Conferencia en la Universidad - Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
De tigre a ratón
Seattle, 20 octubre 1968
(kīrtana, prema-dhvanī)
(Introducción dada por Tamāla Kṛṣṇa. No tenemos la traducción de
esta introducción, pero puede ser leída en enlace en inglés.)
Prabhupāda:
oṁ ajñāna-timirāndhasya
jñānāñjana-śalākayā
cakṣur unmīlitaṁ yena
tasmai śrī-gurave namaḥ
[Ofrezco respetuosas reverencias a mi maestro
espiritual, que, con la antorcha del conocimiento, abrió mis ojos, cegados por
la oscuridad de la ignorancia].
Ésta es una oración al maestro espiritual. Ajñāna-timirāndhasya. Todos en este
mundo material nacemos en ignorancia. Esto está garantizado. Este mundo
material recibe el nombre de tama. La
instrucción védica es tamasi mā jyotir
gamaḥ: “No permanezcan en esta oscuridad; vengan a la luz”. En realidad,
este mundo material es un lugar oscuro. Está iluminado por la luz del sol, la
luz de la luna, la electricidad. Pero en realidad, su naturaleza es la
oscuridad. Esto es un hecho científico. Así que cualquier persona que nace en este mundo material, empezando desde Brahmā,
la personalidad principal en el planeta más elevado de este universo, y yendo
hasta la insignificante hormiga, todo el mundo está en oscuridad. Por lo tanto
recitamos esta oración, ajñāna-timirāndhasya
jñānāñjana-śalākayā. Todo el mundo está en la oscuridad, y aquél que abre
los ojos con la antorcha del conocimiento... Oscuridad significa sin
conocimiento. Así pues, es el deber del maestro espiritual abrir los ojos de las personas en la oscuridad con la
antorcha del conocimiento. Ajñāna-timirāndhasya
jñānāñjana-śalākayā cakṣur unmīlitaṇ yena. La persona que abre nuestros
ojos así, él es el maestro espiritual. Y uno debe ofrecer sus respetuosas
reverencias a dicha personalidad.
Así pues, la gente no debe ser puesta en la oscuridad, ellos deben ser
llevados a la luz. Por eso, en cada sociedad humana hay alguna institución
religiosa. Esto es seguro –el hinduismo, o los musulmanes, o el cristianismo, o
el budismo– o cualquier otro “ismo”, así –¿cuál es su propósito? Su propósito
es llevar a las personas hacia la luz. Ése es el propósito de la religión. Y,
¿cuál es esa luz? Esa luz es la Suprema Personalidad de Dios. Religión
significa que está formada por las leyes de la Suprema Personalidad de Dios.
Esto se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam,
dharmaṁ tu sākṣād bhagavat-praṇītam [SB 6.3.19]. Por ejemplo, en el estado existe la ley del rey. El rey dicta unas
leyes, y si usted es un buen ciudadano, entonces obedece esas leyes y vive
pacíficamente. Este es un ejemplo muy simple. Del mismo modo, dharma o religión significa obedecer las
leyes de Dios, eso es todo. Puede que varíen según el tiempo, las
circunstancias, la gente. Por ejemplo, las leyes del estado en la India quizás
no concuerden un cien por cien con las leyes de los Estados Unidos. Pero eso no
significa que no haya ley. Y uno tiene que actuar de acuerdo con la ley. Este es
un principio general. Similarmente, si un ser humano no obedece las leyes de
Dios, es un animal. Por ejemplo en la calle hay señales: “Manténgase a la
derecha”. Un ser humano obedece la ley, sí, “se mantiene a la derecha”, y si no lo obedece, entonces queda bajo la
custodia de la policía. Pero si un animal desobedece, no hay ninguna ley para
él. Así pues, todas esas leyes, todas esas escrituras, todos esos principios
religiosos, están hechos para el hombre, no para los animales. Por lo tanto una
persona sin principios religiosos, sin conciencia de Dios, no es mejor que un
animal. Esa es la definición que se da en la literatura védica. Āhāra- nidrā-bhaya-maithuna‚
ca sāmānyam etat paśubhir narāṇām. Dormir, comer, tener vida sexual y defenderse, estos cuatro
principios son iguales tanto entre los seres humanos como en la vida animal. Dharma hy tasya eka viśeṣa. La
diferencia entre un ser humano y un
animal es que un hombre está buscando a Dios; pero un animal no puede
buscar a Dios. Esa es la diferencia. Por lo tanto un hombre que no tiene este
interés por buscar a Dios no es mejor que un animal. Este es un hecho aceptado en toda sociedad
civilizada. Desdichadamente, en la época actual, en cada país, en cada
sociedad, están tratando de olvidar a Dios. Hay algunos que están hablando
públicamente de que no hay Dios, o que si hay Dios está muerto, y así. Esa es
la precaria condición de la sociedad humana.
