Cc. Madhya 20.118-119 - Inconcebible pero creíble

Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Śrī Caitanya-caritāmṛta, Madhya 20.118-119
El refugio supremo es Kṛṣṇa
Nueva York, 23 noviembre 1966

Prabhupāda:

...uṭhāya, kabhu narake ḍubāya
daṇḍya-jane rājā yena nadīte cubāya
(CC Madhya 20.118)

El Señor Caitanya está explicando la posición de las almas condicionadas. Ellos están completamente bajo los grilletes de esta naturaleza material. Y así como una persona está sentada en el automóvil y el conductor lo conduce —si el conductor no está bajo control, lo conduce a cualquier parte, a cualquier infierno— similarmente, estamos sentados en este automóvil, este cuerpo material, suministrado por la naturaleza material, y ella está conduciendo a cualquier lugar, a veces hacia arriba, a veces hacia abajo. De esta manera, estamos sufriendo vida tras vida, nacimiento tras nacimiento. Esta es nuestra condición. No somos independientes, estamos completamente bajo las estrictas leyes de la naturaleza material.

Daṇḍya-jane rājā yena nadīte cubāya. El ejemplo es muy bueno: a un criminal se le sumerge en el agua, y luego se le saca por un momento para que respire. Se estaba asfixiando. No era para morir, pero se le debe dar sufrimiento de esa manera. La naturaleza material nos está haciendo sufrir, miserias como esa. Bhayaṁ dvitīya.

 (bhayaṁ) dvitīyābhiniveśataḥ syād
īśād apetasya viparyayo ‘smṛtiḥ
tan-māyayāto budha ābhajet taṁ
bhaktyaikayeśaṁ guru-devatātmā
(CC Madhya 20.119)

Por lo tanto, el Bhāgavata, el Śrīmad-Bhāgavata, está dando dirección, bhayaṁ dvitīyābhiniveśataḥ syāt. Cuando olvidamos la conciencia de Kṛṣṇa, cuando pensamos:  “No hay Dios. Esta materia lo es todo. Esta manifestación material que vemos, eso es todo de todo, y no hay Señor, no hay un controlador supremo”, cuando pensamos así, ese es el principio de nuestra ansiedad. Bhayam, el temor. Todos estamos temerosos porque, así como tenemos estas necesidades corporales, queremos comer algo, queremos dormir, así mismo, tenemos miedo y tenemos deseos de apareamiento. Estos cuatro principios constituyen la vida animal. Siempre tenemos miedo. ¿Y por qué tenemos miedo? Porque hemos aceptado que no hay Dios. No hay Dios, por eso tenemos miedo. Al igual que un niño abandonado, cuando piensa que: “He perdido a mi padre y a mi madre”. Puede que lo hayan experimentado. Un niño perdido, llora. Él mismo piensa: “Estoy desamparado. ¿Dónde está mi madre? ¿Dónde está mi padre?”. Así mismo, cuando estamos desamparados, tenemos temor. Y aquellos que son conscientes de Kṛṣṇa, no están desamparados. Ellos saben: “Por encima de mí, está Kṛṣṇa”. Y śaraṇāgati, entrega, significa tener una firme convicción de que: “Kṛṣṇa me protegerá. Estoy ocupado en el servicio de Kṛṣṇa, por lo que Kṛṣṇa me dará protección”. Si trabajo al servicio de un hombre común, él me protegerá. ¿No creen que, si trabajan para Kṛṣṇa, Él no les dará protección? Debido a que no tenemos fe, por eso, estamos buscando protección en otra parte. Kṛṣṇa es capaz. Él dice: ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo mokṣayiṣyāmi: (BG 18.66): “Te protegeré de todas las reacciones pecaminosas”.

