Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Bhagavad-gītā 8.12-13
Asegúrese de aprobar el examen final al morir
Nueva York, 15 noviembre 1966
Asegúrese de aprobar el examen final al morir
Nueva York, 15 noviembre 1966
Prabhupāda:
sarva-dvārāṇi saṁyamya
mano hṛdi-nirudhya ca
mūrdhny ādhāyātmanaḥ prāṇam
āsthito yoga-dhāraṇām
Hemos estado
hablando acerca de la trasmigración del alma. Hay diferentes clases de
trascendentalistas que reciben el nombre de yogī, jñāna-yogī, dhyāna-yogī y bhakti-yogī. Todos los yogīs son candidatos para ser trasladados al mundo espiritual. El sistema de yoga tiene como objetivo establecer
nuestra conexión, nosotros estamos eternamente conectados con el Señor Supremo.
De una u otra manera ahora estamos inmersos en la contaminación material.
El.... el proceso consiste en regresar de nuevo. Ese proceso vinculador se
llama yoga. La verdadera traducción
de la palabra yoga es “más”,
justamente lo opuesto a menos. Ahora en el momento presente, estamos menos
Dios, o menos el Supremo. Cuando llegamos a ser más, estamos conectados…
nuestra forma humana de vida es perfecta. En el momento de la muerte tenemos
que concluir esa perfección. Mientras estemos vivos, tenemos que practicar como
aproximarnos a ese punto de perfección, y en el momento de la muerte, cuando
abandonamos este cuerpo material, se debe realizar esa perfección.
Así pues, durante los tres últimos días hemos estado hablando acerca de esto. Prayāṇa-kāle manasā 'calena. Prayāṇa-kāle significa “en el momento de la muerte”. Del mismo modo en que los estudiantes se preparan dos, tres o cinco años en la universidad, y la prueba final es el examen, y si pasan el examen obtienen el título. Similarmente, si durante nuestra vida nos preparamos para el examen en el momento de la muerte, y lo pasamos, somos trasladados al mundo espiritual. Prayāṇa-kāle. Todo es examinado en el momento de la muerte. El otro día recité un proverbio bengalí. Es un proverbio muy famoso en bengalí. Ellos dicen, bhajan kara pūjān kara mṛtyu-kāle haya (?), “En el momento de la muerte se probará todo lo que has hecho por conseguir la perfección”. En el momento de…, uno es probado.
El Bhagavad-gītā está describiendo qué es lo que debemos hacer en el momento de nuestra muerte, cuando estemos abandonando este cuerpo actual. Aquí se da la prescripción para los yogīs, dhyāna yogīs, esta descripción dice, sarva-dvārāṇi saṁyamya mano hṛdi-nirudhya ca. Sarva-dvārāṇi significa… Este sistema se llama pratyāhāra. En el lenguaje técnico del sistema de yoga es llamado pratyāhāra. Pratyāhāra significa justamente lo opuesto. Ahora los sentidos, mis ojos, están ocupados en ver la belleza mundana. Tengo que retraerlos de disfrutar de esa belleza y contemplar la belleza interna. Eso es llamado pratyāhāra. Similarmente, tengo que escuchar el sonido oṁkāra desde dentro. Todos los sentidos deben detener todas sus actividades externas, esa es la perfección del yoga y concentrar la mente en el Viṣṇu-mūrti. Mano hṛdi. La mente está muy agitada, hay que fijarla en el corazón. Mano hṛdi-nirudhya. Nirudhya significa aprisionar la mente dentro del corazón. Mūrdhni, mūrdhny ādhāyātmanaḥ prāṇam āsthito yoga-dhāraṇām. Y de esta manera, cuando transferimos el aire vital a la parte superior de nuestra cabeza, esa es la perfección del yoga. Y un yogī perfecto decide adónde irá. Hay innumerables planetas, y más allá de esos planetas está el mundo espiritual.
