Discurso de llegada - Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Prediquen este mensaje por todo el mundo
San Francisco, 15 julio 1975
Prabhupāda: Aquel que tiene una fe inquebrantable en Dios, y una fe del mismo
calibre en el guru, yasya deve...
(Aparte) ¿Qué es ese sonido? ¿No se puede detener? Deva significa Bhagavān. Devāya tasmai namaḥ.
yam brahmā varuṇendra-rudra...
stunvanti divyaiḥ stavair
vedaiḥ saṅga-pada-krama upaniṣadair
gāyanti yaṁ sāma-gāḥ
dhyānāvasthita-tad-gatena manasā
paśyanti yaṁ yoginaḥ
...devaya tasmai namaḥ
Deva significa
la Suprema Personalidad de Dios, que es alabado mediante este mantra védico. El señor Brahmā, el señor Śiva y todos los semidioses le ofrecen sus oraciones. El Sāma Veda canta en
glorificación del Señor Supremo. Los yogis ven siempre al Señor Supremo
en el corazón, en lo más profundo del corazón. Eso es deva. Devāya tasmai namaḥ. Entones, yasya deve parā bhaktir yathā deve tathā gurau [ŚU 6.23]. Todo aquel que tiene una fe
inquebrantable en Dios... Dios significa Kṛṣṇa. Kṛṣṇas tu bhagavān svayam [SB 1.3.28]. Entonces, todo aquel que tiene una fe
inquebrantable en Dios, y una fe semejante en el guru, a esa persona se
le revela el sentido de los vedas. Yasya deve parā bhaktir yathā deve tathā gurau, tasyaite kathitā hy arthāḥ. Los mantras
védicos y su artha, a esa persona se
le revelan. Ese es el proceso.
Así que nuestros estudiantes, estos estudiantes europeos y americanos,
presentan sus respetos a su maestro espiritual. Los que lo vean desde afuera
tal vez piensen que el maestro espiritual está muy engreído. Que se dedica a
estar ahí sentado y a recibir las reverencias de sus discípulos. Pero la
realidad es que hay que enseñarles estas cosas, como ofrecer respeto al maestro
espiritual. Ese es nuestro proceso védico. Toda secta védica sigue el principio
de ādau gurv-āśrayam, “Lo primero es aceptar un guru”. Si no hay un
guru, cómo se va a poner en práctica
este yasya deve parā bhaktir yathā deve tathā gurau? [ŚU 6.23]. Ese es el mandamiento de los Vedas. Hay
otros mandamientos védicos que indican lo mismo. El Kaṭha Upaniṣad añade, tad-vijñānārthaṁ sa
gurum eva abhigacchet [MU 1.2.12]. “Si quieres aprender la ciencia trascendental, lo
primero que tienes que haces es acudir a un guru”. Del mismo modo que Dios es uno, el guru también es uno.
No puede haber distintos gurus. Hoy en día se ha puesto de moda decir
que “yo tengo mi propio guru, tú tienes tu propio guru”. Pero no. Guru significa el
representante de Dios. Del mismo modo que Dios es uno, el guru también
es uno. No puede haber distintos gurus. Siendo Dios uno, ¿cómo puede
haber distintos gurus? El guru
como principio, es uno. (Un niño llora) (Aparte) (Alto, por favor, el niño)
El guru original es Kṛṣṇa. Yaṁ brahmā
varuṇendra-rudra stunvanti divyaiḥ stavaiḥ. El guru original a quien Brahmā, yaṁ
brahmā varuṇa indra, y todos los
semidioses, ofrecen sus
oraciones. En el universo se considera a Brahmā la entidad viviente más eminente. Pero también él
ofrece reverencias a Kṛṣṇa. Śiva-viriñci-nutam [SB 11.5.33]. También el
señor Śiva ofrece sus reverencias a Kṛṣṇa. Ese es el proceso védico.
De modo que Kṛṣṇa es el Dios original. El guru original. Por eso Kṛṣṇa viene para enseñar a estas almas caídas. Yadā yadā hi dharmasya glanir bhavati bhārata, tadātmānaṁ sṛjāmy aham [Bg. 4.7]. Del mismo modo que la función del guru es
proteger a sus discípulos subordinados, a protegerles de la caída... Yo viajo
por todo el mundo, dos o tres veces al año. Mi deber es velar por mis
discípulos, aquellos que me han aceptado como guru, para que no caigan.
