Calcutta, 14 octubre
1967
Mi querido
Brahmananda,
Por favor acepta mis bendiciones. Muchas
gracias por enviarme 2 copias de BTG, papelería y sobres. He recibido una carta
de Damodara (de fecha 9 de octubre) en la que escribe para decir:
“Kirtanananda Swami ha regresado a los Estados
Unidos y está causando un gran revuelo entre los devotos. Siguiendo sus
sugerencias, hemos dejado de usar túnicas y hemos cortado nuestros mechones.
Dijo que estas dependencias son demasiado extrañas para los de fuera y sólo
hacen más difícil para ellos el considerar cantar Hare Krishna. Kirtanananda
Swami ha dicho que debemos evitar que parezcamos ser orientalistas si queremos
tener 108 centros en los Estados Unidos.
Esto es muy perturbador para mí y me ha
causado mucho dolor. Por favor, por lo tanto, evita que Kirtanananda haga sus
invenciones mentales. No te dejes engañar por él. Nunca le he aconsejado que
actúe de esa manera. Si está causando tales disturbios, no se le debe permitir
participar en tales actividades sin sentido. Ya le he escrito para informarle
que de alguna manera u otra se ha vuelto loco, de lo contrario, no me habría
desobedecido para ir directamente a NY. Por el momento, ha cortado todo vínculo
conmigo, por lo tanto cualquier instrucción dada por él no está autorizada y
debe ser rechazada de inmediato. No tiene derecho a dictar como lo ha hecho sin
mi aprobación. Lo que hay que hacer se ejecutará cuando regrese. Está demasiado
engreído sin sentido, por lo tanto, debes copiar esta carta y mandarla a todos
los centros, que Kirtanananda no tiene derecho a imponer nada a la sociedad de
esta manera. Lamento mucho que esté explotando su posición actual como
sannyasi. No tengo ninguna objeción si los miembros de la Sociedad se visten
como buenos caballeros estadounidenses, pero en todas las circunstancias, un
devoto no puede evitar el tilak, el mechón en la cabeza y las cuentas en el
cuello. Estas son las características esenciales de un Vaisnava. Espero que
estés bien.
Tu eterno bienqueriente,
A.C. Bhaktivedanta,
Swami
Traducción: Bhakta Fabián Galván - México