Pero no tenemos fe. Estamos pensando: “Oh, está escrito en el Bhagavad-gītā. Eso está bien, pero debo tener mi protección de una manera diferente “. Entonces dvitīyābhiniveśataḥ. Como piensa que hay algo superior a Kṛṣṇa, por lo tanto, tiene miedo. ¿Por qué un alma condicionada tiene temor?, eso se explica en el Bhāgavata. Bhayam dvitīyābhiniveśataḥ syāt. Cuando nos refugiamos en esta māyā, la ilusión, entonces tenemos temor. Y cuando comprendemos que: “La ilusión, esta energía, está bajo el control de Kṛṣṇa, porque la ilusión, esta energía material, es también una energía de Kṛṣṇa, la energía inferior. Así que incluso si yo estoy dentro de esta energía material, cuando me olvido de Kṛṣṇa, esta energía material me causa temor, y cuando estoy completamente consciente de Kṛṣṇa, no hay cuestión de temor debido a la naturaleza material”. Por lo tanto, tan-māyayā ābhajet tam. Jetbhajet tam. Y, por lo tanto, es nuestro deber recuperar nuestra conciencia perdida, la conciencia de Kṛṣṇa. Ese es el deber de esta forma de vida humana. Ābhajet tam bhaktyaika īśam. Simplemente por devoción... Si quieren adorar al Señor Supremo, entonces deben adorarlo simplemente por el servicio. No hay otro proceso. No pueden adorar a Kṛṣṇa mediante el control de la respiración o con la especulación mental o mediante algunas actividades piadosas o mediante organizaciones benéficas. Simplemente deben adorarlo mediante su amor devocional. Esa es la única manera. Bhaktyai, bhaktyaika, solo uno, bhakti. No hay otros medios. No hay otro medio para entender a Dios sin este servicio devocional. Pueden estar seguros. Las criaturas necias aceptan esto, aceptan aquello, ellos no entienden. Llegan al vacío impersonal, a todas esas conclusiones tontas y... Debido a que no se refugian en esta devoción, por eso, no pueden llegar a ninguna conclusión. No es posible. Por lo tanto, más o menos, se vuelven ateos o después buscan el vacío o el impersonalismo, y tantas cosas que ellos crean.

Pero debido a que Kṛṣṇa, el Señor Supremo, no puede ser entendido por ningún otro proceso... Es simplemente una pérdida de tiempo. Si quieren conocer a Kṛṣṇa, si quieren conocer a Dios, entonces deben tomar este proceso. Eso es un... Bhaktyaikayeśam, ābhajet tam bhaktyaikayeśaṁ guru-devatātmā: “Él es el Señor Supremo, Él es la Superalma y Él es el maestro espiritual supremo”. De este modo. Él es el maestro espiritual supremo dentro de ustedes. Tan pronto como acepten el servicio devocional, Él les dará instrucciones: “Haz esto”. Qué instrucciones, ¿para ir al infierno? No. Buddhi-yogaṁ dadāmi tam. En el Bhagavad-gītā dice: “Te daré inteligencia”. ¿Por qué? ¿Para qué? Yena mām upayānti te: “Mediante la cual podrás volver a Mí”. Eso es buddhi-yogam. Él les ayudará. Si piensan algo... Si Él toma en serio sus casos, si se rinden por completo, les dirigirá de tal manera que no puedan ir a otro lado excepto a Él, incluso a veces pueden encontrar que: “Él está haciendo algo en contra de mi deseo”. Tengo mi experiencia personal. Nunca lo intenté, nunca pensé que me convertiría en un sannyāsī, e hice todo lo posible para mantenerme en este mundo material, y Él varias veces me ha frustrado y me ha traído por la fuerza (a) esta vida. Y ahora estoy feliz. Puedo entender cuánto Kṛṣṇa me ha favorecido. Sí. Al principio no lo comprendía.

