Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Bhagavad-gītā
2.21-22
Aquí
tiene su cuerpo, señor, venga por él
Londres, 26 agosto 1973
Londres, 26 agosto 1973
Pradyumna: (Dirige el canto de los
versos) (Prabhupāda y los devotos repiten)
vedāvināśinaṁ
nityaṁ
ya
enam ajam avyayam
kathaṁ
sa puruṣaḥ pārtha
kaṁ
ghātayati hanti kam
[Bg. 2.21]
vāsāṁsi
jīrṇāni yathā vihāya
navāni
gṛhṇāti naro 'parāṇi
tathā
śarīrāṇi vihāya jīrṇāny
anyāni
saṁyāti navāni dehī
[Bg. 2.22]
(Cortado) (Dirige el canto de
sinónimos del Bg. 2.21)
veda —
sabe; avināśinam — indestructible; nityam — existiendo siempre; yaḥ — aquel que; enam — ésta
(alma); ajam — innaciente; avyayam —
inmutable; katham — cómo; saḥ — esa; puruṣaḥ —
persona; pārtha — ¡oh, Pārtha (Arjuna)!; kam — a quién; ghātayati —
hace que se hiera; hanti —
mata; kam — a quién.
Traducción: “¡Oh, Pārtha!, una
persona que sabe que el alma es indestructible, eterna, innaciente e inmutable,
¿cómo puede matar a alguien o hacer que alguien mate?”.
(Dirige el canto de sinónimos del
Bg. 2.22)
vāsāṁsi —
ropa; jīrṇāni — vieja y desgastada; yathā — así como; vihāya —
abandonando; navāni — ropa nueva; gṛhṇāti — acepta; naraḥ —
un hombre; aparāṇi — otros; tathā — de la misma manera; śarīrāṇi — cuerpos; vihāya — abandonando; jīrṇāni — viejos e inservibles; anyāni — diferentes; saṁyāti — en verdad acepta; navāni— nuevos; dehī — el que
está dentro de un cuerpo.
Traducción: “Así como una persona se pone ropa nueva y desecha la vieja, así mismo el alma acepta nuevos cuerpos materiales, desechando los viejos e inservibles”.
Prabhupāda:
Ésta es otra manera de convencernos de que... Una cosa muy simple. Todo el mundo lo puede entender. Vāsāṁsi jīrṇāni yathā vihāya. Tal como nuestra ropa, abrigos y camisas, cuando están viejos, podridos, cuando ya no se pueden usar más, los tiramos y conseguimos ropa nueva, camisas, abrigos. Así mismo, el alma está cambiando su ropa desde la niñez, desde la infancia. Tal como un bebé tiene unos zapatos, pero cuando tiene un cuerpo de niño, los zapatos no le valen. Tienen que darle otros zapatos. Similarmente, cuando el mismo niño crece o cambia el cuerpo, necesita otros zapatos. Similarmente, el alma está cambiando el cuerpo exactamente de la misma manera que nosotros cambiamos nuestra ropa. Vāsāṁsi jīrṇāni. Jīrṇāni quiere decir cuando se hace viejo, cuando ya no es adecuado para ser usado, yathā vihāya, tal como lo dejamos... Vihāya quiere decir abandonar. Navāni, ropa nueva. Naraḥ aparāṇi gṛhṇāti.
Ahora, al cuerpo se le compara
aquí con la ropa. Tal como los abrigos y la camisa. El sastre corta el abrigo
de acuerdo con el cuerpo. Similarmente, este cuerpo material, si es una camisa
y un abrigo, entonces, se corta de acuerdo con el cuerpo espiritual. El cuerpo
espiritual no es nirākāra, sin forma.
Si fuera sin forma, entonces, ¿cómo la ropa, el abrigo y la camisa, tiene
brazos y piernas? Es sentido común. El abrigo tiene brazos o el pantalón tiene
piernas porque la persona que está usando el abrigo tiene brazos y piernas.
