a casa y tu deseo se cumplirá muy pronto. Tal vez sabes que Acyutananda está ahora con nosotros y desde que llegó, Kirtanananda Swami se ha retirado de todo tipo de actividades y Acyutananda me está ayudando. De todos modos él se está yendo y queda detrás un buen representante por lo que no tendré problemas. Lo más probable es que Acyutananda permanecerá en la India para hacerse cargo de la Casa Americana. Me alegraría saber si Upendra vendrá. Upendra y Acyutananda serán una buena combinación, ambos son trabajadores silenciosos sin protesta alguna. Te ruego que transmitas mis bendiciones a todos los muchachos y muchachas.

Traducida por Bhakta Fabián Galván - México