Entonces, a veces, si Kṛṣṇa les cuida especialmente, lo hará de tal manera que no tendrán otra opción que volver. Él se hará cargo, se hará cargo. Si queremos sinceramente a Kṛṣṇa, si Él ve que: “Aquí hay una persona, él me quiere, pero es un tonto, él me quiere; al mismo tiempo, quiere disfrutar de este mundo material”. Así que aplasta esto, aplasta aquello, sus propensiones materiales, y deja que se vuelva simplemente un devoto. Sí. A veces vemos eso. En el Śrīmad-Bhāgavata hay una pregunta a Śukadeva Gosvāmī, de Mahārāja Parīkṣit. Mahārāja Parīkṣit... Porque entendía que su abuelo tenía muchas dificultades, aunque Kṛṣṇa era su amigo, amigo personal. Todos estaban sorprendidos: “¿Cómo es eso? Estos cinco hermanos, los hermanos mayores... Mahārāja Yudhiṣṭhira. Era el hombre más piadoso. Arjuna era el guerrero más grande, y Draupadī, su esposa, era directamente la diosa de la fortuna. Y muy agradable ... Y, sobre todo, Kṛṣṇa es su amigo personal, y, aun así, se vieron en tantas dificultades. Perdieron su reino, perdieron a su esposa, y fueron puestos en tantos... Durante trece años tuvieron que sufrir tantos problemas”. Esto era sorprendente. Incluso Bhīṣma, lloró: “No puedo entender por qué estos cinco hermanos se enfrentan a tantas dificultades a pesar de todas sus cualidades”.

Así que, su nieto, Mahārāja Parīkṣit, cuando estaba hablando con Śukadeva Gosvāmī, tenía algunas dudas sobre la devoción a Kṛṣṇa. No dudas. Solo para enseñarnos, preguntó: “Él Señor Kṛṣṇa, Él es Viṣṇu. Él es el, quiero decir, amo de la diosa de la fortuna. ¿Por qué las personas que se vuelven conscientes de Kṛṣṇa o devotos de Viṣṇu, siguen siendo más pobres, y mientras que otros que adoran a Śiva y otros semidioses, se vuelven muy ricos? ¿Cuál es la razón? Él es el propietario de todo. Pero quien lo quiere, se vuelve más pobre. Mientras que el Señor Śiva, ni siquiera tiene una casa propia, es muy pobre, y quien lo adora, se vuelve más rico”. Conocen la historia del Señor Śiva. Ni siquiera tiene una casa, vive debajo de un árbol, o en alguna montaña. Pero aquel que adora a Śiva, oh, obtiene mucha opulencia material. Por eso para cualquiera se ha vuelto muy fácil... Y pueden fumar gañja. Todo esto cautiva a una persona para convertirse en un devoto de Śiva. Nuestro Ginsberg es un devoto de Śiva. Quizás lo sepan. Quien quiera esta prosperidad material, naturalmente se vuelve un devoto de Śiva. Esto es contradictorio. Śiva ni siquiera tiene casa, ni siquiera un lugar para vivir, una residencia. Es un mendigo. Y al adorarlo, uno se vuelve más rico. Y Kṛṣṇa, Kṛṣṇa es... Sahasra-śata-sambhrama-sevyamānam: “Siempre miles de diosas de la fortuna lo están sirviendo”. Él es tan opulento. Y entonces, los kṛṣṇa-bhaktas, devotos de Kṛṣṇa, parecen ser los más pobres. ¿Por qué?” Surgió esta pregunta... Todo lo contrario.

Śukadeva Gosvāmī respondió: “Tu abuelo le hizo una pregunta similar a Kṛṣṇa. Así, en vez de responderte, te repetiré esa misma respuesta que Kṛṣṇa le dio a tu abuelo”. ¿Cuál es esa? “Tu abuelo Mahārāja Yudhiṣṭhira le hizo una pregunta similar a Kṛṣṇa, y Kṛṣṇa respondió así”. Yasyāham anugṛhṇāmi hariṣye tad-dhanaṁ śanaiḥ [SB 10.88.8]: “Si le hago un favor especial a alguien, entonces mi primer deber es acabar con todas sus posesiones materiales”. ¿Lo ven? ¿Por qué? “Para hacer que se entregue más a Mí”. Cuando se siente desamparado, no tiene otro remedio que: “Kṛṣṇa, por favor acéptame”. Cuando tiene algo, piensa: “Oh, mis posesiones materiales me protegerán”. Por lo tanto, no se entrega. Ahora bien, Kṛṣṇa ve: “Este hombre, esta entidad viviente, es muy devoto, pero quiere algo, esas tonterías, lo aplastaré para que cuando se sienta desamparado, venga a Mí. No más. Entonces le daré plena protección”. Así que hay una política de Kṛṣṇa. A veces nos pone a prueba, para ver si somos devotos sinceros de Kṛṣṇa. Debido a que siempre buscamos la complacencia de los sentidos, si Kṛṣṇa no satisface nuestros pedidos, entonces uno rechaza a Kṛṣṇa. Queremos que Dios, o Kṛṣṇa, sea nuestro proveedor de pedidos. Queremos ordenarle a Kṛṣṇa: “Dame esto. Dame aquello. Si no puedes dármelo, entonces ¿qué eres, Kṛṣṇa? No te quiero a ti”. Kṛṣṇa no acepta este tipo de bhakti, o servicio devocional.