Esto prueba que el cuerpo espiritual no es impersonal. No es cero, es... tiene forma. Pero su forma es tan diminuta, aṇor aṇīyān mahato mahīyān: esta forma es menor que el átomo. Aṇor aṇīyān mahato mahīyān [Kaṭha Upaniṣad 1.2.20]. Existen dos formas espirituales. Una es la forma del Señor Supremo, virāḍ-rūpa, mahato mahīyān, y nuestra forma, aṇor aṇīyān, que es menor que el átomo. Esto se afirma en el Kaṭha Upaniṣad. Aṇor aṇīyān mahato mahīyān ātmāsya jantor nihito guhāyām. Nihito guhāyām, guhāyām quiere decir en el corazón. Las dos están ahí. Ahora entérese, ciencia moderna. Ambas, el alma y la Superalma están situadas dentro del corazón. Īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ hṛd-deśe [Bg. 18.61]. No se dice que: “Está situada en cualquier parte del cuerpo”. No. Hṛd-deśe, en el corazón. Y de hecho, mediante la ciencia médica sabemos que el corazón es el centro de todas las actividades del cuerpo, la oficina. Y el cerebro es el administrador. El director está ahí, Kṛṣṇa.
Él también dice en otro lugar, sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭaḥ. Todo
está claro. Sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭaḥ,
“Yo estoy situado en el corazón de todos”. Encuentren a Dios, encuentren a Kṛṣṇa.
En muchos lugares, en toda la literatura védica, guhāyām. Guhāyām quiere decir en el corazón. Sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtir jñānam apohanaṁ ca [Bg. 15.15]. El director
supremo, Kṛṣṇa, está situado ahí, y Él está dirigiendo: “Ahora, esta entidad
viviente quiere cumplir su deseo de esta manera”. Él está dando direcciones a
la naturaleza material. “Ahora, prepara un vehículo, un cuerpo, para este
sinvergüenza, de esta manera. Quiere disfrutar. Está bien, que disfrute”. Esto
está sucediendo.
Somos todos sinvergüenzas, estamos
creando nuestras diferentes formas de vida. “Yo pienso”. Así mismo, ustedes
están pensando. Tan pronto como piensan... Pero no podemos cumplir nuestros
deseos sin la sanción de Dios. Eso no es posible. Pero debido a que insistimos:
“Quiero cumplir mi deseo de esta manera”, Kṛṣṇa lo sanciona: “Está bien”. Tal
como un niño insiste en tener algo. El padre se lo da: “Está bien, tómalo”.
Todos estos cuerpos que tenemos, aunque están sancionados por el Señor Supremo,
Él los sanciona con gran reticencia: “¿Por qué este sinvergüenza lo quiere así?”.
Ésta es nuestra situación. Por lo tanto, al final Kṛṣṇa dice, sarva-dharmān parityajya [Bg. 18.61]. “Abandona esta
desvergüenza, 'yo quiero este cuerpo, yo quiero este cuerpo, quiero disfrutar
la vida de esta manera' —abandona todas estas insensateces”.
Aquí en las literaturas védicas, vemos que tanto el Señor como la entidad viviente están situados en el corazón. La entidad viviente, jīva, desea, y el amo sanciona, y prakṛti o la naturaleza material proporciona el cuerpo. “Aquí está el cuerpo, listo, señor. Venga aquí”. Por lo tanto, la causa original de nuestro enredo o nuestra liberación es nuestro deseo. Si quieren, Si desean liberarse de las repercusiones del nacimiento, la muerte, la vejez y la enfermedad, todo está listo. Y si quieren continuar con esta implicación, el cambio del cuerpo, vāsāṁsi jīrṇāni... Porque no pueden disfrutar la vida espiritual en este cuerpo material. Pueden disfrutar este mundo material con este cuerpo material. Y si quieren disfrutar de la vida espiritual, entonces tienen que disfrutarla en el cuerpo espiritual.
Pero, debido a que no tenemos
información de la vida espiritual, del disfrute espiritual, deseamos
simplemente disfrutar de este mundo. Punaḥ
punaś carvita-carvaṇānām [SB 7.5.30].
Masticar lo masticado. El mismo sexo, el mismo hombre y la misma mujer cuando
están disfrutando en casa, y de nuevo es lo mismo si van a un baile nudista. El
objeto es el mismo, disfrutar del sexo, aquí o allá. Pero están pensando: “Si
voy al teatro o a un baile nudista, va a ser muy agradable”. Se llama punaḥ punaś carvita-carvaṇānām [SB 7.5.30],
masticar lo masticado. Lo mismo, vida sexual en casa, eso es masticar, e ir al
club nudista, el mismo masticar. Masticar lo masticado. No hay rasa.
No hay humor, melosidad; por lo
tanto, están frustrados. Porque es siempre lo mismo. Tal como si mastican caña
de azúcar y le sacan el jugo y de nuevo lo vuelven a masticar. ¿Qué es lo que
tienen? Pero son tan torpes, tan sinvergüenzas que no lo saben. Están tratando
de conseguir el, quiero decir, el placer que ya está disfrutado, que ya está
degustado. Punaḥ punaś carvita-carvaṇānām
[SB 7.5.30].