Los yogīs tienen esa información. ¿Cómo
consiguen esa información? A través de las Escrituras védicas. Antes de que
viniera a su país, obtuve una descripción de su país a través de los libros,
similarmente, podemos conseguir toda la descripción de los planetas superiores
y del mundo espiritual. Eso se menciona ahí. El yogī sabe. El yogī lo
sabe todo y puede trasladarse a cualquier planeta que desee. No necesita la
ayuda de ningún sputnik. Los sputnik llevan intentándolo durante muchos años y
seguirán intentándolo durante cien o mil años más. Nunca llegarán a ningún
planeta. Pueden estar seguros. Ese no es el proceso. Ese no es el proceso para
llegar a otro planeta, quizás una o dos personas puedan llegar mediante el
proceso científico, pero ese no es el proceso general. El proceso general es
que si quieren trasladarse a otro planeta mejor, tienen que practicar ese
sistema de yoga, o el sistema de jñāna, no el sistema de bhakti.
El sistema de bhakti no es para ir a
un planeta material. Eso se explicará más adelante.
Aquellos que están dedicados al servicio devocional de Kṛṣṇa, o el Señor Supremo, no están interesados en ningún planeta de este mundo material. ¿Por qué? Porque ellos saben que en cualquier planeta al que se pueda ir, están los cuatro principios de la existencia material. ¿Cuáles son? El nacimiento, la muerte, la enfermedad y la vejez. En cualquier planeta adonde vayan. Puede que la duración de la vida sea mucho, mucho más larga que en esta Tierra, pero existe la muerte. Pero aquellos que están en conciencia de Kṛṣṇa o aquellos que no están interesados en esta vida material… vida material quiere decir nacimiento, muerte, enfermedades y vejez, y vida espiritual quiere decir aliviarse de estas molestias. No más nacimiento, no más muerte, no más ignorancia, no más miserias.
Así que aquellos que son inteligentes no tratan de elevarse a ningún planeta de este mundo material. Hay planetas superiores en los cuales se obtiene una larga duración de vida. Estamos tratando de entrar en la Luna, y si realmente entramos en la Luna, es muy difícil entrar, pero si entramos, la duración de nuestra vida aumentará. Por supuesto, no en este cuerpo. Si entramos con este cuerpo, la muerte instantánea es segura. Pero si entramos a los planetas superiores mediante este sistema de yoga, obtendremos el cuerpo apropiado para ese planeta. Para cada planeta hay un cuerpo adecuado. No podemos entrar, al igual que no podemos vivir bajo el agua con este cuerpo. Pueden hacer un experimento, digamos que pueden vivir dentro del agua durante veinticuatro horas, o quince horas, o dieciséis horas. Eso es todo. Pero los peces, los animales acuáticos tienen un cuerpo especial, ellos pasan ahí toda su vida. Similarmente, si sacan los peces del agua y los ponen en la tierra, morirán instantáneamente. Del mismo modo que vemos que incluso dentro de este planeta debemos tener diferentes tipos de cuerpos para vivir en ciertos lugares, similarmente, si quieren entrar en otro planeta, tienen que prepararse para obtener ese tipo de cuerpo.
Si alguien entra en la Luna mediante este proceso yóguico, traslada su alma, transmigra a la Luna, obtendrá una larga duración de vida. En los planetas superiores, seis meses de los nuestros corresponden a un día de ellos, y así es un mes, un año. Ellos viven durante diez mil años. Esa es la descripción que tenemos. Indudablemente, obtenemos una larga duración de vida, pero existe la muerte. Después de diez mil años, o veinte mil años, o un millón de años. Eso no importa. Eso se cuenta, pero existe la muerte. Pero ustedes no están sujetos a la muerte, ese es el principio del Bhagavad-gītā. Na hanyate hanyamāne śarīre [Bg. 2.20]. Son almas espirituales, son eternos. Son eternos, ¿por qué tienen que someterse a la muerte y nacimiento? Esto es inteligencia. Esto es inteligencia.
Así pues, kṛṣṇa yei bhaje sei baḍa catura: Las personas que están en conciencia de Kṛṣṇa son muy inteligentes. No están interesados en obtener la elevación a un planeta en el que existe la muerte. Sin tener en cuenta lo larga que sea la vida ahí, ellos quieren ser como Dios, sac-cid-ānanda-vigraha. Īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ sac-cid-ānanda-vigrahaḥ [Bs. 5.1]. El cuerpo de Dios es sac-cid, sac-cid-ānanda. Sat significa eterno, y cit significa lleno de conocimiento, y ānanda significa lleno de placer. Tenemos nuestro panfleto –la mayoría de ustedes lo habrán visto—Kṛṣṇa, la Fuente de todo Placer. Similarmente, si dejamos este cuerpo y nos trasladamos al mundo espiritual, al planeta de Kṛṣṇa o a cualquier otro planeta espiritual, obtenemos un cuerpo similar, sad-cid-ānanda, eterno, lleno de conocimiento y lleno de bienaventuranza.
