SB. 1.15.49 - En qué pensar en el momento de la muerte

Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Śrīmad-Bhāgavatam 1.15.49
En qué pensar en el momento de la muerte
Los Ángeles, 26 diciembre 1973

Pradyumna: Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. (dirige el canto del verso) (Prabhupāda y los devotos repiten)

viduro 'pi parityajya
prabhāse deham ātmanaḥ
kṛṣṇāveśena tac-cittaḥ
pitṛbhiḥ sva-kṣayaṁ yayau
(SB 1.15.49)
(pausa)

Prabhupāda: Está bien.


Pradyumna: viduraḥ—Vidura (el tío de Mahārāja Yudhiṣṭhira); api—también; parityajya—al abandonar el cuerpo; prabhāse—en Prabhāsa, el lugar de peregrinaje; deham ātmanaḥ—su cuerpo; kṛṣṇa—la Personalidad de Dios; āveśena—estando absorto en ese pensamiento; tat—sus; cittaḥ—pensamientos y acciones; pitṛbhiḥ—junto con los residentes de Pitṛloka; sva-kṣayam—su propia morada; yayau—partió.



Traducción: “Vidura abandonó el cuerpo en Prabhāsa, mientras se hallaba de peregrinaje. Puesto que estaba absorto en pensar en el señor Kṛṣṇa, fue recibido por los habitantes de Pitṛloka, donde regresó a su puesto original”.

Prabhupāda: Vidura era Yamarāja. Un muni le había maldecido a tener que descender y nacer en una familia śūdra. Yamarāja tenía un puesto muy elevado, pero aun así... Yamarāja es el supervisor de la muerte. Hay varios planetas, Pitṛloka, Yamaloka. Y el lugar, la distancia en kilómetros a que está situado cada planeta, se utiliza la palabra sánscrita yojana. Yojana significa unos trece kilómetros. En el Quinto Canto del Bhāgavatam se explica a cuántas yojanas de distancia están separados los planetas unos de otros.

Tenemos entonces Pitṛloka, Yamaloka. Es como la Luna, queremos ir a la Luna, pero hay distintos lokas, distintos planetas, y allí no pueden ir por la fuerza, con sputnik. No. Primero tendrán que cualificarse. Es como cuando yo vine a su país, para que me concediesen el visado permanente he tenido que cualificarme de tantas maneras, con el ministerio de inmigración, no por la fuerza. Hasta en este planeta, no pueden entrar en ningún país si no se les autoriza. ¿Cómo van a entrar entonces en otros planetas? ¿Por la fuerza? No, eso no es posible. Primero tienen que cualificarte.

Así lo explica el Bhagavad-gītā. Yānti deva-vratā devān (BG 9.25). La persona puede ir al planeta de los semidioses, devan. Hay muchos semidioses: Indra, Candra, Varuṇa, Vāyu. Brahmaloka, Prajāpatiloka, Siddhaloka -todos en los sistemas planetarios superiores. Esto es que... Ahora nos hallamos en el sistema planetario intermedio, Bhūrloka. Se llama Bhūrloka. Y por encima de este, se halla Bhuvarloka. Y por encima de éste está Svarloka, Janaloka, Maharloka, Satyaloka etc., ūrdhvaloka. Hay sistemas planetarios superiores..., medios, y sistemas planetarios inferiores.

Ūrdhvaṁ gacchanti sattva-sthāḥ (BG 14.18). Si adquieren la cualidad de la bondad, sattva-guṇa, entonces en función de su nivel de bondad pueden elevarse a los planetas superiores. Ūrdhvaṁ gacchanti sattva-sthā madhye tiṣṭhanti rājasāḥ. Si se hallan bajo la influencia de la pasión, entonces tendrán que quedarse en estos sistemas planetarios intermedios. Jaghanya-guṇa-vṛtti-sthā adho gacchanti tāmasāḥ. Quienes se hallan en una condición de vida de lo más abominable, adho gacchanti, tienen que descender. No sólo descender al sistema planetario inferior, sino incluso al reino animal, entre los animales, los pájaros, los árboles, las plantas, los peces. Tendrán que ir allí.