Adānta-gobhir viśatāṁ tamisraṁ punaḥ
punaś carvita-carvaṇānām. Un ser humano... Verán que cuando los perros
tienen vida sexual, no tienen vergüenza. Mucha gente lujuriosa se queda ahí y
mira. Que miren quiere decir que están deseando, “Si yo pudiera disfrutar en la
calle de esta manera”. Y algunas veces lo hacen. Esto está sucediendo. Punaḥ punaś carvita-carvaṇānām [SB 7.5.30]. Yan
maithunādi gṛhamedhi sukhaṁ hi tuccham [SB 7.9.45].
La vida materialista quiere decir
vida sexual. Muy, muy abominable, tuccham.
Si alguien ha entendido esto, entonces está liberado. Pero si... Cuando uno
está todavía atraído, entonces debe de entenderse que existe todavía un retraso
en su liberación. Y aquel que lo ha entendido y lo ha dejado, está liberado
incluso en este cuerpo. Él es llamado jīvan-muktaḥ
sa ucyate.
īhā
yasya harer dāsye
karmaṇā
manasā girā
nikhilāsv
apy avasthāsu
jīvan-muktaḥ
sa ucyate
[Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.2.187]
¿Cómo podemos liberarnos de este
deseo? Īhā yasya harer dāsye. Si
simplemente desean servir a Kṛṣṇa, entonces pueden salir. De lo contrario no es
posible. Si desean alguna otra cosa que no sea el servicio al Señor, entonces māyā les dará alicientes: “¿Por qué no
disfrutas esto?”. Por lo tanto, Yāmunācārya dice,
yad-avadhi mama cetaḥ kṛṣṇa-padāravinde
nava-nava-rasa-dhāmany
udyataṁ rantum āsīt
tad-avadhi
bata nārī-saṅgame smaryamāne
bhavati
mukha-vikāraḥ suṣṭhu niṣṭhīvanaṁ ca
Yad-avadhi, “desde el momento”, mama cetaḥ, “que he ocupado mi vida y mi alma, mi conciencia, en el servicio de los pies de loto de Kṛṣṇa...”. Este verso lo da Yāmunācārya. Él era un gran rey, y los reyes, por lo general tienen una vida licenciosa, pero más tarde se volvió un santo devoto. Basado en su experiencia personal, él está diciendo que: “Desde que he ocupado mi mente en el servicio de los pies de loto de Kṛṣṇa, yad-avadhi mama cetaḥ kṛṣṇa-padāravinde...”. Nava-nava. Y servicio, servicio espiritual quiere decir que a cada momento es nuevo. No se vuelve trillado.
Aquellos que son realizados
espiritualmente, encontrarán en los medios de servir a Kṛṣṇa una nueva
iluminación, una nueva iluminación. Nava-nava-rasa-dhāmany.
Aquí, en este mundo material si disfrutan, se vuelve trillado. Punaḥ punaś carvita [SB 7.5.30].
Por lo tanto se frustran. Pero si se ocupan en el servicio de Kṛṣṇa,
encontrarán nuevos estímulos. Eso es espiritual. Si lo encuentran trillado,
entonces deben de saber que todavía no están sirviendo espiritualmente, están
sirviendo materialmente. Es una formalidad, un estereotipo. Pero si sienten una
nueva energía, entonces, saben que están sirviendo espiritualmente. Ésta es la
prueba. Su entusiasmo aumentará, no disminuirá.
La prueba está en nuestra mano. Si durante el maṅgala-ārati sentimos pereza, eso quiere decir que no estoy todavía espiritualmente avanzado. Y si uno se siente entusiasmado: “Ahora, es la hora del maṅgala-ārati, voy a levantarme, voy a hacer esto”, entonces, es espiritual. Todo el mundo lo puede comprobar. Bhaktiḥ pareśānubhavo viraktir anyatra syāt [SB 11.2.42]. Bhakti quiere decir espiritual. Tan pronto como están en contacto con el Supremo Espíritu, viraktir anyatra syāt, no existe más disfrute de este mundo material.