Así pues, la meta de aquellos que están tratando de ser conscientes de Kṛṣṇa es diferente de las que tratan de elevarse a cualquier planeta mejor de este mundo material. Así que el Señor Kṛṣṇa dice, mūrdhny ādhāya ātmanaḥ prāṇam āsthito yoga-dhāraṇām. Esta es la perfección del yoga. Si pueden trasladarse… somos unas partículas muy diminutas dentro de este cuerpo, pero no pueden verlo, pero yo soy, mi posición es… eso es externo. Eso es externo. Eso está sostenido en el prāṇa-vāyu. Y el sistema de yoga, el sistema ṣaṭ-cakra consiste en elevar al alma de abajo hasta la parte superior de la cabeza. Esta práctica continúa mientras que vivimos y la perfección es que cuando nos situamos en la parte superior de la cabeza y atravesamos esa parte superior de la cabeza, podemos trasladarnos al planeta superior que deseemos. Esa es la perfección. Un yogī puede trasladarse a cualquiera de estos planetas, al que a él le guste. Como ustedes, son muy inquisitivos acerca de la Luna, así que si un yogī quiere: “Oh, veamos qué es la Luna. Me trasladaré a los planetas superiores…”. Como los viajeros. Ellos vienen a Nueva York, luego van a California, luego a Canadá. Similarmente, pueden trasladarse a otros planetas mediante este sistema de yoga. Pero, a cualquier lugar que vayan, existe el mismo sistema, el sistema de visa o de aduanas. Así pues, las personas conscientes de Kṛṣṇa, no están interesadas en estos planetas temporales. Puede que tengan una larga duración, pero ellos no están interesados.
Para los yogīs, el proceso consiste en cómo abandonar este cuerpo.
om ity ekākṣaraṁ brahma
vyāharan mām anusmaran
yaḥ prayāti tyajan dehaṁ
sa yāti paramāṁ gatim
Si en el momento
de la muerte, si pueden pronunciar “ommmmm”, si pueden pronunciar el om, oṁkāra... Oṁkāra es la forma concisa de la vibración trascendental, oṁkāra. Así pues, om ity ekākṣaraṁ brahma vyāharan. Si pueden vibrar este sonido oṁkāra,
y al mismo tiempo mam anusmaran,
recordar a Kṛṣṇa o a Viṣṇu… El sistema de yoga
consiste en concentrar la mente en Viṣṇu. Pero los impersonalistas imaginan que
esa es la forma de Viṣṇu o el Señor, pero los personalistas no imaginan, sino
que ven la verdadera forma del Señor Supremo.
De todos modos, ya sean que concentren la mente en una imaginación o la vean en realidad, tienen que concentrar su mente en la forma de Viṣṇu. Here mām. Mām significa “al Señor Supremo, Viṣṇu”. Yaḥ prayāti, “cualquiera que abandona este cuerpo”, tyajan deham, “después de abandonar este cuerpo”, sa yāti paramāṁ gatim, “entra en el reino espiritual”. Los que son verdaderos yogīs no desean entrar en ningún otro planeta, porque también saben que son planetas temporales, que es una vida temporal. Antavat tu phalaṁ teṣāṁ tad bhavaty alpa-medhasām [Bg. 7.23]. No están interesados, eso es inteligencia. Los que están satisfechos con la felicidad temporal, la vida temporal, las facilidades temporales, según el Bhagavad-gītā, no son inteligentes. No son inteligentes. Aquel cuya sustancia cerebral es muy pequeña, está interesado en estas cosas temporales, esa es la versión de la Śrīmad Bhagavad-gītā. Porque soy permanente, soy eterno. ¿Por qué tendría que estar interesado en cosas temporales? Eso es inteligencia. ¿Quién quiere una existencia temporal? Nadie. Supongamos que viven en un apartamento, y el propietario les pide que lo desalojen, o por una u otra razón, tienen que desalojarlo. Estarán tristes. Pero no estarán tristes si van a un apartamento mejor.