Al fin y al cabo, tendrán que cambiar de cuerpo. El cambio... Esto explica el Bhagavad-gītā: tathā dehāntara-prāptiḥ. Estamos cambiando de cuerpo, de la infancia a la niñez, de la niñez a la juventud, de la juventud a la madurez... Es algo práctico. No tienen el mismo cuerpo que tenían mientras estaban en el vientre de su madre. Ese cuerpo se ha ido. Ahora cambia cada día; a cada instante cambiamos el cuerpo. El paso de la edad significa que estoy cambiando el cuerpo, y ustedes también están cambiando sus cuerpos. Es muy fácil de entender que estamos cambiando de cuerpo. Pero yo y ustedes, todos nosotros sabemos que: “Yo he tenido aquel cuerpo”. Recuerdan que tenían un cuerpo de niños. Jugaban. Cuando ven a otro niño dicen: “Oh, yo también era un niño como él, yo hacía lo mismo”. Pero, ¿dónde está ese cuerpo? Se ha ido. Ahora tienen otro cuerpo. Es el ejemplo que se da en el Bhagavad-gītā. Y del mismo modo que están cambiando de cuerpo, tathā dehāntara-prāptiḥ, al abandonar este cuerpo, tendrán que recibir otro. Ésta es la lógica, y cualquier persona sensata la puede entender.

Pero somos tan sinvergüenzas que no creemos en la transmigración del alma. En realidad, ahora mismo me doy cuenta de que: “Yo tenía aquel cuerpo, y ahora he transmigrado a este cuerpo”. Cómo lo he hecho, ni yo ni ustedes lo sabemos. Eso se llama acintya. Se percibe. Es como el niño cambia de cuerpo, ustedes han visto al bebé sentado en el regazo de su madre. Y vuelven al cabo de unos años. Ya no pueden reconocer a aquel niño crecido: “Oh”. Y la madre dice: “Este es aquel niñito”. “Oh, cuánto has crecido”. Las cosas suceden de modo imperceptible. Son las leyes sutiles de la naturaleza las que lo llevan a cabo. Es una gran ciencia, pero en ninguna universidad del mundo entero se estudia esta ciencia. Y ellos tienen avance en el conocimiento. Pretenden que son avanzados en conocimiento. Pero, ¿qué conocimiento tienen? No saben quién son y dicen que son avanzados en conocimiento.

Por eso Sanātana Gosvāmī, que era el primer ministro del Nawab Hussein Shah, cuando fue a ver al Señor Caitanya Mahāprabhu, lo primero que le dijo fue kahe grāmya-vyavahāre paṇḍita, tāi satya māni (CC Madhya 20.100): Mi querido señor Caitanya Mahāprabhu, mis vecinos dicen que soy un gran sabio erudito”. Grāmya-vyavahāre. “En la vida corriente ellos dicen que soy un sabio muy culto. Pero mira qué cultura tengo, que no sé quién soy”. Eso es sumisión. Se llama ser sumiso. Todo el mundo está envanecido pensando que: “Yo lo sé. Yo lo sé todo. No me hace falta ir a un guru”.

Pero éste es el método para acudir a un guru, a un maestro espiritual: entregarse, decir: “He aprendido tantas tonterías inútiles. Ahora, por favor, enséñame de verdad”. Eso es sumisión. También Arjuna lo dijo, śiṣyas te ‘haṁ śādhi māṁ prapannam (BG 2.7). Cuando Arjuna y Kṛṣṇa estaban debatiendo, y como la cuestión no se resolvía, entonces Arjuna se sometió a Kṛṣṇa: “Mi querido Kṛṣṇa, ahora estamos hablando como amigos. No más charlas amistosas. Te acepto como mi maestro espiritual. Por favor dime cual es mi deber”. Eso es el Bhagavad-gītā.

