New York, 12 abril
1967
Mi querido Janardana,
He recibido tu extensa carta de abril 10, 1967.
El mismo día recibí también la carta de tu esposa donde me solicita pagar $
300.00, que ella dio en préstamo a la Sociedad. He respondido la carta a través
Rayarama que el dinero, $ 300, que se ha dado en préstamo a la Sociedad debe
ser devuelto a ella, y me alegro de que tú vas a pagar la semana que viene. Sin
embargo, si encuentras alguna dificultad para pagarle a ella, entonces me
escribes y me las arreglaré para enviarle los $ 300. Por supuesto que será
difícil para los gerentes enviar $ 300 mientras que han perdido $ 6.000. Sin
embargo, yo no quiero poner a tu esposa en problemas por el dinero que le
prestó fielmente a la Sociedad. Así que amablemente me dejas saber si tú vas a
pagar el préstamo. Si no, le enviaré el dinero.
Puedo entender que hay alguna dificultad en
el cumplimiento de los gastos regulares de la Sociedad, es decir $ 350, como se
ha señalado en detalle. Tomé esta dificultad en San Francisco la primera vez
que se me informó de la apertura de una sucursal en Montreal, y me desalentó la
empresa. Pero tú, tanto como Kirtanananda, son todo entusiastas.
Ahora, cuando se ha abierto no es bueno
cerrarla, será un descrédito para la Sociedad. Trata de seguir la filial con
cooperación. Puedo entender que tú eres un hombre de familia. No se puede
gastar toda la cantidad que tú ganas, pero como tu esposa ha propuesto, se
puede permitir un gran ahorro de 50%. Así que vamos a darle la bienvenida al
50%, o cualquier porcentaje que tú pueda destinar fácilmente para la Sociedad.
No te sobrecargues. No queremos que nadie
esté sobrecargado. Más bien voy a pedir a Kirtanananda que no es un hombre de
familia a tomar toda la responsabilidad. Así que no te agites. Lleva adelante
la conciencia de Krishna en paz. Una cosa voy a pedir a ti y a tu esposa:
traducir al francés todos nuestros libros. La Sociedad estará obligada a ti por
tu servicio intelectual más que por dinero, porque tu eres un hombre de familia
y necesitas dinero. Espero que esto te deje satisfecho.
Tu eterno bienqueriente,
A.C. Bhaktivedanta Swami
Traducida por Bhakta Fabián Galván - México