Tal como el Sr. Sulye(?), nuestro hermano espiritual alemán, me dijo personalmente que, durante la segunda guerra mundial, muchas mujeres alemanas, algunas rezaban en la iglesia para recuperar a sus esposos, hijos o hermanos, porque todos fueron a la guerra y nadie regresó. Y se volvieron ateas: “Oh, no existe Dios. Oramos mucho a Dios para recuperar a mi esposo, para recuperar a mis hermanos, pero están muertos”. Pero el hermano no regresó y el esposo no regresó. Así que el resultado fue... Así que, si oramos, vamos a Kṛṣṇa con ese propósito, para que Él sea el proveedor de nuestros pedidos, entonces no hay cuestión de kṛṣṇa-bhakti. Debemos rendirnos por completo, rendirnos por completo: “Déjalo actuar a Él”. Āśliṣya vā. Eso es enseñado por Śrī Caitanya: Āśliṣya vā pāda-ratāṁ pinaṣṭu mām marma-hatāṁ karotu vā adarśanāt (CC Antya 20.47). Āśliṣya vā pāda-ratā: “Aunque me abraces o me pisotees con Tus pies, me olvides, y me partas el corazón al no estar presente ante mí toda la vida…”. Āśliṣya vā pāda-ratāṁ pinaṣṭu mām marma-hatāṁ karotu vā. Marma-hatām significa “Si me partes el corazón... Te quiero mucho. Te quiero, pero nunca Te preocupas por mí. Está bien, pero, aun así, eres mi persona adorable, incondicionalmente. No quiero que me devuelvas nada. Aun así, eres mi Deidad adorable (?)”. Esto es devoción pura. Kṛṣṇa cuida todo. No piensen… Porque Él dice personalmente: ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo mokṣayiṣyāmi (BG 18.66). ¿Por qué deberían estar tan ansiosos? Pero quien está enamorado de Kṛṣṇa, quiere verlo, quiere amarlo. Pero incluso, si Él no se presenta ante el amante, el amante dice: “Oh, aun así, eres mi objeto adorable, adorable…”. Esto es puro. Así que tan pronto como lleguemos a esta etapa, eso es perfección. Eso es perfección. No esperen nada de vuelta.