Tenemos que aprender. Tad-vijñānārthaṁ sa gurum eva abhigacchet. Este es el mandamiento védico, ¿cuál es el valor de la vida?, ¿cómo cambia?, ¿cómo transmigramos de un cuerpo a otro?, ¿quién soy yo?, ¿soy este cuerpo o soy algo más allá de este cuerpo? Son cosas que hay que preguntar. Eso es vida humana. Athāto brahma-jijñāsā. Son preguntas que se deben hacer. Pero en este Kali-yuga, sin ningún conocimiento, sin preguntar nada, sin ningún guru, sin libro ninguno, todo el mundo es Dios. Así estamos, así son las cosas, el paraíso de los necios. Eso no servirá de nada. Y aquí, acerca de Vidura... también él.

viduro 'pi parityajya
prabhāse deham ātmanaḥ
kṛṣṇāveśena tac-cittaḥ
pitṛbhiḥ sva-kṣayaṁ yayau
(SB 1.15.49)

Yo estaba hablando de Vidura. Vidura era Yamarāja. Habían llevado ante Yamarāja a una persona santa para que la castigase. Y cuando aquella persona santa preguntó a Yamarāja: “Yo... no recuerdo haber cometido en mi vida ningún pecado. ¿Por qué me han traído aquí para ser juzgado? Y Yamarāja le dijo: “Tú no lo recuerdas. Cuando eras niño atravesaste a una hormiga con una aguja, y murió. Por eso mereces un castigo”. ¿Lo ven? En la infancia, en la ignorancia, por haber cometido un pecado tuvo que ser castigado. Y nosotros, voluntariamente y en contra del principio de la religión que dice: “No matarás”, hemos abierto tantos miles de mataderos, y presentamos una insensata teoría de que los animales no tienen alma. Solo miren qué diversión. Y así son las cosas. Y después queremos vivir en paz. Por eso, su Senado estadounidense ha establecido un decreto de que el 30 de abril de 1974 será un día de oración general.

(al lado) ¿Quién lo puede explicar? Explícalo. ¿En qué consiste?

Karandhara: Bueno, un senador ha hecho una resolución para que el 30 de abril sea un día nacional de la oración porque ha decaído la moral del estado de la nación.

Prabhupāda: Ah, parece que has visto esto. Es bueno que por lo menos los administradores del estado, estén recobrando el buen sentido, pero el sentimiento nada más no servirá de nada. Es necesaria la seriedad. Las actividades pecaminosas que nosotros hemos explicado, nada de vida sexual ilícita, nada de comer carne, nada de drogas ni alcohol, nada de juegos de azar. Pero pienso que el estado no va a estar de acuerdo con esto. ¿De qué servirá entonces la oración? No. Dios no es tan tonto que continúen haciendo toda clase de insensateces, y simplemente porque oran un poco, se liberan del castigo. No. No es posible. Por eso estoy hablando de Vidura.

Entonces aquella persona santa aceptó el castigo de Yamarāja, pero a su vez le maldijo diciéndole: “Por haber cometido un pecado en mi inocencia, tú ahora me castigas de esta forma, pero yo a mi vez te castigo para que en tu próxima vida tengas que nacer como śūdra. Porque no tienes la inteligencia de un brāhmaṇa o un kṣatriya”. Y Vidura nació śūdra. Śūdra significa que fue engendrado por un rey pero que su madre era una sirvienta, era śūdra. Ese era el sistema, de que cuando un rey se casaba, el padre de la princesa también le daba muchas muchachas para que fuesen con la princesa, como sirvientas. Y a veces también esas sirvientas tenían hijos. Se les conocía con el nombre de dāsī-putra. Esos hijos no podían reclamar el trono, pero se les mantenía, eran dāsī-putra.

Y la historia de Vidura es así. Era un dāsī-putra, un hermano, un hermanastro, no es exactamente un hermanastro, era hermano de Mahārāja Dhṛtarāṣṭra. Pero era una persona muy santa, porque en su vida anterior había sido Yamarāja. De modo que no era una persona común. Y cultivó una conciencia espiritual. Y ahora, tras abandonar el cuerpo, regresó de nuevo, pitṛbhiḥ svakṣayaṁ yayau. Regresó de nuevo a su puesto original. Temporalmente recibió una vida de śūdra, pero de nuevo regresó gracias a sus actividades piadosas. Hay muchas historias semejantes en los Purāṇas. A veces Indra, el rey del cielo, también fue maldecido por Bṛhaspati, y tuvo que nacer como un cerdo en este planeta.

