Pradyumna
(dirige el canto, etc.):
na ca śaknomy avasthātuṁ
bhramatīva ca me manaḥ
nimittāni ca paśyāmi
viparītāni keśava
Traducción: “Ahora me siento
incapaz de permanecer aquí por más tiempo. La razón se me está ofuscando y la
mente me da vueltas. Sólo veo cosas que serán causa de infortunio, ¡oh, Kṛṣṇa,
destructor del demonio Keśī!
Prabhupāda:
Viparītāni.
Nimittāni ca paśyāmi viparītāni keśava. Viparītāni
significa “todo lo contrario”. “He venido aquí a luchar para recuperar mi
reino, ésa es la causa por la que he venido aquí a luchar, pero ahora mismo veo
que es todo lo contrario, será inútil que luche. He venido aquí para luchar con
alguna finalidad útil, pero ahora veo que viparītāni, todo lo contrario,
será inútil”. ¿Por qué inútil? Porque cuando alguien trata de hacerse rico,
opulento, —es la naturaleza material— simplemente lo hace para mostrar a sus
familiares, a sus amigos, a sus parientes: “Miren cómo me he vuelto rico,
opulento”, esa es la psicología. Una persona trabaja arduamente día y noche
para hacerse rico, simplemente para ostentar ante sus amigos y parientes,
diciéndoles: “Mis queridos amigos y familiares, miren cómo soy rico ahora”, no
tiene otro propósito. Nadie se esfuerza, trabaja arduamente para servir a Kṛṣṇa,
y eso es māyā. Y conciencia de Kṛṣṇa significa soportar las mismas
penalidades, trabajar igual de intensamente pero para Kṛṣṇa. Es como la señora
Sharma, trabajaba en su familia, pero ahora ha venido a trabajar para Kṛṣṇa, y,
esa es la solución, eso es mukti. No que tenemos que poner punto final a
nuestra capacidad de trabajar, simplemente tenemos que cambiar la situación. En
la vida familiar trabajamos inútilmente por nuestros familiares, pero ése mismo
trabajo cuando lo empleamos al servicio de Kṛṣṇa resulta útil hasta en sus más
pequeños detalles.
En esta
canción de Govinda dāsa, dice que śīta ātapa bāta bariṣaṇa e dina jāminī
jāgi re, biphale sevinu kṛpaṇa durajana, capala sukhalaba lāgi re. “He
trabajado sin preocuparme del calor abrasador, y del intenso frío”. Realmente
la gente trabaja así de arduamente, tienen que ir a la oficina, pongamos que ha
nevado, no puede dejar de ir, tiene que ir. O hace un calor abrazador. En su
país no conocen este calor abrazador, pero en la India llega a 122º grados
(Fahrenheit). Tan sólo imaginen, este mismo año, y aún así tienen que ir a
trabajar. En un sitio hace un frío muy intenso, y en otro sitio hace un calor
abrasador y muy intenso también. Es ley de la naturaleza, tienen que sufrir.
Cuando usted está en un país frío, piensa: “¡Oh, la India es muy caliente, muy
cálido, es muy feliz la gente allí!”. Y en la India la gente piensa: “¡oh, en
Inglaterra sí que son felices!”. Así son las cosas, es ilusión. No hay nadie
que piense que en los tres mundos, desde Brahmaloka hasta Pātālaloka, no hay ni
rastro de felicidad. Ābrahma-bhuvanāl lokāḥ punar āvartino 'rjuna [Bg. 8.16]. No hay
felicidad, incluso si usted va a Brahmaloka hasta Pātālaloka. No hay felicidad,
incluso si va a Brahmaloka y recibe la oportunidad de vivir como Brahmā por
millones de años, y un nivel de vida miles de veces mejor; aún así no hay
felicidad, pero no lo saben. Janma-mṛtyu-jarā-vyādhi-duḥkha-doṣānudarśanam
[Bg. 13.9], por lo
tanto mad-dhāma gatvā punar janma na vidyate. Por lo tanto,
nuestro objetivo debe ser solamente cómo ir de regreso al hogar, de vuelta a
Dios, ése debe ser nuestro objetivo.