Esa es mi ansiedad. Del mismo modo, siendo Kṛṣṇa el guru original, Él también está lleno de
ansiedad. Porque “Mis hijos”... todos somos hijos de Kṛṣṇa, partes integrales de Kṛṣṇa. Mamaivāṁśo jīva-bhūtaḥ [Bg. 15.7].
sarva-yoniṣu kaunteya
sambhavanti mūrtayo yāḥ
tāsāṁ mahad-yonir brahma
ahaṁ bīja-pradaḥ pitā
[Bg. 14.4]
Kṛṣṇa no es de la India ni es hindú. Kṛṣṇa lo es todo. Todos somos hijos de Kṛṣṇa, en todas las formas. Sarva-yoniṣu. Yoni significa especie. Hay 8.400.000 especies. Y todos ellos son entidades vivientes, son partes
integrales de Kṛṣṇa. Por eso Kṛṣṇa está muy ansioso de ver que Sus hijos son muy
felices, del mismo modo que el padre quiere ver que su hijo es feliz. Y Kṛṣṇa reconoce que Él es bīja-pradaḥ pitā, Él es el Padre
supremo. Creo que el cristianismo también acepta a Dios como Padre supremo. Esa
es la realidad. Dios es el Padre supremo. Del mismo modo que el padre quiere
ver a sus hijos muy felices, también Kṛṣṇa quiere ver que todos somos muy felices. Así es Kṛṣṇa. Pero nosotros estamos evitando a Kṛṣṇa de forma persistente. Y sufrimos, eso es lo que
hacemos. Por eso Kṛṣṇa dice:
yadā yadā hi dharmasya
glanir bhavati bhārata
abhyutthānam adharmasya
tadātmānaṁ sṛjāmy aham
[Bg. 4.7]
Acabo de llegar aquí, vengo de Filadelfia. En el viaje estuvimos
hablando con la tripulación del avión, con el piloto, el capitán. Nos
escucharon con mucha paciencia. Me hicieron una pregunta muy inteligente: “Si
todo lo ha creado Dios...”. Sí, eso es un hecho. Janmādy asya yataḥ [SB 1.1.1]. El Vedānta-sūtra dice que todo
emana de Dios. Nada puede existir si no está presente en Dios. Es una realidad. Īśāvāsyam idaṁ sarvam [Īśo 1]. Su pregunta entonces, era: “¿Qué ocurre con el mal?”.
El mal también es creación de Dios. Y yo se lo expliqué de la siguiente manera:
Para Dios no hay ni bien ni mal, todo es bueno. Le di un ejemplo: Le expliqué
que el bien, la piedad, es la parte delantera de Dios, mientras que el mal es
la parte trasera de Dios. Partiendo de ese ejemplo, el pecho o la espalda de mi
cuerpo, son iguales. No es que si me duele la espalda no me preocupo y solo lo
cuido cuando me duele el pecho. No es así. Aunque es la espalda, es tan
importante como el pecho. Entonces, ¿el bien y el mal tienen la misma
importancia? No. Para el mal tenemos este ejemplo: Para Dios nada es malo. Le
di otro ejemplo: El sol. No hay oscuridad. En el cuerpo del sol no hay
oscuridad en ninguna parte. Pero para nosotros hay luz y oscuridad. Es como si tiene
el sol detrás de usted, produce oscuridad, sombra, su sombra. Y si se sitúa
delante del sol no hay oscuridad. Así que es cosa mía, soy yo quien crea la
oscuridad. Tan pronto como cambio mi situación, en lugar de permanecer delante
de Dios, tengo a Dios detrás, a mis espaldas, surge la oscuridad. De no ser así,
no se puede hablar de oscuridad. Pero en el sol tal como es, no hay oscuridad.
Por lo tanto, Dios, es completamente bueno. Y para nosotros, cuando olvidamos a
Dios, surge el mal. Y cuando estamos siempre en estado consciente de Dios, todo
es bueno. ¿Está bien ese ejemplo?
Devotos: Jaya!
Bahulāśva: Perfecto
Prabhupāda: Dios es
completamente bueno. En Él no hay ni bien ni mal. Apāpa-viddham. Encontraréis la explicación en el Īśopaniṣad, apāpa-viddham. Todo lo que hace Dios es bueno. Pero si nosotros imitamos a Dios,
entonces surge el mal. Y esa es la enfermedad material.