Esta es nuestra naturaleza, que adondequiera que vivimos… porque somos permanentes. Nosotros somos permanentes, entonces queremos una residencia permanente. Esa es nuestra inclinación. No deseamos morir. ¿Por qué? Porque somos permanentes. No queremos estar enfermos. Estas son cosas artificiales, cosas externas: enfermedad, muerte, nacimiento, miserias. Son cosas externas. Como a veces, tienen fiebre, no están hechos para sufrir la fiebre, pero a veces les ocurre. Así que tenemos que liberarnos de eso. Tenemos que tomar medidas. Similarmente, estos cuatro tipos de aflicciones externas, el nacimiento, la muerte, las enfermedades y la vejez, se deben a este cuerpo material. Y si podemos liberarnos de este cuerpo material, podemos liberarnos de estas implicaciones.
Así
que este proceso se recomienda para los yogīs,
para los que son impersonalistas. ¿Cuál es? Om ity ekākṣaraṁ brahma
vyāharan: “Vibrar este sonido trascendental, om, y dejar este
cuerpo”. Entonces yaḥ prayāti:
“Cualquiera que es capaz de abandonar este cuerpo material en esas
circunstancias, simplemente por pronunciar este sonido trascendental, om, con
plena conciencia del Señor Supremo, es seguro que transmigrará al mundo
espiritual”.
Pero aquellos que no son personalistas, no pueden entrar a los planetas espirituales, permanecen afuera. Como la luz solar y el disco solar, la luz solar no es diferente del disco solar, pero aun así, la luz solar no es el disco solar. Similarmente, los que son trasladados así al mundo espiritual, permanecen en la efulgencia del Señor Supremo que se llama brahma-jyotir. Brahmayoti. Los que no son personalistas son situados en este brahmayoti como una de las diminutas partículas. Somos partículas diminutas, chispas espirituales y el brahma-jyotir está lleno de chispas espirituales. Se volverán una de esas chispas espirituales. Eso quiere decir que se sumergen en la existencia espiritual. Aunque mantienen su individualidad constitucional, pero debido a que no quieren una forma personal, son mantenidos ahí, en el brahma-jyotir impersonal. Del mismo modo que la luz solar está compuesta de pequeñas moléculas, moléculas brillantes, los científicos saben esto, similarmente, nosotros también somos pequeñas moléculas, atómicas, menos que el átomo. Una diezmilésima parte de la punta de un cabello. Esa es nuestra posición. Esa pequeña chispa permanece en el brahma-jyotir como si estuviese mezclada, homogénea.
La dificultad estriba como entidades vivientes que somos, queremos disfrutar. Porque no somos solo existencia, tenemos bienaventuranza. Sac-cid-ānanda. Estoy compuesto de tres existencias espirituales: soy eterno, estoy lleno de conocimiento y estoy lleno de bienaventuranza. Así pues, los que entran en esa existencia impersonal del Señor Supremo, pueden permanecer eternamente y con pleno conocimiento de que "ahora estoy mezclado, soy uno con el Brahman". Pero no pueden tener esa bienaventuranza eterna porque esa parte es deficiente. Así la dificultad es cuando sienten… Es como si se encierran en una habitación, pueden permanecer ahí, ocuparse en leer algún libro, o en pensar en algo. Pero aun así, no pueden permanecer solos durante todos los años, todo el tiempo. No es posible. Buscarán alguna compañía. Buscarán alguna compañía. Alguna diversión. Esa es nuestra naturaleza. Así pues, similarmente, si nos sumergimos en la efulgencia impersonal del Señor Supremo, hay posibilidades de caer de nuevo a este mundo material. Eso se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam.
ye 'nye 'ravindākṣa
vimukta-māninas
tvayy asta-bhāvād
aviśuddha-buddhayaḥ
āruhya kṛcchreṇa paraṁ
padaṁ tataḥ
patanty adho
'nādṛta-yuṣmad-aṅghrayaḥ
[“Alguien podría decir que, además de los devotos, que siempre buscan refugio en los pies de loto del Señor, están aquellos que no son devotos pero que han emprendido otros procesos para alcanzar la salvación. ¿Qué resultado obtienen? Respondiendo a esta pregunta, el Señor Brahmā y los semidioses dijeron: “¡Oh, Señor de ojos de loto!, los no devotos que se someten a rigurosas austeridades y penitencias para alcanzar la posición más elevada, puede que crean que están liberados, pero su inteligencia es impura. Como les falta la debida consideración por Tus pies de loto, acaban cayendo de su posición de imaginaria superioridad”].