Nimittāni viparītāni;
viparītāni, cuando poseemos conciencia material vemos que “sin mi
felicidad, sin mi familia, mi sociedad, mi país, mi comunidad...”. Conciben la
felicidad como un egoísmo expandido. “En primer lugar, mi propia felicidad
personal”. Como un niño, el niño no piensa en la felicidad de nadie, todo lo
que toma lo quiere comer; y así, mientras crecemos expandimos nuestra felicidad
un poco más, “mi felicidad, la felicidad de mi hermano, la felicidad de mi
familia, la felicidad de mi comunidad, o la felicidad de mi nación”. Usted
puede continuar aumentando el alcance de la felicidad, pero no hay felicidad,
no hay felicidad y esos necios no lo saben. Y Arjuna también está actuando como
un necio común y corriente. Nimittāni viparītāni. ¿Dónde está mi
felicidad? He venido aquí a luchar para ser feliz, y tengo que matar a mis
propios familiares. ¿Dónde está, entonces, mi felicidad? Yo solo no puedo
disfrutar de la propiedad del reino, tienen que estar también mis familiares,
mis hermanos, y entonces me sentiré muy orgulloso. “Miren, ahora soy el rey,
pero si ellos mueren, ¿A quién, a quién les voy a mostrar mi opulencia?”. Esa
es la psicología Nimittāni ca viparītāni paśyāmi. Todo lo contrario, y
eso es ilusión; eso es ilusión.
No hay
verdadera felicidad en aumentar el propio egoísmo. Es como un líder nacional,
como en nuestro país Mahātma Gandhi. Hizo un plan, pensaba, “que se vayan los
ingleses, entonces mis compatriotas serán felices, mis compatriotas serán
felices”. Pero cuando los ingleses se fueron, dejando a los hindúes la
responsabilidad del imperio Indio, Gandhi por la mañana pensaba: “¡Oh, que
desdichado me siento! Ahora sólo la muerte me daría placer”. Y al día
siguiente, esa misma tarde le mataron. Se sentía tan desgraciado, porque todo
estaba revuelto, muy desordenado; quería la unidad de hindúes y musulmanes,
pero se había dividido el país, los musulmanes se separaron, todo su plan cambió.
Había tantas cosas..., él quería un gobierno muy simplificado, pero veía que
sus discípulos, sus seguidores estaban buscando puestos oficiales, ser
funcionarios, oficinistas. Nimittāni, él pensaba, “Voy a ser feliz y
todos mis compatriotas van a ser felices”, pero al final vio viparītāni,
todo lo contrario. Todo el mundo tiene esa experiencia, mientras estemos
apegados a la materia, nos encontraremos con viparītāni. “Yo quería
ser...”. Sukhera lāgiyā e ghara bandhinu, agune puriyā gelā (?). “Yo
construí esta hermosa casa para ser feliz, pero hubo un incendio y todo se vino
abajo”. Así funciona, usted construye algo, lo construye todo para ser feliz,
pero pasará algo que le pondrá en una situación más desdichada; eso es lo que
se llama el mundo material, pero no lo saben. Por eso la persona inteligente
piensa, “Si tengo que trabajar tan duro por una supuesta felicidad, y está Kṛṣṇa
que me está animando, me está diciendo, me pide: “Trabaja para Mi”. ¿Por qué no
trabajar para Kṛṣṇa? Yo aquí veo viparītāni, todo lo contrario, no hay
felicidad”, eso es inteligencia. “Tengo que trabajar arduamente, y Kṛṣṇa dice:
“entrégate a Mí"“. Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja [Bg. 18.66]. Y
Kṛṣṇa me pide que trabaje para Él, abandonándolo todo. Eso es claro, todo el
mundo lo sabe. “También yo, aquí, trabajo arduamente, trabajo arduamente para
ser feliz, pero viparītāni, me siento desdichado. ¿Por qué, entonces, no
trabajar para Kṛṣṇa?”. Eso es inteligencia. “Al fin y al cabo debo trabajar”. Jīvera
svarūpa haya nitya-kṛṣṇera dāsa [Cc. Madhya 20.108-109]. Por
constitución, toda entidad viviente es sirviente, está sirviendo al eterno
sirviente de Kṛṣṇa, y si no sirve a Kṛṣṇa tendrá que ser sirviente de māyā,
eso es todo. Su servidumbre, su característica de servidor, no desaparecerá. Dheṇki
svarga gele sva-dharmān. (?). Dheṇki, es como un ḍheṇki, esto no lo
entienden. Es una máquina de quitar cáscaras. Digamos una máquina de escribir.
¿Qué quiere decir “enviar la máquina de escribir al cielo? Es para que funcione
como máquina de escribir. Significa que porque ha ido al cielo, ¿su función ha
cambiado? No, su función, su trabajo continuará, tanto en el cielo como en el
infierno la máquina de escribir será lo mismo, kat kat kat, eso es todo.
