Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Bhagavad-gītā 2.13
La comprensión básica es conocer al alma espiritual
(grabación
parcial)
Prabhupāda:
dehino 'smin yathā dehe
kaumāraṁ yauvanaṁ jarā
tathā dehāntara-prāptir
dhīras tatra na muhyati
[Bg. 2.13]
“Así como en este
cuerpo el alma encarnada pasa continuamente de la niñez a la juventud y luego a
la vejez, de la misma manera el alma pasa a otro cuerpo en el momento de la
muerte. A la persona sensata no la confunde ese cambio”.
Este es el principio
básico de la comprensión espiritual. Todo el mundo habla del conocimiento
espiritual, pero muy pocos pueden obtener lo que es en realidad el principio
básico del conocimiento espiritual. Aquí en este verso del Bhagavad-gītā...
(aparte) Creo que
entienden inglés, ¿todo el mundo?
Devoto: Sí, Śrīla Prabhupāda.
Prabhupāda: El principio básico
de la comprensión espiritual... El principio básico de la comprensión
espiritual es conocer el alma espiritual, en primer lugar. ¿Qué es esa alma
espiritual? Esa alma espiritual está dentro de este cuerpo. Dehinaḥ asmin dehe. Asmin, “este”; asmin significa este, y dehe significa el cuerpo. Asmin dehe, en este cuerpo hay un alma
espiritual que se llama dehī. Dehī
significa el que posee este cuerpo.
Tal como su abrigo, su
camisa, ustedes poseen este abrigo y la camisa, no es que ustedes son el abrigo
y la camisa. Traten de entenderlo claramente. Esta es mi camisa; yo no soy la
camisa, soy diferente. Yo estoy dentro de la camisa. Del mismo modo, este
cuerpo es burdo, el abrigo. Tal como cuando ustedes se ponen el vestido, tienen
una ropa interior, una camisa, y luego sobre la camisa hay un abrigo. Es muy
fácil de entender; no hay ninguna dificultad.
Del mismo modo, el
alma espiritual está dentro de este abrigo y esta camisa. ¿Qué es este abrigo?
Este cuerpo burdo. Hay cinco..., ocho elementos materiales: tierra, agua,
fuego, aire, éter, mente, inteligencia y ego. Estos son los ocho elementos
materiales. Y de estos ocho, los elementos burdos podemos verlos o percibirlos
con los sentidos materiales. Puedo tocar la tierra; puedo saborear el agua;
puedo oler el aire; puedo sentir el cielo. De esta manera. Estos son los
elementos burdos. Y todavía hay elementos más finos, tal como la mente. Todos
nosotros sabemos que hay una mente, pero no podemos verla. ¿Qué es esa mente?
Todo el mundo sabe que hay inteligencia, pero nadie puede ver lo que es esa
inteligencia. Del mismo modo, todo el mundo tiene su individualidad: “yo soy
esto”, “soy muy erudito”, “soy muy hermoso”, “soy blanco”, “soy negro”, “soy de
la India”, “soy americano”. Esto se llama ego. Existe el egoísmo, pero no
podemos verlo. Son cosas muy finas. Existen, pero nuestros presentes ojos
materiales..., los sentidos materiales pueden experimentar el tipo más burdo de
materiales, no los tipos más sutiles o más finos.
Hay tres tipos de
materiales más finos y cinco tipos de materiales burdos, en total ocho. Bhūmir āpo 'nalo vayuḥ khaṁ mano buddhir
eva, bhinnā me prakṛtir aṣṭadhā [Bg. 7.4] y son la energía
externa de la Suprema Personalidad de Dios. Todo lo que experimentamos son las
diferentes energías del Señor. Tal como podemos sentir que hay fuego cuando
sentimos calor o luz.
No vemos el fuego
directamente, pero cuando sentimos calor, consideramos que debe haber fuego. O
si hay calor..., quiero decir si hay luz, eso es fuego. Del mismo modo, podemos
experimentar la presencia del Señor por Sus diferentes energías. Parasya brahmaṇaḥ śaktis yathaiva akhilaṁ
jagat [Viṣṇu Purāṇa 1.22.52], toda esta manifestación material... Porque
sólo podemos ver las cosas materiales, las cosas burdas; pero no podemos ver,
pero podemos percibir los elementos materiales más finos.