Otra pregunta fue... —porque el piloto era una persona muy inteligente—: “¿Cómo podemos encontrar la paz?”. Le di la
siguiente respuesta del Bhagavad-gītā. El Bhagavad-gītā dice:
bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ
sarva-loka-maheśvaram
suhṛdaṁ sarva-bhūtānāṁ
jñātvā māṁ śāntim ṛcchati
[Bg. 5.29]
(Aparte) ¿Tu nombre es Śānti dāsa?
Śānti: Si.
Prabhupāda: Si entendemos estas tres cosas, que todo pertenece a
Dios... Sarva-loka-maheśvaram. Él es el propietario. Y como Él es el propietario,
Él es el disfrutador. Es como en un gran establecimiento, o en una gran
familia, ¿quién es el disfrutador? El propietario. Eso es natural, si Dios es
el propietario, Dios es el disfrutador supremo. Así se explica.
bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ
sarva-loka-maheśvaram
suhṛdaṁ sarva-bhūtānāṁ
jñātvā māṁ śāntim ṛcchati
[Bg. 5.29]
Si aprenden estas tres cosas, que Dios es el propietario, Dios es el
disfrutador y Dios es el verdadero amigo... En realidad, de hecho, Él es el
verdadero amigo. Y nuestro ateísmo significa que queremos ser los propietarios.
“Esta es mi tierra, soy americano”. “América soy yo, es mía”, o que “la India
es mía”. O lo que sea. En realidad el propietario es Dios. Pero nosotros
pretendemos falsamente que “es propiedad mía, o nuestra”. Por eso no conocemos
la paz, śānti. Trataen de
entender. En realidad el propietario es Dios. Pero nosotros, llevados de
nuestra necedad, pretendemos ser los propietarios. “Es mío”. Por eso no
conocemos śānti, la paz. De forma similar, Dios es el disfrutador
supremo de todo. Yajña-tapasām. Practicando tapasya, realizando yajña, nos elevamos, obtenemos ganancias, un cuerpo material,
ganancias materiales. Si celebran yajñas pueden elevarse hasta los
planetas celestiales. Lo mismo ocurre si llevan a cabo austeridades. Pueden
elevarse al plano de la vida espiritual. Pero ¿qué vamos a hacer con nuestra
vida espiritual? “Vida espiritual” significa que si son sirvientes de Dios,
podrán vivir, conocerán la paz. Pero si quieren ser Dios ustedes mismos, o ser
el amo, entonces se encontrarán con problemas. Porque no es la realidad. Bhoktāraṁ
yajña-tapasāṁ sarva-loka-maheś..., suhṛdaṁ sarva-bhūtānām [Bg. 5.29]. Y Dios es el amigo de todos. ¿Por qué no? Él dice
que todas las entidades vivientes —sea cual sea su forma, la forma en que existan— “son hijas Mías”.
¿Acaso no es el padre el mejor amigo de sus hijos? Pero, no. Nosotros
pretendemos que: “Yo voy a ser amigo de los demás. Voy a ser tu líder. Te voy a
llevar a la prosperidad”. No, eso es falso. Los líderes políticos, o los
supuestos líderes religiosos, o tantos otros líderes como existen, están
adoptando la posición de Dios. “Yo seré tu amigo. Voy a guiarte para que tú
seas feliz”. Esto es erróneo. Tú no puedes ser amigo de nadie. ¿De cuántas personas
o de cuántos hombres pueden ser amigos? ¿Uno, dos, tres, cuatro, cinco, diez
mil, cien mil, un millón? Hay una cantidad ilimitada, asāṅkhyā. Jīva bhāva sa..., asāṅkhyā. No pueden contar la cantidad que hay. Supongamos que
quieren ser amigo de sus hijos en su casa. O amigo de su esposa. Pero ¿cómo van
a ser amigo de los elefantes de la selva de África? No pueden. Pero verán que
en la selva de África hay cientos y miles de elefantes. Y todos comen y duermen
muy cómodamente. ¿Quién les abastece? ¿Quién les da lo que necesitan? Es Dios.
Verán en su habitación que hay un agujero del que salen miles de hormigas. ¿Son
ustedes quienes les dan de comer? ¿Quién les da de comer?
