San Francisco, 30 enero 1967
Mi querido Acyutananda,
Por favor acepta mis bendiciones. Desde que Kirtanananda está ausente,
ciertamente tú estás sintiendo algún estrés. Pero más sirves a Krishna más
fuerte te vuelves. Espero que estés propiamente asistido por tus otros hermanos
espirituales. Estaré alegre de saber de ti. Ojalá que Krishna te dé toda
protección en el cumplimiento de tus deberes trascendentales.
Tu eterno bienqueriente,
A.C. Bhaktivedanta Swami