Y los elementos
materiales más finos son: la mente, la inteligencia y el egoísmo, y el alma es
todavía más fina. Traten de entender. El alma existe, pero como no tenemos
visión para verla, pensamos... Los supuestos científicos, los filósofos, han
concluido que no hay alma, y que esto es sólo el cuerpo, eso es todo. Esta es
la enfermedad de este mundo material en la actualidad. Son... Ellos no tienen
prácticamente ningún conocimiento de cuál es el principio básico de la vida, y
aun así pasan como científicos, filósofos, personas religiosas, yogīs, svāmīs, pero no tienen
conocimiento... Sobre el concepto claro del alma, ellos no tienen conocimiento.
Ese concepto claro del
alma lo pueden tener de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Él está
hablando a Arjuna, y Vyāsadeva lo registra y eso se presenta ante nosotros como
el Bhagavad-gītā. Y nosotros estamos
presentando el conocimiento del Bhagavad-gītā
tal como es, sin ninguna interpretación errónea. Porque no podemos interpretar
el Bhagavad-gītā. El Bhagavad-gītā lo
habla Dios, y en lo que Él ha hablado, no puede haber ningún error, no puede
haber ninguna ilusión, no puede haber ningún engaño y no puede haber ninguna
imperfección de los sentidos.
Los demás, aquellos a
los que llamamos almas condicionadas... Tal como tenemos nuestros ojos, pero
los ojos... Estamos muy orgullosos de nuestros ojos y decimos: “¿puede
mostrarme a Dios?”, pero el punto es, si pueden ver a Dios, si tienen los ojos
necesarios para poder ver a Dios. Tal como, en su presencia hay tantos
planetas, pero dejando a un lado todos los demás planetas, tomemos el Sol y la Luna.
Todos podemos verlos
en el día y en la noche, pero aún así no tenemos suficiente conocimiento sobre
el Sol y la Luna. ¿Por qué? Porque sus sentidos son imperfectos. Pero aun así,
ellos están tratando de explicar sobre el Sol y la Luna. Eso es engañar. No
tienen suficiente conocimiento sobre el Sol o la Luna, pero aun así están
tratando de hablar sobre el Sol y la Luna.
Si no tienen
suficiente conocimiento sobre un tema y quieren iluminar a otros con su
discurso, eso es engañar. Si no tienen suficiente conocimiento, ¿por qué hablan
con otros? Eso es engañar. Él se presenta diciendo “yo sé”, pero él no sabe.
Eso es engañar. Imperfección de los sentidos. Ellos declaran que “estamos
estudiando los sistemas planetarios mediante”, cómo se llama, “el telescopio”.
Pero ¿quién ha fabricado ese telescopio? Ustedes lo han fabricado, o sus
hermanos lo han fabricado. Pero sus sentidos son imperfectos. ¿Cómo el
telescopio puede ser perfecto?
Y esto está
sucediendo. Simplemente están engañando al público. Ellos no tienen suficiente
conocimiento, pero aun así tratan de hablar de algún tema del que no tienen
suficiente conocimiento. Además de eso, los científicos... Un científico
propone, hoy hace una teoría, y otro científico hace otra proposición, otra
teoría, nula y vacía y explica otra cosa. Eso también se debe a la imperfección
de los sentidos.
Eso se llama error o
ilusión. Error significa, en el cálculo, en el cálculo matemático: “dos más dos
es igual a cuatro”; pero a veces por error podemos poner “tres” o “cinco”. Eso
se llama error. E ilusión, aceptar una cosa por otra. Tal como aceptamos,
cuando alguien pregunta, “¿quién eres?”, respondemos identificándonos con el
cuerpo: “yo soy tal y tal. Soy americano. Nací de tal padre y madre, por un...”,
pero estos cuerpos no son ustedes. Ustedes son un alma espiritual. Por lo
tanto, eso se llama ilusión. Y porque estamos luchando en la plataforma de la
ilusión, hay error, hay engaños, y los sentidos son imperfectos. Esta es la
posición.