Por lo tanto, el verdadero amigo es Dios. El amigo de todos. Es un
hecho, una realidad. Pero nosotros, sinvergüenzas, vamos por ahí proclamando
que: “Yo voy a ser tu amigo”. O “Yo voy a ser tu líder”. Por eso los líderes,
esos supuestos líderes, no viven en paz. ¿Cómo van a conocer la paz? Los
líderes, todos, están tratando de mantener su posición, sea como sea. Y es un
trabajo muy difícil. No hay paz, no puede ser. Tienen el ejemplo de su
presidente, el señor Nixon, que quiso conservar su posición... ¿Cuánto
desasosiego tuvo que pasar? Esto hay que estudiarlo. No se presenten como el
amigo de alguien, de nadie, o de la gente o de la nación. No, enséñeles.
Enséñeles que su amigo es Dios. “Yo soy sirviente de Dios y le traigo este mensaje.
Puedo enseñarle como Dios puede ser su amigo, y como usted puede obtener
resultados amistosos de Dios”. Eso es el guru. El guru no dice “Yo
soy Dios”. Eso no es guru. El guru nunca dirá una cosa así. La
oración de Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura dice así:
sākṣād-dharitvena samasta-śāstrair
uktas tathā bhāvyata eva sadbhiḥ
kintu prabhor yaḥ priya eva
tasya...
Al guru se le adora... Tal y como mis discípulos me ofrecen
reverencias. Igual que a Dios. Ese es su deber. Sākṣād-dharitvena samasta-śāstraiḥ: “Todos los śāstras recomiendan
que al guru hay que respetarle al mismo nivel que a Dios”. Pero eso no
significa que el guru es un necio que se cree Dios. Sākṣād-dharitvena samasta-śāstrair uktaḥ. Uktaḥ significa “dicen”, “se aconseja”. Tathā bhāvyata eva sadbhiḥ: “Las personas elevadas, las personas avanzadas,
aceptan esta verdad. Al guru hay que
adorarle igual que a Dios”. Pero ¿por qué se le respeta de esa manera? Porque kintu prabhor yaḥ priya eva tasya: “Porque le es muy querido a Dios”. El guru nunca
pensará: “Mis discípulos me están adorando igual que a Dios. Por lo tanto, yo
me he vuelto Dios”. Eso no es un guru. Es un sinvergüenza. El guru siempre
se encuentra en la posición de sirviente. Y debido a que es el sirviente más
íntimo, más confidencial de Kṛṣṇa, debido a ello hay que respetarle al mismo nivel
que a Kṛṣṇa. Porque en
nuestra situación actual, no podemos ver a Kṛṣṇa. Pero Kṛṣṇa envía a Su representante, a quien, por lo tanto, se
le respeta como a Kṛṣṇa. Entonces, ¿cómo puede una persona llegar a ser guru y representante de Kṛṣṇa? ¿A todo el que diga: “Yo soy representante de Kṛṣṇa, yo soy guru”?
No. Eso lo explica Śrī Caitanya Mahāprabhu. Śrī
Caitanya Mahāprabhu dice: āmāra ājñāya guru hañā tāra ei deśa [Cc. Madhya 7.128]. “Tú vuélvete guru, siguiendo, cumpliendo mi
orden”. Guru significa aquel que está cumpliendo la orden de Śrī Caitanya Mahāprabhu. No un guru autoproclamado.
Guru significa el sirviente más
confidencial de Kṛṣṇa o de Caitanya Mahāprabhu, es lo mismo. Él
es guru.
Y Caitanya Mahāprabhu ordena a todos, sobre todo a quienes han nacido en la India. Él les
dice sobre todo a ellos:
bhārata-bhūmite manuṣya-janma haila
yāra
janma sārthaka kari' kara
para-upakāra
A todo el que ha nacido en la India, Bhāratavarṣa-bhumi... En el pasado Bhāratavarṣa significaba el
planeta entero, ahora es la India, no importa. “A todo el que ha nacido en la
India, Bhāratavarṣa, debe hacer de su vida un éxito” y kara para-upakāra. “Y salir de la
India y hacer el bien a los demás”. Para-upakāra. Esa es la misión de la India. “La misión de la
India es distribuir, propagar el conocimiento espiritual por todo el mundo.
Porque viven sumidos en la oscuridad”. Por eso Caitanya Mahāprabhu ha dicho: bhārata-bhūmite manuṣya-janma haila yāra, janma sārthaka kari [Cc. Ādī 9.41]. “Primero, tú tienes que alcanzar el éxito”. Porque
en la India encontrarán los Vedas, los Upaniṣads, el Rāmāyaṇa, el Mahābhārata, los Purāṇas y el Vedānta-sūtra, el Śrīmad-Bhāgavatam, el Bhagavad-gītā y tantas otras cosas. Todas las escrituras védicas.
