SB. 1.1.1 - El propietario de todo es Kṛṣṇa

Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Śrīmad-Bhāgavatam  1.1.1
El propietario de todo es Kṛṣṇa
Los Ángeles, 1972
[Tomado de vídeo]

oṁ namo bhagavate vāsudevāya
janmādy asya yato ’nvayād itarataś cārtheṣv abhijñaḥ svarāṭ
tene brahma hṛdā ya ādi-kavaye muhyanti yat sūrayaḥ
tejo-vāri-mṛdāṁ yathā vinimayo yatra tri-sargo ’mṛṣā
dhāmnā svena sadā nirasta-kuhakaṁ satyaṁ paraṁ dhīmahi

Ésta es una oración ofrecida por Śrīla Vyāsadeva antes de escribir el Śrīmad-Bhāgavatam. Él ofrece sus respetuosas reverencias a Bhāgavata, Vāsudeva. Bhāgavate significa la Suprema Personalidad de Dios, quien es conocido como Vāsudeva. Él aparece... El Señor Kṛṣṇa apareció como el hijo de Vāsudeva. Por lo tanto, a Él se lo llama Vāsudeva. Otro significado es que Él es omnipresente. Él está presente en todas partes. Entonces, Vāsudeva, la Suprema Personalidad de Dios, es el origen de todo, janmādy asya yataḥ. Janma significa creación. La creación de este mundo material, la manifestación cósmica, viene de Vāsudeva. Janma-ādi significa creación, mantenimiento y aniquilación. Todo en este mundo material tiene tres características. Es creado en un momento determinado, existe por un cierto número de años y al final es disuelto, aniquilado. A eso se le llama: janmādy asya-janmāṣṭhiti yaḥ. Entonces, todo emana de la Suprema Personalidad del Señor. La manifestación cósmica también está emanando de Él. Existe en Su energía, la energía externa, o está siendo mantenida por Su energía externa, y como todo lo material, finalmente se disuelve o aniquila. Así pues, después de la aniquilación, el poder se fusiona en Él. El poder, la energía se extiende desde Él, es mantenida por Su energía y nuevamente, cuando es disuelta, se fusiona en Él. Ésta es la forma en que ocurre la creación, mantenimiento y disolución. Ahora, la pregunta es, el poder supremo o el manantial supremo, ¿cuál es la naturaleza de ese manantial supremo? ¿Es materia o una fuerza viviente? El Bhāgavatam dice: “No, no puede ser materia”. Nada se crea automáticamente a partir de la materia. No tenemos la experiencia. A menos que haya alguna fuerza viviente detrás de la materia, nada puede ser creado. A menos que haya alguna fuerza viviente detrás de la materia, nada puede ser creado. No tenemos esa clase de experiencia. Como cualquier cosa material, por ejemplo, un automóvil, está equipado con toda la maquinaria, son máquinas ingeniosas. Pero aun así, el automóvil no se mueve automáticamente. Tiene que haber un conductor, y el conductor es una fuerza viviente. Por lo tanto, la fuente original de todo tiene que ser una fuerza viviente. Ésta es la conclusión del Bhāgavatam. ¿Y qué clase de fuerza viviente? Eso significa que Él lo conoce todo. Así como un experto mecánico, él conoce todo, por ende, puede detectar cuando el automóvil falla. Él puede detectar inmediatamente cuando el automóvil se detiene, entonces él aprieta un tornillo o hace algo para que arranque nuevamente. Por lo tanto, en el Bhāgavatam se dice que la fuente original de todas las emanaciones lo conoce todo, nvayād itarastaś cārtheṣv (SB 1.1.1), directa o indirectamente. Él es muy experto. Así como yo soy el creador de este cuerpo. Soy un alma viviente. Debido a que yo he deseado, he creado este cuerpo. Por energía, mediante mi energía. De acuerdo a mi deseo, he producido este cuerpo.

