Carta a Nandarini: Donde está mi familia espiritual, es mi casa




Delhi, 8 octubre 1967

Mi Querida Nandarani,

Por favor acepta mis bendiciones. He recibido debidamente tu carta del 2 de octubre y estoy muy satisfecho de tenerla. El servicio tuyo y de tu esposo con respecto a la apertura del centro de L.A. quedará registrado en la historia de nuestro movimiento de conciencia de Krishna. Lo más probable es que estaré en tu país a finales de octubre o principios de noviembre. Estoy pensando en ir por la ruta del Pacífico, como quiera que sea, estaré primero en San Francisco o L.A. Mi mente está siempre contigo. Prácticamente tu país es ahora mi casa. India es un país extranjero para mí. La razón es que mi familia espiritual está allí y mis relaciones materiales se encuentran en India; de hecho en donde exista mi familia espiritual, ahí es mi casa.

Respecto a tu pregunta personal en el asunto de la relación con tu marido. Tu relación con tu marido está bien. Debes ser fiel y dedicada a tu marido, Dayananda. El sistema védico aconseja a las mujeres a convertirse en muy castas y aceptar al esposo como maestro. Tu marido es especialmente bueno porque está avanzando en la conciencia de Krishna. Estoy muy satisfecho de que ustedes dos son muy buena combinación y tu devoción por tu esposo y el amor de tu esposo por ti son considerados grandes logros así que también he aconsejado lo mismo a Krishna Devi para con su marido, Subala.

Me siento muy feliz cuando veo a mis muchachos y muchachas espirituales especialmente aquellos que se han casado en mi presencia personal, que son muy felices en su relación conyugal. Incluso si hay un malentendido entre el esposo y la esposa debe ser completamente olvidado y siempre deben permanecer firmes en el servicio de Krishna como has escrito, es placentero estar en el servicio de Krishna. Cumplir con la Conciencia de Krishna es nuestro principal objetivo y todas las demás relaciones deben ser fieles a este principio. Sigue éste principio.

Tu eterno bienqueriente
A.C. Bhaktivedanta Swami


Traducida por Bhakta Fabián Galván - México