Del mismo modo, nuestra posición es de sirvientes, si usted no es sirviente de
Kṛṣṇa, entonces tiene que servir, es sirviente de su esposa, de sus hijos, de
sus familiares, de su país, de su nación, de su perro. Al final, si no tiene
familia, se hace sirviente de su perro. Es algo que saben porque es muy
frecuente en su país. Quien no tiene a nadie cuida a un perro y lo saca a
pasear por la calle, su perro pasa excremento, y él se queda esperando: “Sí
señor, haga usted sus cosas, yo espero”. Ahí lo ven, es algo práctico. Si no se
hace sirviente de Kṛṣṇa, acabará como sirviente del perro; así es la
naturaleza. Por eso, la persona inteligente aprenderá esta lección: “Si tengo
que ser sirviente, ¿por qué no ser el sirviente de Kṛṣṇa?, entonces seré feliz;
hay tantos sirvientes de Kṛṣṇa y son tan felices ¿Por qué tengo que seguir
siendo sirviente de māyā? Kāmādīnāṁ katidhā.
Permanecemos
como sirvientes de māyā simplemente pensando en el propio placer de los
sentidos, eso es todo. Continúo sirviendo a mi esposa porque quiero satisfacer
mis sentidos, continúo sirviendo a mi marido porque quiero complacer los
sentidos; y ésa es la enfermedad. Todo el mundo, hasta el sirviente del
sirviente, o el sirviente del perro, porque me gusta, un perrito faldero. Y de
ese modo en realidad, en lugar de ser amos somos sirvientes. Es la realidad. Y,
¿sirvientes de quién? Kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśāḥ [Cc. Madhya 22.16].
Sirvientes de la lujuria, sirvientes de la codicia. Kāma, krodha, moha,
mātsarya, sirvientes de todos esos sentidos. Había un brāhmaṇa que
dijo lo siguiente: “Mi querido Señor Kṛṣṇa, ahora soy un sirviente, he servido
tanto. Kāmādīnāṁ kati na katidhā durnideśāḥ. “Les he servido tan bien
que he tenido que hacer algo que era abominable”. Si usted es sirviente de
alguien, y esa persona dice, tiene que hacer esto, y su conciencia no le
permite hacer eso, aun así, lo tiene que hacer, tiene que hacerlo pese a todo.
Una persona roba para su familia, y no le gusta robar, aún así necesita dinero
y tiene que robar. Kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśāḥ. Esto es
un estudio de la psicología. Cuando soy sirviente de māyā, aunque no
desee hacer algo que no es bueno, aun así me veo obligado a hacerlo. Pero el
resultado es que nadie está satisfecho. Gandhi, sirvió a su país tanto, tan
bien, con tanta voluntad, y aun así el resultado fue que sus compatriotas le
mataron. Ahí lo ven, el resultado, la recompensa fue que sirvió tanto a su
país. Es indudable, nadie puede servir con tanta sinceridad, esto lo sabe todo
el mundo. Pero el resultado fue que incluso una persona como Mahātma Gandhi,
fue matado por sus propios compatriotas. Es como, esta mañana la señora Sharma
me decía que ha trabajado tanto por su familia, pero aun así sus hijos y sus
hijas quieren: “No, no, no puedes irte, tienes que servirnos, tienes que
servirnos, todavía no estamos satisfechos”. Nunca estarán satisfechos. Sirve a māyā,
māyā nunca estará satisfecha. Teṣāṁ na karuṇā jāta na trapā nopaśānti. (?)
La
persona inteligente dice: “Mi querido Señor, he servido a mis sentidos, a mi
lujuria, a mi ira, a mi codicia tantísimo. Pero aun así no son buenos conmigo,
siempre continúan dándome órdenes, dándome órdenes: “haz esto, haz esto, haz
esto, haz esto”. Por eso, samprataṁ labdha buddhi (?), “ahora por Tu
gracia he adquirido inteligencia”. Guru-kṛṣṇa-kṛpayā. “Por la gracia de
mi maestro espiritual, por Tu gracia he recibido esta inteligencia, ahora vengo
a Ti para servir, por favor ocúpame”. Eso es entrega. “He sido tan fiel en el
servicio de mis sentidos, de mi lujuria, de mi codicia, de tantas otras cosas,
pero no están satisfechos, quieren que siga sirviéndoles, jamás me darán la
jubilación, todavía quieren más: ‘¡oh, qué has hecho, tienes tantas cosas que
hacer todavía!’, y ahora estoy harto”. Eso se llama vairāgya. Vairāgya.