Pero, aunque yo esté afirmando que es mi cuerpo, no sé cómo el mismo está funcionando. Eso es desconocido para mí. Corto mi pelo, pero no sé cómo el pelo crece de nuevo. Corto mis uñas, pero no sé cuál es la función interna mediante la cual, incluso después de cortar las uñas y el pelo, éstos crecen de nuevo. Ni sé cómo me estoy alimentando... Lo sé porque estoy comiendo algo sustancioso, que se transforma en diferentes tipos de secreciones dentro de mi abdomen y la secreción es distribuida. Yo lo sé por algunos médicos o por la ciencia médica, pero, en cuanto a mí concierne, no sé cómo mis alimentos se están transformando en sangre. Cómo la sangre se distribuye por las diferentes partes del cuerpo, y entonces tengo energía nuevamente. Realmente no lo sé. Pero la Suprema Personalidad de Dios, Él lo sabe directa e indirectamente, ambas. Cómo está funcionando esta manifestación cósmica. Él lo sabe todo. Cómo aparece el Sol, cómo aparece la Luna, cómo el océano permanece fijo, no invade la tierra. Semejante océano, tan grande, puede inundar inmediatamente cualquier ciudad o tierra, en un segundo. Pero no lo hace. Entonces, hay una dirección allí. Por lo tanto, el Bhāgavatam dice que la fuente original de todo es sensible, consciente. Y, conscientemente, está controlando todo. Nvayād itarataś cārtheṣv abhijñaḥ (SB 1.1.1). Abhijñaḥ significa completamente consciente. La próxima pregunta que puede surgir es: ¿De dónde Él obtiene el conocimiento? Él es el origen. Debido a que nosotros tenemos la idea de que toda entidad viviente obtiene conocimiento de otros... Así como nosotros obtenemos nuestro conocimiento de nuestro maestro espiritual. Mis discípulos están obteniendo conocimiento de mí, entonces, el conocimiento también es dado por alguien. Tiene una fuente. Pero, si la Suprema Personalidad de Dios es el origen, ¿cómo obtiene Él este conocimiento de la creación, el mantenimiento? La respuesta es sva-rāṭ. Él no obtiene conocimiento de nadie. Él es autosuficiente en conocimiento. Ésa es la naturaleza de Dios. Él no necesita obtener conocimiento de nadie superior, porque nadie puede ser superior a Dios, ni igual a Dios. Asamaurdhva, nadie es igual a Él, nadie es más grande que Él. Ahora, tenemos experiencia de que la primera criatura viviente dentro de este universo, es el Señor Brahmā. Entonces, él también obtiene conocimiento sin la ayuda de otros, porque él es la primera criatura viviente. Allí no hay otra criatura viviente, entonces ¿cómo obtuvo el conocimiento? Entonces ¿significa eso que esta fuente original es el señor Brahmā? La gente puede preguntar esto, pero el Bhāgavatam dice que no. Él es el maestro original de este universo, eso está bien, pero él también es un ser creado. Debido a que la manifestación cósmica fue creada por Dios, el Supremo, y después de esta creación fue creado Brahmā. Por lo tanto, él es un ser creado, después de la manifestación cósmica. Y debido a que Dios, o el Señor Supremo, Él es el creador, entonces, Él no es uno de los seres creados. Él crea, pero Él no es creado. Pero, Brahmā es creado.