Así que estos Gosvāmīs, Sanātana Gosvāmī... Hay una bonita historia sobre Sanātana Gosvāmī, de quien ahora estamos estudiando. Sanātana Gosvāmī y Rūpa Gosvāmī, los dos hermanos, fueron a Vṛndāvana para dedicarse al servicio devocional. Así que toda su ocupación era... Rūpa Gosvāmī, especialmente, él siempre se dedicaba a escribir libros. Y cuando tenía hambre, iba con algún jefe de familia: “Dame un pedazo de pan”. Y todos en Vṛndāvana los aceptaban... Ellos eran líderes.  Incluso para solucionar sus disputas domésticas, solían ir: “Swamijī, esto es lo que ocurre. Por favor, soluciónalo”. Cualquier decisión que tomaba era aceptada por los aldeanos. Su juez era Swamijī, Rūpa Gosvāmī. Era tan querido. Entonces, un día, Rūpa Gosvāmī estaba pensando: “Si pudiera conseguir algunos comestibles, para cocinar, podría invitar a Sanātana Gosvāmī a tomar un poco de prasādam”. Pensó así. Y, después de, digamos, una hora, una joven vino con suficiente cantidad de arroz, harina, mantequilla y verduras, tantas cosas: “Bābājī”. En la India, especialmente en los barrios de Vṛndāvana, llaman a todos estos swamis trascendentalistas “Bābājī”. “Bābājī, por favor acepta estos comestibles. Hay una ceremonia en nuestra casa. Entonces mi madre te ha enviado todas estas cosas”. “Oh muy bien”. Él estaba pensando:  “Si pudiera conseguir algo, podría preparar algo e invitar a Sanātana Gosvāmī”. Las cosas estaban allí. Entonces Rūpa Gosvāmī preguntó: “¿Dónde vives? Oh, eres una muchacha muy buena. ¿Dónde vives?”. “Oh, yo vivo en esta aldea ¿No me conoces?”. “No, nunca te he visto. Está bien. Muchas gracias”. Entonces ella se fue. E invitó a Sanātana Gosvāmī: “Mi querido hermano, por favor, ven y toma tu prasādam aquí. Tengo algunos alimentos”. “Está bien”. Así que Sanātana Gosvāmī fue a la hora del prasādam, y Rūpa Gosvāmī había preparado muchos platos sabrosos. Ellos también eran expertos en cocinar, muy expertos. Ya saben, todos los devotos, son expertos. Esa es su cualificación. Entonces, Sanātana Gosvāmī le preguntó: “¿Dónde, en esta jungla, sacaste todos estos comestibles tan buenos que has preparado? ¿Cómo los has conseguido?”. Entonces Rūpa Gosvāmī le narró la historia: ”Sí, en la mañana pensé ‘Si alguien me enviase algo...’. Así que, por la gracia de Kṛṣṇa, vino alguien, una muchacha muy bella, y Ella trajo todas estas cosas”. “¿Quién?”. Él comenzó hablar acerca de la belleza de la muchacha. Entonces Sanātana Gosvāmī dijo: “Oh, nunca he visto a esa bella muchacha. ¿Cómo...?”. “Sí, yo nunca la había visto”. “Ohhh. Ella tiene que ser Rādhārāṇī. Ella debe ser Rādhā. ¿Has aceptado el servicio de Rādhārāṇī? Ohhh, me mataste. No queremos aceptar ningún servicio de Kṛṣṇa, y Él ha aprovechado la oportunidad, y nos ha enviado... Tan solo queremos simplemente ofrecer nuestro servicio, no queremos nada a cambio. Oh, hemos cometido un gran error. Rādhārāṇī se ha aprovechado de esta oportunidad”. Y comenzó a llorar diciendo: “Hemos aceptado el servicio de Kṛṣṇa. Le hemos dado problemas”. Esto es un devoto puro. Estaban muy preocupados: “Kṛṣṇa Se ha molestado para enviarnos todos estos bienes”.

Así que este es el proceso. Kṛṣṇa está buscando siempre la oportunidad: “¿Cómo puedo servir a Mi devoto puro?”. Y el devoto puro es tan inteligente que no aceptará ningún servicio de Kṛṣṇa. Como Arjuna, él nunca dijo: “Kṛṣṇa, Tú eres Dios, ¿por qué indirectamente me estás empujando a pelear? Tú puedes dármelo todo”. Kṛṣṇa dijo: “No”. Nunca dijo eso, Arjuna. Kṛṣṇa dijo: niyataṁ kuru karma tvaṁ karma jyāyo hy akarmaṇaḥ: “Tú eres kṣatriya, Tienes que luchar”. Él nunca dijo otra cosa. Así que nunca debemos tomar a Dios como proveedor de pedidos, eso no es devoción, eso es un negocio mercantil. Kṛṣṇa no va a ser un amante mediante esa mentalidad mercantil. Ustedes e deben prestar servicio. Jetbhajet tam. Este es el proceso de la devoción.

Muchas gracias. (fin)

Transcripción: Fabián Galván - México