Ha ocurrido muchas veces que por una maldición, o por accidente. Incluso por accidente, a veces tienen que recibir un cuerpo que no desean. Esto le ocurrió por ejemplo a Bharata Mahārāja, era el rey de este planeta, y a los veinticuatro años, era muy joven su esposa también era muy joven, tenía hijos muy pequeños, era rey de todo el planeta, y lo dejó todo. Se retiró al bosque para cultivar el avance espiritual. Pero un día vio a una cierva que bebía agua frente a él. Y en ese preciso instante se escuchó el rugido de un león. La cierva estaba embarazada. Entonces dio a luz a un cervatillo y se fue corriendo. Bharata Mahārāja vio entonces a aquel cervatillo que se moría. Entonces lo recogió y lo cuidó..., y el cervatillo comenzó a crecer. Y Bharata Mahārāja sentía un cierto cariño, como podemos sentirlo por los cachorros, por los perros, etc. Un día, el cervatillo no regresó al atardecer, y fue a buscarlo a la montaña, tuvo un accidente, se cayó y en su siguiente vida nació como ciervo. Sí.

Esta es la ciencia. Yaṁ yaṁ vāpi smaran bhāvaṁ tyajanty ante kalevaram (BG 8.6). En el Bhagavad-gītā encontrarán este verso: “Lo que estés pensando en el momento de la muerte, eso te llevará a un cuerpo en consonancia”. Ése es el ejemplo. Como Bharata Mahārāja, una persona tan elevada, y tuvo que nacer como ciervo. Pero debido a su gran avance espiritual, aunque nació como ciervo, vivía con las personas santas. Allí donde se reunían las personas santas, él también iba. Comía las flores y las hojas que las personas santas dejan tras la adoración. De ese modo tuvo que esperar una vida, en la siguiente vida nació como un hijo de un buen brāhmaṇa. Y debido a que recordaba aquel nacimiento tan distinto, se volvió muy serio y silencioso. No hablaba con nadie. Contaminarse es algo muy peligroso. Le llamaban Jaḍa Bharata. Encontrarán la historia en el Śrīmad-Bhāgavatam.

Tienen que tratar de entender que la muerte los está esperando. Tienen que morir. Tal vez los traten de convencer: “Yo soy muy independiente. No me importa ni Dios, ni nadie”, pero Dios no les va a perdonar. Tendrán que morir. Y verán a Dios en la forma de la muerte. Hiraṇyakaśipu lo vio así. Prahlāda le dijo: “Mi querido padre, ¿por qué no aceptas a Dios?”. -”¿Quién es Dios? No me importa tu Dios. Niño sinvergüenza que estás cantando Hare Kṛṣṇa”. El ateo puede decir así: “Dios no existe”, pero en el momento de la muerte verá a Dios. Eso es obligatorio. No hay disculpa. Y en el momento de la muerte, la mentalidad que hayan creado mediante la práctica, sadā tad-bhāva-bhāvitāḥ (BG 8.6), es lo que van a actuar. Y este movimiento Hare Kṛṣṇa, este movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, está simplemente educando a la gente para que en el momento de la muerte puedan recordar a Kṛṣṇa. Nada más. Es muy simple... Si la persona es lo bastante afortunada como para hacerlo, en el momento de la muerte inmediatamente se elevarán a Kṛṣṇaloka. Inmediatamente, en un segundo. Así lo explica el Bhagavad-gītā, tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti kaunteya (BG 4.9).

¿Por qué entonces vamos a perder nuestro tiempo pensando en tantas tonterías? ¿Por qué no pensar en Kṛṣṇa, en lo hermoso que es aquí, al lado de Rādhārāṇī? Si venimos aquí y nos llevamos esta impresión, y simplemente pensamos en Él, nuestra vida es perfecta. Eso es conciencia de Kṛṣṇa. ¿Cuál es la dificultad y qué pueden perder? Si obtienen este gran beneficio simplemente por pensar en Kṛṣṇa, ¿por qué van a perder esta oportunidad, la forma humana de vida? No es posible educar a un gato, o a un perro. Si le enseño a un perro: “Mi querido perro, por favor piensa en Kṛṣṇa”, es un animal, no será posible. Pero el ser humano, aunque ahora mismo sea como un perro, puede ser educado para que llegue a ser un ser humano y pensar en Kṛṣṇa. Eso es posible. Debemos aprovechar la oportunidad. Bahūnāṁ janmanām ante. Esta vida se obtiene después de muchísimas vidas. No lo sabemos. Lo hemos olvidado. Ésta es la oportunidad. Y aquí tenemos la prueba, los śāstras, kṛṣṇāveśena tac-cittaḥ.