Por lo tanto él obtiene conocimiento del Creador Supremo, quien es independiente. Ahora, el proceso es como cuando nos acercamos a un maestro, el maestro espiritual, para recibir conocimiento. De manear que, no había ninguna criatura viviente visible antes de Brahmā. Entonces ¿cómo obtuvo conocimiento? La respuesta es, tene brahma hṛdā ya ādi-kavaye (SB 1.1.1). Ādi-kavaye. Brahmā, el primer ser viviente creado, fue educado desde dentro del corazón. Eso significa que Kṛṣṇa, Vāsudeva, o el Señor Supremo está situado en el corazón de todos. Él está situado en el corazón de Brahmā también. Él está situado en su corazón, en mi corazón. Y, hṛda, esta palabra es muy usada. Hṛda significa corazón. Así que, Él puede educar a cualquiera desde dentro del corazón. ¿Pero por qué nosotros no somos conscientes de Él? Teóricamente lo sabemos, pero en la práctica, en nuestro estado condicionado, no podemos entender cómo Él nos está dirigiendo. Pero, Él nos está dirigiendo. Eso es un hecho. Brahmā no es una entidad viviente ordinaria, por lo tanto él pudo tomar instrucciones del Señor Supremo desde dentro del corazón. Nosotros también podemos, cuando estamos cualificados. Exactamente como Brahmā. Brahmā apareció para servir al Señor, para satisfacer el deseo del Señor. Así como cuando contrato a un carpintero y le pido que haga un mueble para mí. Yo le doy los ingredientes, las herramientas, el salario, y él crea el mueble. De manera similar, Dios creó los ingredientes y también el fabricante, y Brahmā creó este universo. Pero, él no es el creador original, el creador original es Kṛṣṇa. Como tal, el propietario original también es Kṛṣṇa, debido a que Él ha creado los ingredientes. Realmente, cuando trabajamos en la práctica, no podemos crear los ingredientes. Supongan que construimos un rascacielos muy alto, pero los ingredientes, a saber, la tierra, la piedra, la madera, el hierro, que son ingredientes de la casa, no los podemos crear. Son creados por Dios. Nosotros simplemente los transformamos. Tomamos la tierra, el polvo de la tierra y lo mezclamos con agua. El agua es creada por Dios. La tierra es creada por Dios. Entonces los mezclamos y formamos una pieza, como un ladrillo, y lo ponemos en el fuego. El fuego también es creado por Dios. De esta manera, si estudiamos en profundidad los ingredientes y los materiales que manipulamos, no son creación nuestra. Son creación de Dios. Nosotros sólo los manipulamos. Pero, porque los manipulamos no se vuelven nuestra propiedad. Esto es sensato. Supongan que soy un obrero, estoy manipulando algunas cosas, algunos materiales y preparando algo. Eso no significa que cuando la cosa esté fabricada, completa, se vuelve mi propiedad. No. ¿Cómo puede ocurrir eso? Por consiguiente, la filosofía es que todo le pertenece a Kṛṣṇa, Dios. Yo también le pertenezco a Él. Y cualquier cosa que haga, eso también le pertenece a Él. Es sensato entender que todo le pertenece a Dios. Yo también le pertenezco a Dios. Mi inteligencia le pertenece a Dios. Los ingredientes de los elementos físicos con los cuales trabajamos, también le pertenecen a Dios. Entonces, ¿qué posibilidad tengo yo para reclamar que soy el propietario?

Así que este movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está hecho para revivir la conciencia original de la sociedad humana, porque en los gatos, los perros u otros animales, no puede invocarse tal conciencia. Ellos están cubiertos, y en el estado inferior de conciencia, no es posible para ellos comprender nada más allá de sus cuerpos. El animal piensa que él es un tipo particular de cuerpo. Un perro piensa que él es..., que el cuerpo es él. No tiene otro conocimiento. Pero, un hombre puede entender que: “Yo no soy este cuerpo, estoy trabajando con este cuerpo”. Así como, estoy trabajando con mi mano, eso no significa que yo soy la mano. Estoy caminando con mis piernas, eso no significa que yo soy las piernas. Estoy trabajando con la ayuda de las manos y las piernas como instrumentos. Por lo tanto, el instrumento no lo identifico conmigo mismo. Este conocimiento puede ser adquirido por un ser humano. Un perro, un gato, no pueden entender. Por ende, la conclusión es que este conocimiento, esto se denomina jñāna, jñāna significa, uno que sabe que “yo soy este cuerpo”. Los animales no tienen el conocimiento de que ellos no son este cuerpo. Pero el hombre, mediante el cultivo de conocimiento, mediante un buen análisis de si soy el cuerpo o no, si soy esta mano, si soy esta pierna, si soy esta cabeza, de esta manera, por medio del estudio analítico, podemos llegar a la conclusión de que yo no soy este cuerpo. Y yo estoy cambiando cuerpos. Por lo tanto, soy eterno. Este cuerpo es temporal. Así que estoy abandonando un tipo de cuerpo, y aceptando otro tipo de cuerpo. De esta forma, en el estado actual estoy condicionado. Ahora, cuando la pregunta surge en la mente: “¿Cómo me volví condicionado? ¿Por qué estoy cambiando este cuerpo por otro? ¿Por qué, a pesar de que soy eterno, puedo entender que he cambiado tantos cuerpos?”. Pero, sé que tuve un cuerpo de niño, un cuerpo de bebé. Esos cuerpos ya no están, pero yo existo. Así que la conclusión debe ser que yo soy eterno, el cuerpo no es eterno. Eso se confirma en el Bhagavad-gītā: antavanta ime dehā (BG 2.18). Deha significa cuerpo. Ellos son anta-vantaḥ, perecederos. En un momento determinado se termina. Antavanta ime dehā nityasyoktāḥ śarīriṇaḥ (BG 2.18). Pero, el propietario del cuerpo, el alma viviente, la entidad viviente, es eterna, nityasyoktāḥ śarīriṇaḥ. Entonces, estas cosas están muy bien explicadas en el Bhagavad-gītā y otros textos védicos. Luego, estamos haciendo un esfuerzo por impulsar esta literatura védica en la sociedad humana, la cual todavía no está consciente del vasto tesoro de conocimiento existente en la literatura védica. Por ello, estamos traduciendo toda esa literatura auténtica al inglés. Ya tenemos cerca de dos docenas de libros, pequeños y voluminosos también. Este libro es una de las partes del Śrīmad-Bhāgavatam. La primera parte del Primer Canto. Y habrá sesenta volúmenes como éste, para completar la literatura Bhāgavata completa. Así que hemos completado casi veinte. Si Kṛṣṇa lo permite, terminaremos también los otros cuarenta volúmenes. Así pues, este movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa no es un tipo de fe religiosa sentimentalista. Ésta es la verdadera función de la sociedad humana. Debido a la falta de este conocimiento, la conciencia de Kṛṣṇa, hay cosas “patas para arriba”. La gente no sabe cómo acomodar las cosas. Ellos están ocupados con las comodidades materiales. Como se ha explicado, esas comodidades materiales también son necesarias para el mantenimiento del cuerpo, pero, eso no significa que olvidaremos nuestra verdadera ocupación. Es algo así como cuando yo me dedico a la reparación de un automóvil. Eso no significa que mantener el automóvil en buenas condiciones sea mi ocupación. Ésa es una de mis ocupaciones, pero mi verdadera ocupación es cómo vivir. De manera similar, una entidad viviente ha obtenido este vehículo que es como un automóvil. Que hayamos obtenido este cuerpo significa que el mismo es como un vehículo.