Jñana-vairāgya-yuktayā [SB 1.2.12]. Y se
necesita. En la vida humana se necesita esa inteligencia, vairāgya; no
para servir al mundo material, sino para servir a Kṛṣṇa. Los filósofos māyāvādīs
se limitan a poner fin a las actividades materiales. Como la filosofía Budista,
el nirvāṇa; simplemente aconseja poner fin a todo eso. Pero una vez que
le ha puesto fin, ¿qué ocurre, señor? “Nada, el cero, el cero”; pero eso no
puede ser, eso no es posible. Ése es su error. Pero la gente a quien se le
predicó la filosofía de Buda, no era tan inteligente que pensaba que pudiese
haber un servicio mejor tras abandonar el servicio material; por eso el señor
Buda dijo: “Pon fin a ese servicio, tienes que ser feliz ahora, porque en
última instancia todo es cero”, śūnyavādī. Nirviśeṣavādī.
Hay dos clases de māyāvādīs, los
impersonalistas y los nihilistas. Son todos māyāvādīs. Su filosofía es
buena hasta el punto en que un necio no puede entender más que eso. A un necio
si se le informa que hay una vida mejor en el mundo espiritual, que consiste en
ser sirviente de Dios, de Kṛṣṇa, ese necio que pensará: “¡Oh!, yo he sido
sirviente en el mundo material y he sufrido tanto, y ¿de nuevo sirviente de
Kṛṣṇa? ¡Oh, no!, no no, eso no es bueno”. Tan pronto como oyen hablar de
servicio, piensan en este servicio, en este servicio necio. No logran pensar,
concebir, que existe un servicio que sea simplemente ānanda. El deseo de
servirle a Kṛṣṇa es siempre más intenso; ese es el mundo espiritual, y eso no
lo pueden entender. Así es como piensan estos nirviśeṣavādīs, los
impersonalistas. Es como un enfermo que está convaleciente en cama. Si se le
dice que cuando se cure podrá comer bien y podrá caminar, piensa: “¡Ah!
¿Caminar de nuevo? ¿Comer de nuevo?”. Se ha acostumbrado a comer medicinas
amargas y sāgudānā, que no son sabrosas, y a tantas otras cosas como
evacuar excremento y orina, y hacer todas esas cosas en cama, y tan pronto como
le dicen que cuando se cure también podrá evacuar excremento y orina y podrá
comer, pero serán actividades más gustosas, no lo logra entender. Dice: “es
algo como esto”.
Los
impersonalistas māyāvādīs no pueden entender que servir a Kṛṣṇa es
simplemente placer y felicidad, no lo pueden entender. Por eso se hacen
impersonalistas, “No, la Verdad Absoluta no puede ser una persona”. Es otro
aspecto de la filosofía Budista. Impersonal significa cero, eso también es
cero. En la filosofía Budista ponen como objetivo supremo el cero, y esos māyāvādīs también tienen su objetivo
supremo. Na te viduḥ svārtha-gatiṁ hi viṣṇum [SB 7.5.31]. No entienden que hay una vida bienaventurada en el servicio
de Kṛṣṇa. Por eso aquí Arjuna actúa simplemente como un hombre común. Así, le
dice a Kṛṣṇa: “Tú has querido que yo luche, que sea feliz para obtener el
reino, pero matando a mis propios familiares. ¡Oh!, Nimittāni viparītāni,
me estás llevando por un mal camino”. Nimittāni ca paśyāmi viparītāni.
“No me sentiré feliz si mato a los míos, eso no es posible. ¿Por qué me animas
a hacerlo?”. Por eso dijo: Nimittāni ca viparītāni paśyāmi. “No,
no”. Na ca śaknomy avasthātum. “No puedo seguir aquí, quiero volver
atrás, lleva mi cuadriga atrás, no quiero quedarme aquí”. Na ca śaknomy avasthātum bhramativa ca me manaḥ. “Estoy confuso. Estoy desconcertado”.