¿Cómo regresó a su morada Yamarāja, Vidura? Kṛṣṇāveśeba tac-cittaḥ. Estaba completamente absorto en pensar en Kṛṣṇa. No sólo Kṛṣṇa, pueden ir a Kṛṣṇaloka o a cualquier loka que deseen. También los yogīs pueden hacerlo mediante la práctica del yoga. Pero en la era actual no es posible. La supuesta práctica de yoga de la que se hace propaganda es simplemente un engaño. La verdadera práctica del yoga significa que se alcanza una perfección tan alta que no se muere de muerte natural. El yogī muere cuando quiere. No se verá forzado a morir. Cuando piense: “Ahora estoy perfectamente preparado. Voy a abandonar este planeta. Iré a tal planeta, a tal loka”, entonces inmediatamente lo hace. Ésa es la práctica del yoga. Pero esa práctica ya no es posible. Por eso en la India todavía encontrarán tantos yogīs. Vienen de lugares muy lejanos a la kumbha-melā, que se celebrará en el mes de febrero. Y los verán, parecen jóvenes, pero algunos tienen trescientos, cuatrocientos años de edad. Y están todavía ahí. ¿Cómo se están preparando? Piensan, los yogīs piensan que: “Todavía no estoy preparado. Puede haber algún error. Todavía no estoy preparado para entrar en determinado planeta”. Es una concesión que se hace mediante la práctica del yoga. Es como cuando se presentan a un examen. Mientras no estén perfectamente preparados, no están seguro de que: “Voy a aprobar”, no se presentan al examen. Del mismo modo, los yogīs, mientras no piensen: “Estoy perfectamente preparado para entrar en tal planeta”, no abandonan el cuerpo.

Pero es una práctica que puede dar buen resultado a una o dos personas. Por lo general, no da buen resultado. Pero esta conciencia de Kṛṣṇa, el sistema de bhakti-yoga, es tan sencillo y perfecta que por el simple hecho de pensar en Kṛṣṇa, y si alcanzan la perfección de pensar en Kṛṣṇa en el momento de la muerte, inmediatamente se elevarán a Kṛṣṇaloka. O a cualquier loka que deseen. No sólo a Kṛṣṇaloka, a cualquier loka. Si desean ir a un planeta celestial, al planeta de Brahmā, a Satyaloka, a Maharloka, a Janaloka... Hay miles y millones de planetas. E incluso si desean ir más allá del mundo material, al planeta Vaikuṇṭha, al planeta de Kṛṣṇa, al planeta Goloka, también pueden ir allí. Esa es la ciencia. Eso se afirma en el Bhagavad-gītā, yānti deva-vratā pitṛn yānti pitṛ-vratāḥ (BG 9.25).

La gente... Por ejemplo, están muy ansiosos por ir a la Luna. Pero, ¿qué es esa tontería de planeta lunar? No es más que un planeta material. Si realmente pueden ir hasta la Luna, allí podrán vivir durante diez mil años. Así lo explican los śāstras. Pero pasados esos diez mil años, tendrán que morir. Y a cualquier planeta que vayan en el mundo material, les seguirán los cuatro problemas materiales, es decir el nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades. Pueden vivir en un planeta… así como se nos permite vivir en este planeta durante cien años, no más que eso. O a la hormiga se le permite vivir durante seis horas. O a la mosca por un momento. Hay diferentes variedades de… o Brahmā puede vivir millones de años. Así que, de acuerdo con los diferentes tipos de cuerpos, se nos permite vivir durante cierta duración de vida. Pero nadie puede ser inmortal aquí. Eso no es posible. Eso es posible cuando se transfieren al mundo espiritual, Vaikuṇṭhaloka. Yad gatvā na nivartante tad dhāma paramaṁ mama (BG 15.6). Eso es posible. Así que este movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está enseñando, educando a las personas de tal manera que no solo vean el mundo espiritual, sino que vayan al planeta más elevado del mundo espiritual, Goloka Vṛndāvana, donde está Kṛṣṇa. Donde está Kṛṣṇa.