Eso se explica en el Bhagavad-gītā,

īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ
hṛd-deśe ‘rjuna tiṣṭhati
bhrāmayan sarva-bhūtāni
yantrārūḍhāni māyayā

Este cuerpo es como un coche. El conductor está allí y el propietario también está allí. El propietario del auto está dando instrucciones al conductor: “Ve en esta dirección, ve en la otra dirección”, y el conductor está conduciendo. En forma similar, este automóvil, o cuerpo, es ocupado por dos almas. Una se denomina Superalma, el alma Superior, o el verdadero propietario. Y la otra, es el alma individual. Ellas están sentadas juntas. Y el alma Superior, Paramātmā, le están dando instrucciones al conductor: “Ve en tal dirección, ve en la otra dirección”. Yantrārūḍhāni māyayā (BG 18.61). Yantra significa máquina, vehículo. Este cuerpo es tal como una máquina, como un automóvil. Así que en verdad estoy desvalido, pero eso no significa... que esté desvalido no significa que yo no tenga responsabilidad. Tengo la responsabilidad. Yo acepté este cuerpo bajo alguna alucinación de que sería feliz. Entonces, si estudiamos el Śrīmad-Bhāgavatam, obtenemos verdadero conocimiento acerca de nuestra posición, y entonces, la forma de vida errónea puede ser detenida y la sociedad humana estará en paz y orden perfectos.

Compilado por el sabio Vyāsa en el año 3.000 A.C.

El Bhāgavata por sí sólo nos explica qué es: “Es el fruto del árbol del pensamiento (los Vedas) mezclado con el néctar del discurso de Śukadeva. Es el templo del amor espiritual. ¡Oh hombres piadosos! Beban con fervor este néctar del Bhāgavata repetidamente hasta que sean sacados de este cuerpo mortal”.

El Garuḍa Purāṇa menciona también: “El Bhāgavata se compone de 18.000 versos (ślokas). Contiene las partes mejores de los Vedas y el Vedānta. Cualquiera que haya probado su dulce néctar, jamás gustará de leer ningún otro libro religioso”.