Por lo tanto, el
llamado mundo científico moderno, avanzado, no sabe cuál es la verdadera fuerza
viva dentro del cuerpo y qué está moviendo el cuerpo. Mientras el alma o la
fuerza viva esté dentro de este cuerpo, este se está moviendo, pero tan pronto
como el alma del espíritu sale del cuerpo, es..., decimos que está muerto.
Tenemos la ciencia
médica para este cuerpo, tenemos psicología para la mente —lo tenemos todo—
pero ¿dónde está la ciencia del alma, que es la que está moviendo el cuerpo y
la mente? ¿Dónde está esa ciencia? ¿Hay alguna ciencia así? Ustedes son todos
estudiantes, creo. Pero para entender cuál es el principio básico que mueve el
cuerpo y la mente, ¿hay algún departamento de conocimiento en las universidades
de todo el mundo, para entender esta ciencia? ¿Hay alguna?
Entonces, ¿dónde está
su conocimiento? Algunos aceptan la mente como el ser, y otros aceptan el...,
este cuerpo burdo como el ser. No saben que tanto el cuerpo como la mente son
materiales. Y la fuerza, o la entidad que está moviendo este cuerpo y mente, es
el espíritu. Así que no tienen conocimiento.
Pero ese conocimiento lo imparte la Suprema Personalidad
de Dios, dehino 'smin yathā dehe [Bg. 2.13]. Dehī, el alma, el propietario del
cuerpo... Tal como, ustedes son los propietarios de su cuerpo. Cuando toco su
dedo, si le pregunto incluso a un niño pequeño, “¿qué es esto?”, él dirá
inmediatamente “es mi dedo”, él nunca dirá “yo dedo”. “Mi dedo”. Traten de entender.
Cuando toco alguna parte de su cuerpo, si pregunto “¿qué es esto?”, ustedes
dirán, “esta es mi mano”, “esta es mi pierna”, “esta es mi nariz”, “este es
mi...”, en todas partes se dice “mi”, pero nadie sabe lo que es ese “yo”, nadie
lo sabe.
Pero el “yo” está ahí,
si no, ¿cómo se dice “mi”? Si el “yo” no estuviera, no podríamos decir “mi”. Si
usted está sentado aquí, mientras está ahí, usted dice, “esta es mi camisa”, “este
es mi abrigo”, “este es mi libro”, “este es mi amigo”, “esta es mi esposa”, “este
es mi marido”, pero cuando un hombre está muerto, pueden preguntarle y no hay
respuesta de “yo” o “mi”.
Esta vida humana está
hecha especialmente para entender lo que es este “yo”. En el concepto corporal
de la vida, tal como los animales, que luchan por un trozo de carne. Hay dos
perros luchando y un perro dice: “es mi carne”; otro perro reclama, “es mi
carne”, pero ellos no pueden entender lo que es este “yo”. Ellos reclaman que es
“mi” pero no tienen ninguna comprensión del “yo”. Por lo tanto, si un ser
humano simplemente reclama el “mi” —“mi país”, “mi sociedad”, “mi esposa”, “mi
marido”, “mi cuerpo”, “mi vestido”, “mis muebles”, “mi casa”— ¿dónde está el “yo”?
Eso no lo piensan. No tienen conocimiento de ello.
En la escuela, los
colegios, las universidades, no existe este conocimiento de lo que es el “yo”,
simplemente del “mi”. Así que este movimiento de conciencia de Kṛṣṇa tiene como
fin educar, educar a la gente sobre lo que es este “yo”. Todo el mundo está
absorto en las cosas, en el pensamiento ilusorio del “mi”, pero no tienen
ninguna identificación con lo que es ese “yo”.
Kṛṣṇa está dando
instrucción en el Bhagavad-gītā de
que ese “yo” está dentro del cuerpo. Y el “yo” o el alma espiritual está
cambiando el cuerpo. Dehino 'smin yathā
dehe [Bg. 2.13]. ¿Cómo
cambia? Es como un bebé. Un bebé crece para convertirse en un niño, un niño
crece para convertirse en un joven. Un muchacho, un muchacho crece para
convertirse en joven, un joven crece para convertirse en anciano, pero este
cambio no es de ese “yo”, es un cambio del cuerpo exterior, que se conoce como
camisa y abrigo. Tal como ustedes tienen abrigo y tienen camisa también. Pero
cuando el abrigo ya no es útil, ya no se puede usar, tiran el abrigo, o guardan
la camisa, y buscan otro abrigo.