Ésa es la situación en el mundo material. Siempre
vivimos en medio de grandes problemas, vivimos desconcertados, y cuando a la
persona materialista se le propone algo mejor, se le dice, “Acepte el proceso
de conciencia de Kṛṣṇa y será feliz”, él lo ve nimittāni viparītāni,
todo lo contrario. “¿Qué es ésta conciencia de Kṛṣṇa? ¿Qué voy a ser feliz? Mi
familia tiene problemas, y yo también tengo tantos problemas ¿Cómo va a
ayudarme esta conciencia de Kṛṣṇa?”. Nimittāni ca viparītāni. Es la condición
material de la vida. Por eso para entender se necesita tiempo, un poco de
tiempo. Ése es el Bhagavad-gītā. El propio Arjuna ahora está pensando, nimittāni
ca viparītāni. Cuando entienda el Bhagavad-gītā dirá: ”Sí
Kṛṣṇa, lo que estás diciendo es correcto, es correcto”. Por que después de
instruir a Arjuna, le preguntaba: “Y ahora, ¿qué quieres hacer?”. Porque Kṛṣṇa
no obliga a nadie. Kṛṣṇa dice “Entrégate a Mí”. Él no obliga a nadie, “Tienes
que entregarte a Mí porque Yo soy Dios y tú eres Mi parte integral”. No, nunca
dirá eso. Te ha dado una pequeña independencia, no se entrometerá en ella.
¿Cuál es sino la diferencia entre una piedra y una entidad viviente? La entidad
viviente tiene que tener independencia, aunque sea muy pequeña, diminuta, y en eso
Kṛṣṇa no se entromete, nunca la toca. Usted mismo tendrá que estar de acuerdo.
“Sí, Kṛṣṇa, me entregaré a Ti, es por mi propio beneficio”. Eso es conciencia
de Kṛṣṇa. Usted debe de estar de acuerdo voluntariamente, no de un modo
estereotipado, mecánico, “Tu maestro espiritual dice que esto está bien. Muy
bien, ahora lo haré así”. No. Usted tiene que entenderlo muy bien. Teṣāṁ satata-yuktānām bhajatāṁ prīti-pūrvakam [Bg. 10.10]. Prīti, con
amor. Cuando usted trabaja, cuando trabaja para Kṛṣṇa con amor y entusiasmo,
esa es su vida consciente de Kṛṣṇa. Si piensa, “Esto es una cosa estereotipada,
es problemática, pero, ¿qué puedo hacer? Esta gente me ha dicho que lo haga y
yo lo tengo que hacer”. Eso no es conciencia de Kṛṣṇa, tiene que hacerlo
voluntariamente y con gran placer. Entonces sabe. Encontrarán este verso en el Upadeśāmṛta (3), siempre deben ser entusiastas, utsāhāt. Dhairyat, con
paciencia. Tat-tat-karma-pravartanāt, niścayāt. Niścayāt significa con
confianza. “Cuando me ocupo en actividades conscientes de Kṛṣṇa, las
actividades de Kṛṣṇa, Kṛṣṇa seguramente me llevará de vuelta al hogar, de
vuelta...”. Niścayāt. Y Kṛṣṇa dice, man-māna bhava mad-bhakto
mad-yājī māṁ namaskuru [Bg. 18.65]. “Te llevaré
de regreso”. Así está escrito. Kṛṣṇa no es un mentiroso, de modo que tenemos
que trabajar con entusiasmo. No viparītāni. Eso lo aceptará Arjuna al
final. Kṛṣṇa le preguntará: “Querido Arjuna, ¿cuál es ahora tu decisión?”
Arjuna dirá: “Sí”. Tvat prasādāt keśava naṣṭa-mohaḥ. “Toda mi ilusión se
ha disipado ahora por Tu misericordia”. Kariṣye vacanam tava [Bg. 18.73]. “Ahora
debo luchar. Sí, yo debo matar a todos mis parientes”. Eso es todo. Muchas
gracias. Hare Krishna.
Hombre Británico:
“...hecho de un metal inferior, de hecho, en plomo. Pero no podríamos pensar en
algo mejor que en tener esta insignia, hecha para usted en oro sólido de
veinticuatro quilates y que por este medio la presentamos a los miembros de
este gremio, para usted, nuestro más querido líder”.
Prabhupada:
Muchas
gracias. (Todos los devotos exclaman ¡Haribol!) Entonces ¿Cómo debe ser
utilizado?
Hombre Británico: Justamente
así mi señor, tiene un alfiler.
Prabhupada: ¡Oh! Ya
veo, muchas gracias. Hm. Betiye, saheb.
Idara chair ne (Hindi) ¿Es esta la parte uno? Betiye. (Fin).