Cualquier lector atento repetirá ciertamente este elogio: El Bhāgavata es preeminentemente el libro de la India. Una vez que usted entra en él, es trasladado al mundo espiritual donde la materia burda no existe. El verdadero seguidor del Bhāgavata es un hombre espiritual que ya ha cortado su conexión temporal con la naturaleza material y se ha vuelto un habitante de esa región donde Dios existe y ama eternamente. Este poderoso trabajo está fundado en la inspiración; su superestructura es la reflexión. Para el lector común, carece de atractivo y está colmado de dificultades. Por eso, estamos obligados a estudiarlo profundamente, con la ayuda de comentaristas tan destacados como: Śrīdhar Svāmī, el divino Caitanya y Sus seguidores contemporáneos.

Todos los teólogos están de acuerdo en que hay un solo Dios sin igual, pero no se ponen de acuerdo en cuanto al nombre que se debe dar a ese Dios, debido a los diferentes modos de adoración que ellos adoptan conforme a su mentalidad específica. Algunos le dan el nombre de Brahman, otros le dan el nombre de Paramātmā y algunos otros le dan el nombre de Bhagavān. Quienes veneran a Dios con admiración y lo consideran infinitamente grande, lo llaman Brahman. Este modo se denomina jñāna o conocimiento. Los que veneran a Dios como el Alma Universal - conforme al principio de la unión espiritual con Él-, le dan el nombre de Paramātmā. Esto es yoga. Y quienes adoran a Dios como lo máximo que existe, con todo el corazón, cuerpo y fuerza, se refieren a Él como Bhagavān. Este último principio es bhakti. El libro que prescribe la relación y adoración de Bhagavān se procura a sí mismo el nombre de Bhāgavata y el adorador es también llamado por el mismo nombre.

Así es el Bhāgavata, que es decididamente el libro para toda clase de teístas. Si nosotros adoramos a Dios espiritualmente como lo máximo, con todo nuestro corazón, mente y fuerza, nosotros somos bhāgavatas y somos dueños de una vida de espiritualismo que ninguno de los dos, ni el adorador del Brahman ni el yogī que une su alma con el Alma Universal -Paramātmā-, pueden obtener. La superioridad de la adoración de Bhagavān consiste en la unificación de todos los tipos de adoración teísta dentro de un excelente principio de la naturaleza humana denominado bhakti. Esta palabra no tiene equivalente en el idioma inglés. Piedad, devoción, resignación y amor espiritual sin mezclarlo con ninguna petición, excepto a manera de arrepentimiento, compone el más alto principio del bhakti. El Bhāgavata nos pide adorar a Dios con ese grande e invaluable principio que es infinitamente superior al conocimiento humano y al principio del yoga.

Quien trabaja a la luz de Dios ve las cosas más diminutas de la creación; quien trabaja con el poder de Dios es invencible y grande; y quien trabaja con la santidad de Dios en su corazón, no encuentra ninguna dificultad contra las cosas y los pensamientos impíos. Dios trabaja por medio de Sus agentes y el propio Vyāsa llama a esos agentes como la encarnación del poder de Dios. Todas las grandes almas fueron encarnaciones de esta clase y nosotros tenemos la autoridad de este hecho en el mismo Bhāgavata: “¡Oh brāhmaṇas! Dios es el alma del principio de la bondad. Las encarnaciones de tal principio son innumerables. Así como miles de corrientes emanan de una fuente de agua inagotable, de igual modo, estas encarnaciones no son sino emanaciones de esa energía de Dios infinitamente buena que permanece siempre rebosante”.

Por lo tanto, el Bhāgavata nos permite llamar a Vyāsa y a Nārada como śaktyāveśa avatāras de la infinita energía de Dios. ¡Vean cuán universal es la religión del Bhāgavata! No es solamente para cierta clase de hindúes sino que es un regalo para todos los hombres, sin importar en qué país hayan nacido o a qué sociedad pertenezcan. En pocas palabras, el vaiṣṇavismo es el amor absoluto que enlaza a todos los hombres reuniéndolos en el Dios infinito, incondicionado y absoluto. Que la paz reine por siempre en el universo entero durante el desarrollo continuo de su pureza, por el esfuerzo de los héroes futuros que serán bendecidos, según la promesa del Bhāgavata, con poderes del Padre Todopoderoso quien es el Creador, Preservador y Aniquilador de todas las cosas en el Cielo y en la Tierra. (fin)

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