Hay una historia muy bonita. Había una vez un ratón
que tenía problemas con un gato. Así que se dirigió a una persona santa: -”Mi
querido señor, tengo muchos problemas”. -“¿Cuál es el problema?”. El ratón
dijo: “El gato se pasa el día cazando. Así que yo no puedo estar tranquilo”. -“Entonces, ¿qué es lo que quieres?”. -“Por favor, conviérteme en un gato”. -“Está
bien, vuélvete un gato”. Después de unos pocos días, ese mismo gato de nuevo
volvió a dirigirse a la persona santa, diciendo: “Mi querido señor, otra vez
estoy en problemas”. -“¿Qué es lo que pasa?”. -“Los perros están todo el día
detrás de mí”. -“Entonces, ¿qué es lo
que quieres?”. -“Por favor, conviérteme en un perro”. -“Está bien, vuélvete un
perro”. Pero después de unos pocos días, volvió de nuevo. Dijo: “Otra vez tengo
problemas, señor”. -“¿Qué es lo que pasa?”. -“Ahora los zorros me persiguen”. -“Bueno,
entonces, ¿qué es lo que quieres?”. -“Quiero volverme un zorro”. -“Está bien,
vuélvete un zorro”. Pero otra vez volvió. Y dijo: “Oh, los tigres me persiguen”.
-“Entonces, ¿qué es lo que quieres?”. -“Quiero volverme un tigre”. -“Muy bien,
vuélvete un tigre”. Y cuando se vio convertido en un tigre, clavó sus ojos en
aquel santo y dijo: “Ahora te voy a comer”. -“Ah, ¿ahora me vas a comer? Yo te
he convertido en un tigre, y ahora, ¿tú quieres comerme?”. -“Sí, yo soy un
tigre. Te voy a comer”. Pero entonces el santo le maldijo diciendo: “Vuélvete
ratón”. Así que se volvió un ratón.
De esta manera es nuestra civilización humana. El
otro día estaba leyendo en su Almanaque
mundial. Decía que en los siguientes cien años, la gente viviría bajo
tierra como las ratas. Nuestro avance científico ha creado esta bomba atómica
para matar a los seres humanos, y esto será usado. Y tendremos que ir bajo
tierra para, de nuevo, convertirnos en ratones. Desde tigres pasaremos a ser
ratones. Eso va a ocurrir. Es la ley de la naturaleza. Daivī hy eṣā guṇamayī mama māyā duratyayā [Bg. 7.14]. Si desafían las leyes del estado, serán puestos en dificultades,
de forma similar, si continúan desafiando a la autoridad suprema del Señor, la
Personalidad de Dios, entonces el mismo resultado: otra vez convertidos en
ratas. Tan pronto como empiecen a caer bombas atómicas, toda la civilización
sobre la superficie del globo habrá llegado a su final. Quizás a la gente no le
guste esto. Quizá sea muy desagradable, pero es así. Satyaṁ brūyāt priyaṁ brūyāt ma brūyāt satyam abrūyāt. Hay una
convención social muy común de que aunque usted quiera hablar la verdad, que
diga algo que sea muy agradable de oír, algo más halagüeño. No hable de la verdad
si es desagradable. Pero nosotros no estamos hechos para esas convenciones
sociales. Somos predicadores, sirvientes de Dios. Debemos hablar la verdad
real. Quizás les guste o no, una civilización sin Dios no podrá ser feliz en
ninguna etapa. Es un hecho. Por lo tanto, hemos comenzado con este movimiento
de la conciencia de Kṛṣṇa para despertar a esa civilización sin Dios, para que
traten de amar a Dios. Así de simple. El amor está dentro de ustedes. Quieren
amar a alguien. Un joven trata de amar a una joven, la muchacha trata de amar a
otro joven. Eso es algo natural, porque el amor está ahí. Pero hemos creado
unas circunstancias tales que nuestro amor está siendo frustrado. ¿Por qué?
Todo el mundo está frustrado. Entre el esposo y la esposa, entre los muchachos
y las muchachas, entre los hombres, entre las naciones, a todos los niveles, el
amor no está siendo utilizado apropiadamente. ¿Por qué? El problema es que
hemos olvidado amar a la Persona Suprema. Esa es la enfermedad.