Kṛṣṇa existe. Kṛṣṇa también está
situado en el corazón, y yo también estoy situado en el corazón, tal como dos
amigos en el mismo bar. Esto también se describe en el Upaniṣad. Samāne vṛkṣe puruṣo nimagnaḥ. Están sentados, igualmente,
en el mismo nivel. Nimagnaḥ. Un
pájaro está comiendo las frutas del árbol, o el alma jīva, la entidad viviente, está llevando a cabo sus acciones
fruitivas. Kṣetra-jña.
Éstas están todas descritas. Kṣetra-jñaṁ cāpi māṁ viddhi sarva-kṣetreṣu
bhārata [Bg. 13.3]. El
propietario y el ocupante. Yo soy el ocupante de este cuerpo y el propietario
es Kṛṣṇa. Por lo tanto, otro nombre para Kṛṣṇa es Hṛṣīkeśa. Hṛṣīkeśa. Él es
realmente el propietario de mi mano y piernas y ojos, de todo, todos mis
sentidos. Yo soy simplemente el ocupante, no soy el propietario. Eso lo hemos
olvidado. Tal como si están en un apartamento alquilado, son los ocupantes. Se
les ha dado licencia para ocupar la habitación. No son los propietarios. Pero
si piensan que son los propietarios, eso es stena
eva sa ucyate [Bg. 3.12],
inmediatamente están incorrectamente guiados.
Acéptenlo, este cuerpo o el país o la nación o el mundo o el universo, nada les pertenece. El propietario es Kṛṣṇa. El propietario es sarva-loka-maheśvaram [Bg. 5.29]. Kṛṣṇa dice, “Yo soy el propietario”. El error es que no conocemos al propietario, y estamos, aunque lo hemos ocupado, usando inapropiadamente nuestra ocupación. Ésta es la condición material. Inapropiada. De lo contrario, existe una dirección, el director está sentado ahí. Él siempre está ayudándoles. Pero la enfermedad es que proclamamos ser los propietarios y quiero actuar de acuerdo con mis deseos y ésta es la condición material. Mi deber es trabajar para el propietario, no para mí. Por lo tanto, ésta es mi posición, constitu…
Kṛṣṇa me ha creado, no es que me
ha creado, sino que existimos todos, junto con Kṛṣṇa. Pero somos sirvientes
eternos. Tal como los dedos, nacen también junto con este cuerpo. Los dedos no
nacen de forma diferente. Cuando yo nací, también nacieron mis dedos. Similarmente,
cuando Kṛṣṇa existe, Kṛṣṇa nunca nació. Por lo tanto, nosotros nunca hemos
nacido. Na hanyate hanyamāne śarīre [Bg.
2.20]. Una filosofía muy simple. Debido a que somos partes y porciones de Kṛṣṇa.
Si Kṛṣṇa nace, entonces yo también nazco. Si Kṛṣṇa no nace, entonces yo tampoco
nazco. Kṛṣṇa es aja y nosotros
también somos aja. Ajam avyayam. Kṛṣṇa
es imperecedero, inmutable.
Nosotros también somos inmutables,
debido a que somos partes y porciones de Dios. ¿Por qué existen las partes y
porciones? ¿Por qué existe mi mano? Porque la necesito. Necesito de la
asistencia de mi mano, necesito la asistencia de mis dedos. Es necesario. Los
sinvergüenzas dicen: “¿Por qué Dios nos ha creado?”. Sinvergüenza, es
necesario. Debido a que Él es Dios, Él quiere tu servicio. Tal como un gran
hombre que tiene tantos sirvientes. Si algún sinvergüenza pregunta, “¿Por qué
tiene tantos sirvientes?”. “Porque soy un gran hombre, y así lo quiero”. Una
simple filosofía. Similarmente, si Dios es la autoridad suprema, entonces, debe
de tener muchos asistentes. De lo contrario, ¿cómo va a administrar?
Todo el universo está siendo administrado por los asistentes der Dios, de acuerdo con Brahmā, el asistente más poderoso. Tene brahma hṛdā ya ādi-kavaye muhyanti yat sūrayaḥ [SB 1.1.1]. También en el corazón de Brahmā, tene brahma hṛdā, hṛdā, de nuevo hṛdā. Debido a que Brahmā estaba solo, ¿Qué podía hacer? Brahmā estaba perplejo. Pero Kṛṣṇa le dio instrucciones: “Haz, crea este universo así”. Buddhi-yogaṁ dadāmi tam [Bg. 10.10]. “Yo te doy la inteligencia”. Todo está ahí. Todo está ahí, Kṛṣṇa está siempre con ustedes. Si quieren ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios, entonces Kṛṣṇa está dispuesto a darles todas las instrucciones. Si, yena mām upayānti te [Bg. 10.10]. Él da las instrucciones, “Si, hazlo de esta manera. Entonces, acabarán, su, este asunto material, y después de abandonar este cuerpo, vendrán a Mí”.
