Calcutta, 12 noviembre
1967
Mi querido Subala,
Por favor acepta mis bendiciones. He recibido debidamente
tu carta con fecha del 4 de noviembre. Muy pronto voy a San Fran. Te haré saber
la fecha exacta en algún día de la próxima semana. En la conciencia de Krishna
hay variedad, pero no hay discordia. Podemos luchar unos con otros a la hora de
servir, pero eso no es una discordia. Debemos apegarnos muy seriamente al
servicio del Señor y eso nos ayudará a progresar. A este respecto, he escrito
una carta para Brahmananda, la parte que pueda interesarte se encuentra adjunta
aquí.
“No quiero una multitud de Kirtananandas, pero
quiero una sola alma como Brahmananda, Mukunda, Rayarama y Satsvarupa… He leído
tus declaraciones con respecto a la apertura de los centros. No estoy de
acuerdo con el Sr. Altman en que nos estamos expandiendo muy poco. En mi
opinión, una sola alma sincera puede mantener un centro. Tú sabes que empecé
solo el centro en 26 2nd Ave. Tomé el riesgo de 200.00 dólares al mes por el
alquiler. En ese momento no había ayudantes. Mukunda era en ese momento un
amigo, pero no había ninguna responsabilidad para él de mantener el centro.
Poco a poco Kirtanananda y Hayagriva se unieron, pero no asumieron ninguna responsabilidad.
Aun así mantenía al establecimiento simplemente dependiendo de Krishna y luego
Krishna me envió todo, hombres y dinero. De manera similar, si un alma sincera
sale y abre un centro en cualquier parte del mundo, Krishna le ayudará en todos
los aspectos. Sin estar autorizado por Krishna, nadie puede predicar la
Conciencia de Krishna. No es la calificación académica o la fortaleza
financiera lo que ayuda en estos asuntos, es la sinceridad de propósito lo que
nos ayuda siempre. Por lo tanto, deseo que continúes a cargo de Nueva York,
dejemos que Satsvarupa esté a cargo de Boston, que Mukunda esté a cargo de San
Francisco, que Janardana esté a cargo de Montreal. Dejemos que Nandarani y
Dayananda estén a cargo de Los Ángeles. Y que Subala das esté a cargo de Santa
Fe. De esta manera, seguirás mi ejemplo, como yo lo hice en un principio en 26
2nd Ave. Eso es predicar, cocinar, escribir, hablar, cantar, todo un hombre
orquesta. Nunca pensé en la audiencia. Estaba dispuesto a cantar aunque no
hubiera nadie que me escuchara. El principio del canto es el de glorificar al
Señor y no para atraer a una multitud. Si Krishna amablemente escucha, entonces
Él invitará a algún devoto sincero que se reúna en ese lugar. Por lo tanto, ten
en cuenta que miles de centros se pueden iniciar si descubrimos un alma sincera
para todos y cada uno de los centros. No necesitamos más hombres para comenzar.
Si hay un alma sincera es suficiente para iniciar un nuevo centro”.
Más cuando nos encontremos. Espero estés bien.
Tu eterno bienqueriente
A.C. Bhaktivedanta Swami
Traducido por Bhakta Fabián Galván - México
Revisado por Rāṣa-līlā devī dāsī (GPS) – Costa Rica