Y los hindúes, los que de verdad tienen prestigio, deben aprender, deben
conocer, a partir del guru, todas estas escrituras. Hacer de su vida un
éxito y después irse, salir de la India y predicar. Esa es la orden de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Y si alguien
dice: “Yo no tengo conocimiento, carezco de educación, de cultura. ¿Cómo voy a
aprenderme todos estos libros?”. Hay que alcanzar la perfección en la vida y
después predicar. Caitanya Mahāprabhu le dice a esa persona: “No tienes que aprenderte
tantos libros”. Él dice: āmāra ājñāya guru hañā
tāra ei deśa [Cc. Madhya 7.128]. “Simplemente
sé un guru, conforme a mi orden”. “Y ¿Cuál es tu orden Señor?”. Yāre dekha, tāre kaha kṛṣṇa-upadeśa. Eso es guru. No tienen que aprender
demasiado, simplemente, repite como un loro lo que Kṛṣṇa a dicho. Nada más. ¿Es difícil esto? Kṛṣṇa lo ha dicho todo en el Bhagavad-gītā. Aprendan el Bhagavad-gītā y repítanlo. Usted es un guru. Eso es guru.
A veces la gente me da mucho mérito, dicen que yo he hecho cosas
maravillosas en todo el mundo. Pero yo no sé. Yo no sé que sea una persona
maravillosa. Pero sí sé una cosa, sé que estoy diciendo lo que ha dicho Kṛṣṇa. Y nada más. No estoy añadiendo ni contaminando
nada, añadiendo mezclas. Por eso he presentado el Bhagavad-gītā Tal Como Es. Ese mérito sí lo puedo aceptar. Que no he hecho
ningún añadido ni ninguna adulteración insensata. No he añadido nada. Y he
visto en la práctica que ha dado resultado. A todos estos europeos y
americanos, yo no les he pagado, no los he sobornado, soy un pobre hindú. Vine
a América con cuarenta rupias, ahora tengo cuarenta millones de rupias. No es magia. (En voz baja a un devoto) (Aparte) Puedes
ir atrás, te estás durmiendo. Es un secreto. Si quieren ser guru honestamente... Si quieren engañar
eso es otra cosa. Hay tantos engañadores. La gente, además, quiere que la engañen.
Tan pronto como les decimos, “Si quiere ser mi discípulo tiene que abandonar
estas cuatro cosas: nada de vida sexual ilícita; nada de consumo de drogas,
alcohol, etc., etc., incluso el beber té o fumar cigarrillos; nada de comer
carne; y nada de practicar juegos de azar”. Entonces me critican. No, no “Swamijī es muy conservador”. Pero si lew digo: “Puede hacer
todas las tonterías que le apetezcan. Simplemente cante este mantra y deme 125 dólares”; eso sí les
gusta. Porque en América, 125 dólares no es nada. Cualquiera puede pagarlos
inmediatamente. Si yo hubiera engañado a la gente de esa manera, habría hecho
millones de dólares. Pero no lo he hecho. Quiero un estudiante que siga mis
instrucciones. No quiero millones. Si hay una luna en el cielo, eso basta para
dar luz. No hay necesidad de millones de estrellas. Mi posición, por lo tanto,
es que quiero ver que por lo menos un discípulo se ha vuelto devoto puro. Por
supuesto, tengo muchos devotos sinceros y puros. Ese es mi buen trabajo. Pero me
habría sentido satisfecho si hubiera podido encontrar aunque solo fuese uno. No
se necesitan estas millones de estrellas.