Así que viduro 'pi parityajya prabhāse deham ātmanaḥ. Deha, parityajya deham. Entonces renunciamos a este cuerpo. No estoy perdido, soy transferido a otro cuerpo. Al igual que renuncio a un tipo de vestido, tomo otro tipo vestido. Vāsāṁsi jīrṇāni yathā vihāya (BG 2.22). Todo esto se indica en el Bhagavad-gītā. Así como cambiamos nuestro vestido, de manera similar, cambiamos nuestro cuerpo. Y de esta manera, la transmigración continúa. Así que esta vida humana debería estar involucrada en tal conocimiento y cultivar el conocimiento que después de dejar este cuerpo, no vamos a aceptar otro cuerpo material, sino que seamos transferidos directamente al mundo espiritual, y situarnos en uno de los planetas espirituales, como yo lo desee. También hay muchos millones de planetas espirituales. Hasta ahora estamos preocupados, estamos concentrando nuestra mente para ser transferidos al mundo espiritual, en el planeta más elevado, más alto allí, Kṛṣṇaloka, Goloka.

cintāmaṇi-prakara-sadmasu kalpa-vṛkṣa-
lakṣāvṛteṣu surabhīr abhipālayantam
lakṣmī-sahasra-śata-sambhrama-sevyamānaṁ
govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi
(BS 5.29)

Esta es la descripción del planeta Goloka Vṛndāvana en el Brahma-saṁhitā. La primer descripción es: “Ese planeta está hecho de gemas cintāmaṇi”. Gemas cintāmaṇi significa... si por casualidad obtienen la gema cintāmaṇi, pueden convertir hierro en oro. Esa es la gema cintāmaṇi. Así pues, esas cosas están ahí. Uno puede o no creer, pero lo aceptamos porque creemos en el śāstra. No tenemos ningún inconveniente.

Así que ahí está el planeta Goloka Vṛndāvana, Kṛṣṇaloka, y Vaikuṇṭhaloka. Hay... como hay diferentes grados de lokas, planetas... aquí también, en este mundo material, hay un planeta llamado Siddhaloka. Siddhaloka significa que los habitantes se perfeccionan automáticamente en toda práctica de yoga. La práctica de yoga significa… si se vuelven perfectos en la práctica de yoga, pueden volar en el aire sin ningún instrumento. Aṇimā laghimā prāpti īśitā vaśitā. Hay ocho clases de siddhis. Están sentados aquí. Si quieren tal y tal cosa de Londres, pueden conseguirlo inmediatamente. Esto es llamado siddhi, prāpti. Pueden convertirse en lo más pequeño de lo más pequeño. Pueden ser empacados en una caja —lo hemos visto— y luego salir. En el circo Bose, Calcuta, en nuestra infancia, vimos esta práctica de yoga. Un hombre estaba atado de manos y piernas, metido en una bolsa. La bolsa fue sellada y puesta nuevamente en una caja. La caja estaba cerrada y atada. Y el hombre salió de nuevo. Lo hemos visto. Así que la práctica de yoga es tal... si. Prāpti siddhi aṇimā, lagh... pueden convertirse en lo más pequeño... había una persona santa en Benarés, Trailanga Baba. Solía sentarse desnudo en la vía pública. Así que el gobierno objetó que: “No puedes sentarte desnudo aquí”. Él no habló. Así que entonces fue arrestado y puesto bajo custodia y llevado a una cárcel. Él salió nuevamente. Así que esta es la oración yóguica, quiero decir, la perfección. Lo que quieran… el yogī puede incluso crear un planeta. Se vuelven tan poderosos. Pero aun así, todo eso es poder material. Eso no es poder espiritual. El verdadero poder espiritual es que renuncien a este cuerpo, renuncien a este mundo material, vayan al mundo espiritual, regresen a casa, regresen a Dios. Esa es su perfección, y eso es muy fácil de obtener por la posición de la conciencia de Kṛṣṇa.

Muchas gracias. (fin).

Devotos: Jaya. Todas las glorias a Śrīla Prabhupā… (cortado) (fin)

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