Del mismo modo, la
entidad viviente, la fuerza viviente dentro de este abrigo, del cuerpo y de la
mente, es el alma. El alma está cambiando de un abrigo a otro. Del mismo modo, tathā dehāntara-prāptiḥ [Bg. 2.13]. Dehāntara significa aceptar otro cuerpo.
El alma está cambiando de vestido: a veces este cuerpo de forma humana, a veces
un cuerpo con forma de gato, un cuerpo con forma de perro, un cuerpo con forma
de árbol, un cuerpo con forma de bestia, un cuerpo con forma de semidiós, de
esta manera. La misma alma. Tathā
dehāntara-prāptir dhīras tatra na muhyati [Bg. 2.13].
Traten de entender
esto. Este es el principio básico del conocimiento espiritual. Si se entienden
a sí mismos, entonces pueden comprender a Dios muy fácilmente. Porque somos
parte y porción de Dios. Así que si yo me entiendo a mí mismo... Supongan que
soy oro, así que soy parte y porción del oro supremo. Por lo tanto, si puedo
entenderme a mí mismo, entonces puedo entender al supremo. La pequeña partícula
de oro... Tal como los orfebres, los que trabajan con oro, toman un trozo de
oro para evaluar el precio. Ellos simplemente frotan el mismo oro en una piedra
que se llama... ¿cómo se llama?
Devoto: ¿Una piedra de prueba?
Prabhupāda: Una piedra de prueba.
Y al ver el color y al probarlo con ácido, pueden evaluar inmediatamente cuál
es el valor la gran masa de oro. Del mismo modo, somos una pequeña porción
fragmentaria de Dios. Se supone que Dios es la masa de oro, y nosotros somos
una pequeña partícula de oro. Así que aunque somos una pequeña partícula,
cualitativamente somos oro. Dios es oro y nosotros somos oro.
Y si pueden entender
su posición, entonces pueden entender a Dios también. Tal como si toman unos
pocos granos de una bolsa de arroz y los examinan, entonces pueden entender
cuál es la calidad del arroz en la bolsa y se puede evaluar el precio. Así que
si tratan de entenderse a sí mismos, entonces pueden entender lo que es Dios. O
de otra manera: si entienden a Dios, lo entienden todo. Una manera es el
proceso ascendente, y otra es el proceso descendente.
Tal como si en el
tejado hay algún sonido. Ahora nosotros estamos aquí, y como no estamos en el
tejado podemos conjeturar o teorizar sobre qué es ese sonido. Alguien dirá que
ahí debe haber algún gato; otros dirán que debe haber algún hombre. Y podemos
seguir de esa manera, especular. Este es también un proceso. Esto se llama el proceso
ascendente. Y el proceso descendente es que si hay una persona en el techo y
dice, “este sonido se debe a esto”, entonces eso es conocimiento perfecto. Así
que obtenemos conocimiento de las autoridades superiores, y ese es el
conocimiento perfecto, y es más fácil.
Y si se estudian a sí
mismos, “¿quién soy? ¿soy este cuerpo? ¿soy esta mano? ¿soy este dedo? ¿soy
este pelo?”, pueden seguir estudiando, y un día..., llegarán al punto de
entender, pero les llevará muchos, muchos años. Pero si lo aceptan de la
autoridad, tal como Kṛṣṇa dice, aceptan que la fuerza viviente dentro del
cuerpo, esa fuerza viviente está cambiando de un tipo de cuerpo a otro.
Sólo en nuestra
experiencia de la vida, cada uno de nosotros sabe que yo fui un niño, yo fui un
niño. Tal como yo soy un anciano y recuerdo cuando estaba jugando en el regazo
de mi hermana mayor, todavía lo recuerdo, y mi cuerpo en ese momento tenía seis
meses. Pero aun así recuerdo a mi hermana mayor, ella era nueve años mayor que
yo, y yo estaba jugando en su regazo y ella estaba tejiendo. (Cortado) (Fin)
Traducción: Nārāyaṇī devī dāsī – España