Pero si quieren continuar esta
existencia material, entonces vāsāṁsi jīrṇāni
yathā vihāya [Bg. 2.22],
tienen que aceptar un cuerpo; y cuando ya no se puede usar más, entonces
tendrán que abandonar este cuerpo y aceptar otro cuerpo. Esto es la
continuación de la existencia material. Pero si quieren acabarla, si de hecho
están hastiados con esta clase de asuntos, bhūtvā
bhūtvā pralīyate [Bg. 8.19],
tener que nacer una vez, de nuevo morir, de nuevo volver a nacer. Pero somos
tan desvergonzados y tan bajos que no estamos demasiado asqueados con todo este
asunto. Queremos continuar, y por lo tanto, Kṛṣṇa también está dispuesto: “Está
bien, continúa”. Esto se afirma en el Bhagavad-gītā,
yantrārūḍhāni māyayā.
īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ
hṛd-deśe
'rjuna tiṣṭhati
bhrāmayan
sarva-bhūtāni
yantrārūḍhāni
māyayā
Muy claro. Kṛṣṇa sabe cuál es su
deseo, si todavía quiere disfrutar este mundo material: “Está bien, disfruta”.
Para poder disfrutar diferentes
clases de disfrute, necesitamos diferentes clases de instrumentos. Y Kṛṣṇa les
prepara, ¡Es tan bondadoso!, “Está bien”. Tal como un padre da un juguete. El
niño quiere un coche: “Está bien, toma este coche de juguete”. Él quiere una
máquina, quiere volverse un ferroviario. Ahora, esta clase de juguetes están
ahí. Similarmente Kṛṣṇa está proporcionando estos cuerpos de juguete, yantra. Yantra quiere decir máquina.
Esto es una máquina. Todo el mundo entiende que esto es una máquina. Pero,
¿quién ha proporcionado la máquina? La máquina la proporciona la naturaleza,
los ingredientes materiales, pero se prepara bajo la orden de Kṛṣṇa. Mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa-carācaram
[Bg. 9.10]. “Prakṛti, la naturaleza, prepara todas
estas cosas bajo Mi dirección”.
¿Dónde está la dificultad para entender la conciencia de Kṛṣṇa? Está todo en el Bhagavad-gītā. Si lo estudian con diligencia y tratan de entender, permanecerán completamente conscientes de Kṛṣṇa, siempre. Todo está ahí. Cuál es mi posición, cómo estoy trabajando, cómo estoy muriendo, cómo obtengo cuerpos, cómo estoy merodeando. Todo está ahí en detalle. Simplemente, uno tiene que ser un poco inteligente. Pero nos quedamos sin inteligencia, sinvergüenzas, porque nos relacionamos con sinvergüenzas. Estos filósofos sinvergüenzas, religiosos, avatāra, bhagavān, swami, yogis, y karmīs. Por lo tanto, nos hemos vuelto sinvergüenzas. Sat-saṅga chāḍi kainu asate vilāsa [Gaurā Pahu 3].
Narottama dāsa Ṭhākura por lo tanto lamenta: “He
dejado la asociación de los devotos. Simplemente me he relacionado con estos
sinvergüenzas”. Asat, asat-saṅga. Te kāraṇe
lāgile mora karma-bandha-phāṅsa: “Por lo tanto, me he enredado en esta
repetición de nacimientos y muertes”. Te
kāraṇe. “Deja esto”. Cāṇakya Paṇḍita también dice, tyaja durjana-saṁsargam, “Abandonen la relación con estos
sinvergüenzas”. Bhaja sādhu-samāgamam,
“Relaciónense sólo con devotos”. Eso será lo correcto.
Estamos estableciendo diferentes
centros, no para el disfrute de los sentidos, sino para tener una buena
asociación de devotos. Si perdemos esto... aquellos que están trabajando,
aquellos que son administradores de esta institución, deben siempre saber que
no podemos convertir esta institución o este centro en un burdel. Debe de haber
una organización tal o un arreglo tal, que podamos siempre tener buena
asociación para poder avanzar. Eso es necesario.
Muchas gracias. (Fin)
Traducción: Nārāyaṇī devī dāsī – España