Así pues, el propósito de la religión es tratar de
entrenar a las personas para que puedan amar a Dios. Ese es el propósito de
todas las religiones. Ya sea que ustedes acepten el cristianismo o el hinduismo,
o cualquier otro “ismo”, el sentido de todo ello es que traten de amar a Dios,
porque esa es nuestra inclinación natural. Incluso en una sociedad incivilizada,
cuando cae un rayo, inmediatamente ofrecen reverencias. Es algo natural. Y en
el Śrīmad-Bhāgavatam se dice, sa vai puṁsāṁ paro dharmo yato bhaktir adhokṣaje
[SB 1.2.6]. Esa palabra, dharma, se traduce o se explica en el diccionario inglés como
“religión”, como “un cierto tipo de fe”. Pero en el diccionario sánscrito, dharma significa característica. Es como
el azúcar. Su característica singular es la dulzura. Si alguien les da azúcar y
se dan cuenta de que no es dulce, inmediatamente lo rechazarán: “Oh, esto no es
azúcar. Esto es alguna otra cosa”. Por lo tanto esa dulzura es la
característica del azúcar. Del mismo modo, el sabor salado es la característica
de la sal, el picante es la característica del chili. Similarmente, ¿cuál es su
característica como entidades vivientes? Eso es lo que tienen que aprender. Esa
es su religión. No estamos hablando de religión cristiana, o de religión hindú,
o de esta religión, o de esta otra. ¿Cuál es su característica eterna? Quieren
amar a alguien, y por lo tanto quieren servirle. Esa es su característica. Aman
a su sociedad, a su familia, a su país, aman a su comunidad. Y puesto que los
aman, por lo tanto les sirven. Esa es su característica. Ya sean cristianos, o
musulmanes, o hindúes, esa característica siempre está ahí. Supongamos que hoy,
por ejemplo, son cristianos, y mañana se vuelven hindúes. Este espíritu de
servicio, este espíritu amoroso los acompaña, ya sea que se vuelvan hindúes, o
musulmanes, o cristianos. Por lo tanto, ese espíritu de servicio, ese amor, esa
tendencia a amar, y ese espíritu de servicio es su característica esencial, y esa
es su religión. Esa es la forma universal de religión. Tienen que aplicar esa
característica natural en un cierto lugar, en el cual estén satisfechos. Su
espíritu de servicio está ahí, su amor está ahí, pero puesto que está siendo
mal dirigido, no es feliz. Están frustrados y confusos. El Bhāgavatam da una indicación al respecto, sa vai puṁsāṁ paro dharmo yato bhaktir adhokṣaje [SB 1.2.6]. El sistema de religión de primera clase es aquel que los entrena
para desarrollar amor por Dios. Y si desarrollan esa tendencia hasta su máximo
grado, esa tendencia a amar a Dios, entonces se volverán perfectos. Y sentirán
esa perfección en su interior. Yayātmā
suprasīdati. Están anhelando plena satisfacción. Esa plena satisfacción la
pueden obtener únicamente cuando amen a Dios. Esa es su función natural. No
importa si están siguiendo el cristianismo, o el hinduismo, o el Corán.
Simplemente traten de entender en qué medida han desarrollado su conciencia de
Dios y su amor por Dios. En ese caso su religión, cualquiera que sea, es
perfecta, muy buena. De otro modo, es simplemente una pérdida de tiempo inútil.
Śrama eva hi kevalam. Si después de
haber estado ejecutando todos esos rituales en su tipo particular de religión
durante toda su vida, si se dan cuenta de que no han desarrollado amor por
Dios, entonces eso significa que simplemente han desperdiciado su tiempo. Śrama eva hi kevalam.
Nuestro movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa es el
nivel postgraduado de todos los tipos de religión. Estamos invitando a todos,
ya sean musulmanes, o hindúes, o cristianos, o esto o lo otro: “Por favor, vengan
con nosotros y traten de amar a Dios”. Este es el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa.
Y el método es muy sencillo. Simplemente canten este santo nombre: Hare Kṛṣṇa,
Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.
Todos estos muchachos, mis discípulos, son americanos, y proceden de las iglesias
cristianas y judías. Ninguno de ellos proviene de la India. Pero, ¿cuál es el
proceso que les he dado? El proceso es cantar Hare Kṛṣṇa. Es un método muy
simple. Por cantar este mantra... Mantra significa...
La palabra sánscrita mantra se divide
en dos, man significa mente, y tra significa liberación. Mantra significa aquello que lo libera
de la especulación mental. Lo libera de vagar en el plano mental. Tienen que
aceptar este mantra: Hare Kṛṣṇa, Hare
Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Y se
darán cuenta de que muy pronto estarán llegando a la luz.
Así pues, no quiero hacerles perder mucho tiempo,
pero simplemente quiero convencerlos de que el canto de este mantra Hare Kṛṣṇa es tan bueno, que si
hacen un experimento podrán verlo por ustedes mismos. Pueden tratar de cantar
al menos por una semana y verán cuanto habrán cambiado. No cobramos nada, así
que no hay ninguna pérdida por su parte. Si hay alguna ganancia es de ustedes.
Si prueban, no hay ninguna pérdida, eso está garantizado. Canten Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare
Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Muchas gracias. (Fin)
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