Así
como estos hombres del sputnik, los astronautas, suben y suben veinticinco mil,
o treinta mil, o cien mil millas, pero si no pueden aterrizar en un planeta,
caerán. Inmediatamente caerán de nuevo. Hay que aterrizar. En la forma
impersonal, el aterrizaje es incierto. Por eso el Bhāgavata dice que āruhya kṛcchreṇa paraṁ padaṁ tataḥ [SB.
10.2.32]. Quien llega al mundo espiritual, incluso después de
mucho esfuerzo y permanece en esa forma impersonal, el riesgo es que patanty adhaḥ: que caiga de nuevo a
este mundo material. ¿Por qué? Anādṛta-yuṣmad-aṅghrayaḥ, porque ha negligido servir al Señor Supremo con amor y devoción.
Mientras estemos aquí, tenemos que practicar amar a Kṛṣṇa, el Señor Supremo, entonces podemos entrar, ese es el entrenamiento. Y si no nos entrenamos así, entonces podemos entrar en el reino espiritual mediante el esfuerzo impersonal pero existe el riesgo de caer de nuevo. Porque esa soledad creará algunas perturbaciones y él tratará de tener alguna compañía y debido a que no tiene la compañía del Señor Supremo, tendrá que venir de nuevo a este mundo material y relacionarse con esta compañía material. Así que es mejor que conozcamos la naturaleza de nuestra posición constitucional. Nuestra posición constitucional es que queremos la eternidad, queremos el conocimiento completo y también queremos placer. Si se quedan solos, no podrán tener placer. Se sentirán incómodos. Y por carecer de placer, aceptarán cualquier clase de placer: “Está bien, placer material”. Está bien. Ese es el riesgo.
Por lo tanto, en esta conciencia de Kṛṣṇa, tendrán pleno placer. No el mismo placer. Al igual que aquí el placer más elevado de este mundo material, es la vida sexual. Eso también está pervertido, es enfermizo. Incluso en el mundo espiritual hay placer sexual en Kṛṣṇa, pero no debemos pensar que eso es como esto de aquí. No. Pero, janmādy asya yataḥ [SB.1.1.1]. A menos que exista la vida sexual allá, no se puede reflejar aquí. Simplemente es un reflejo pervertido. La vida real está allá, en Kṛṣṇa. Kṛṣṇa está lleno de placer. Lo mejor es entrenarnos en esta conciencia de Kṛṣṇa y entonces será posible que al final de esta vida, en el momento de la muerte, nos traslademos al mundo espiritual y entremos en Kṛṣṇaloka, el planeta de Kṛṣṇa, para disfrutar de la asociación con Kṛṣṇa.
cintāmaṇi-prakara-sadmasu
kalpa-vṛkṣa-
lakṣāvṛteṣu surabhīr
abhipālayantam
lakṣmī-sahasra-śata-sambhrama-sevyamānaṁ
govindam ādi-puruṣaṁ tam
ahaṁ bhajāmi
Estas
son las descripciones de Kṛṣṇaloka. Cintāmaṇi-prakara-sadmasu: “Las casas están hechas de piedras de toque”. Quizá conocen la piedra
de toque, si una pequeña partícula de piedra de toque toca una viga de hierro,
esta inmediatamente se convierte en oro. Por supuesto, no sé si alguno de
ustedes ha visto esta piedra de toque, pero existe. Allá, todos los edificios
son hechos de piedra de toque. Cintāmaṇi-prakara-sadmasu kalpa-vṛkṣa [Bs. 5.29]. Los árboles, son árboles de los
deseos. Pueden obtener cualquier cosa que quieran. Aquí, de un árbol de mangos
se obtienen mangos, de un manzano, se obtienen manzanas. Pero ahí pueden
conseguir cualquier cosa que quieran de cualquier árbol. Estas son algunas de
las descripciones de Kṛṣṇaloka.