Por eso el proceso está ahí, y es muy sencillo. Si entendemos todas
las instrucciones del Bhagavad-gītā y estudiamos el Śrīmad-Bhāgavatam... O incluso si no lo estudiamos. Caitanya Mahāprabhu nos ha dado un
método muy sencillo. Y también se recomienda en los śāstras:
harer nāma harer nāma harer nāmaiva
kevalam
kalau nāsty eva nāsty eva nāsty eva
gatir anyathā
Si queremos estudiar las escrituras védicas, eso es muy bueno. Es una
base sólida. Así que tenemos ya cincuenta libros. Conviértanse en grandes
eruditos en lo que se refiere a la filosofía y la religión, en sociología. En
el Śrīmad-Bhāgavatam lo tienen todo. También la política. Y se convertán en personas
perfectas, con conocimiento completo. Y si piensan que no tienen tiempo, que no
son tan grandes eruditos, que no pueden leer todos esos libros, entonces canten
Hare Kṛṣṇa. De cualquiera de
las dos formas alcanzarán la perfección. O las dos, o por lo menos una. Si no pueden
leer libros, canten Hare Kṛṣṇa y serán perfectos. Y si leen libros y cantan Hare Kṛṣṇa, eso es muy bueno. Pero no pierden nada si cantan
el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa. Y si no pueden
leer libros, no pierden nada. No pierden nada, cantar es suficiente. Pero si leen
podrán defenderse de la oposición, de los que les contradigan. Y eso les
ayudará en su labor de prédica. Porque en las actividades de prédica tienen que
responder a tantas preguntas y enfrentarse a tantos elementos contrarios. De
modo que si son fuertes en su posición, leyendo libros, las escrituras védicas,
entonces acabarán siendo muy muy favoritos de Kṛṣṇa. Kṛṣṇa dice:
na ca tasmāt manuṣyeṣu
kaścit me priya-kṛttamaḥ
ya imaṁ paramaṁ guhyaṁ
mad-bhakteṣu abhidhāsyati
A todo el que predica este conocimiento confidencial, sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja [Bg. 18.66], si tienen la capacidad, si se capacitan para
predicar este mensaje en todo el mundo, entonces inmediatamente gozan del
reconocimiento del Señor supremo. Na ca tasmāt
manuṣyeṣu kaścit me priya-kṛttamaḥ. Así lo dice Kṛṣṇa.
Así que pido especialmente a los hindúes y a quienes ahora han aprendido el Bhagavad-gītā, que prediquen
este mensaje por todo el mundo. Hay un buen potencial, eso ya lo hemos
comprobado. Pero no adulteren el mensaje. Porque lo echarán a perder. Hablen del
Bhagavad-gītā Tal Como Es, y dará resultado. ¿Por qué no iba a dar resultado? Porque las
palabras del Señor y el Señor mismo son absolutos, iguales, no hay diferencia.
nāma cintāmaṇiḥ kṛṣṇaḥ
caitanya-rasa-vigrahaḥ
pūrṇaḥ śuddho nitya-mukto
abhinnatvāt (’bhinnatvān)
nāma-nāminoḥ
Abhinnatvāt. El nombre del Señor y el Señor no son diferentes. Son absolutos. Esa
es la potencia del Señor, acintya-śakti. Él puede presentarse mediante Su nombre, Su fama,
Su forma, Sus cualidades, Su parafernalia. Todo lo relacionado con Kṛṣṇa es Kṛṣṇa. Todo, es absoluto. Kṛṣṇa nunca es diferente de Su nombre. Kṛṣṇa no es diferente de Su forma. Adoramos la forma del
Señor, es el Señor mismo. No piensen que es diferente del Señor. No, no tenemos
tiempo que perder, no perdemos el tiempo adorando estatuas. No. Por eso los śāstras prohíben, arcye viṣṇau
śilā-dhīḥ guruṣu nara-matir vaiṣṇave jāti-buddhir. Estas cosas se prohíben. Por supuesto, ahora estamos
abriendo muchas ramas por todo el mundo. Y yo estoy muy contento, muy
complacido de ver este centro. Hay unas perspectivas maravillosas, si lo
utilizamos debidamente y nos atenemos estrictamente al principio: āmāra ājñāya guru hañā tāra ei deśa [Cc. Madhya 7.128]. El ājñā, Caitanya Mahāprabhu, y el ājñā de Kṛṣṇa no son diferentes, porque Caitanya Mahāprabhu es Kṛṣṇa mismo. Y cuando vino en la forma de Kṛṣṇa, la gente no supo entenderle. Por eso vino en forma
de devoto, para enseñarnos a amar a Kṛṣṇa. Por eso, si vamos a través de Śrī Caitanya Mahāprabhu, cantando:
śrī-kṛṣṇa-caitanya
prabhu-nityānanda
śrī-advaita gadādhara
śrīvāsādi-gaura-bhakta-vṛnda
y después cantamos:
Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare
Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare
tengan por seguro que les espera la perfección completa. Muchas
gracias.
Devotos: Jaja Prabhupāda. (Fin)
Transcripción: Marcela Reo - Argentina
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