Lo mejor no es tratar de elevarnos a uno de estos planetas materiales. Porque a cualquier planeta material que entren, encontrarán los mismos principios de la vida miserable. Estamos acostumbrados, estamos habituados al nacimiento, la muerte. No nos preocupa. Los científicos modernos están muy orgullosos de su avance, pero no tienen ninguna solución para estas cosas desagradables. No pueden fabricar nada que impida la muerte, o que impida la enfermedad, o la vejez, no es posible. Pueden fabricar algo que acelere la muerte, pero no pueden fabricar nada que detenga la muerte. No está dentro de su poder. Así pues, los que son suficientemente inteligentes no se interesan por estas cuatro cosas, janma-mṛtyu-jarā-vyādhi [Bg. 13.9]: el nacimiento, la muerte y la vejez. Ellos están interesados en tener una vida espiritual completa, llena de bienaventuranza y llena de conocimiento, y eso es posible cuando se entra en los planetas espirituales. Eso se explicará más adelante.
El siguiente verso afirma,
ananya-cetāḥ satataṁ
yo māṁ smarati nityaśaḥ
tasyāhaṁ sulabhaḥ pārtha
nitya-yuktasya yoginaḥ
Nitya-yuktasya yoginaḥ.
Nitya-yukta significa continuamente en trance. Él es el yogī más elevado, continuamente
pensando en Kṛṣṇa, siempre ocupado en conciencia de Kṛṣṇa. Para él, ananya-cetāḥ… él no desvía su atención hacia esta clase de proceso o esa clase de
sistema de yoga, o el sistema de jñāna o el sistema de dhyāna.
No. Ananya- cetāḥ. Él simplemente se dedica a un sistema, Kṛṣṇa. Ananya-cetāḥ. Ananya-cetāḥ, “sin desviación”. No es perturbado por nada. Tan sólo Kṛṣṇa. Ananya-cetāḥ satatam. Satatam significa en cualquier lugar y en cualquier momento. Por ejemplo, mi
residencia está en Vrindavana. Esa es la tierra de Kṛṣṇa, cuando Kṛṣṇa advino,
estuvo ahí. Ahora estoy en América, en su país, pero eso no quiere decir que
estoy fuera de Vṛndāvana. Porque si yo pienso en Kṛṣṇa siempre, es lo mismo que esté en la India,
en Vṛndāvana o en Nueva York, en este apartamento. La conciencia está ahí. Conciencia
de Kṛṣṇa quiere decir que ya de hecho se vive con Kṛṣṇa, en ese planeta
espiritual. Simplemente tienen que esperar a abandonar este cuerpo.
Ese es el proceso de la conciencia de Kṛṣṇa. Ananya-cetāḥ satataṁ yo māṁ smarati. Smarati significa recordar. Nityaśaḥ, continuamente. Tasyāhaṁ sulabhaḥ pārtha. “Oh, yo soy muy barato para ellos”. Kṛṣṇa se vuelve un lujo muy barato. La cosa más valiosa se vuelve muy barata para aquellos que aceptan el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Tasyāhaṁ sulabhaḥ pārtha nitya-yuktasya yoginaḥ [Bg. 8.14], “Debido a que él está continuamente ocupado en el proceso de yoga, bhakti-yoga, Oh, Yo Soy obtenido muy fácilmente, muy fácilmente”. Kṛṣṇa Mismo declara que es muy fácilmente obtenido mediante este proceso. ¿Por qué tengo que tratar de hacer algún otro trabajo difícil? ¿Por qué tengo que aceptar eso? Nosotros cantamos Kṛṣṇa:
Hare
Kṛṣṇa Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa Hare Hare
Hare Rama Hare Rama,
Rama Rama Hare Hare
y pueden cantar
veinticuatro horas al día. No hay reglas ni regulaciones. Lo pueden hacer en la
calle o en el metro, en su casa, o en su trabajo, oh, no hay impuestos, no hay
gastos. ¿Por qué no lo hacen? Canten siempre
Hare
Kṛṣṇa Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa Hare Hare
Hare Rāma
Hare Rāma, Rāma Rāma Hare Hare
Muchas gracias.
¿Alguna pregunta? (Fin)
Traducción: Kṛṣṇa-kumāra
dās y Rādhā-rāmaṇa dās