Bhagavad-gītā 2.12
México, 12 febrero 1975
[Original en inglés con audio]
México, 12 febrero 1975
[Original en inglés con audio]
Prabhupāda: Lee la traducción
Hṛdayānanda: (traduce al español toda la conferencia)
Prabhupāda:
na tv evāhaṁ jātu nāsaṁ
na tvaṁ neme janādhipāḥ
na caiva na bhaviṣyāmaḥ
sarve vayam ataḥ param
[Bg.
2.12]
Kṛṣṇa comenzó Su enseñanza a Arjuna, reprendiéndolo que “no sabes nada;
aun así, estás hablando como un hombre sabio”. Éste es el defecto de una
persona sin conocimiento espiritual. Todo hombre en éste mundo material está
casi sin ningún conocimiento espiritual. Aun así ellos están orgullosos de su
educación, su conocimiento, sus títulos. Esto continúa. Cuando Sanātana Gosvāmī
se acercó a Caitanya Mahāprabhu, primero que todo se presentó a sí mismo como
una persona sin conocimiento. Sanātana Gosvāmī venía de una familia
aristocrática, brāhmaṇa. Él era un
sabio erudito en sánscrito y en urdu; aun así, él se presentó ante Caitanya
Mahāprabhu como un hombre tonto. Realmente ésa es la posición. Él dijo, grāmya-vyavahāre paṇḍita, tāi satya māni,
Āpanāra hitāhita kichu nā jāni. Él dijo que, “estos hombres comunes dicen
que soy un paṇḍita muy erudito, pero
yo soy un sinvergüenza, yo no sé qué soy”.
Así que ésta es la posición de todos. Pregúntele a cualquier científico,
profesor, “¿quién es usted?”. Él le dirá, “yo soy el señor Juan, soy americano”,
o “soy mexicano”, “soy hindú”, o algo así. Esto es ignorancia. Nadie es este
cuerpo. Ésa es la primera lección de conocimiento espiritual. En tanto nos
identifiquemos con este cuerpo, que “yo soy el señor fulano, y fulano”, “soy
americano”, “soy hindú”, esto es ignorancia. Cuando usted realmente comprenda
que no es este cuerpo, por consiguiente no es americano, ni hindú, ni mexicano,
excepto que es alma espiritual, entonces comienza su educación espiritual. Y
eso es... en sánscrito eso es llamado ahaṁ
brahmāsmi, “yo soy alma espiritual”. Espiritual... El alma espiritual no
tiene conexión con este mundo material. Cuando uno comprende plenamente esto,
quiero decir, de hecho, que el alma espiritual es diferente de este mundo
material, entonces él es realmente sabio. En esa etapa se dice que él está
situado en la plataforma de brahma-bhūtaḥ.
El síntoma de brahma-bhūtaḥ es brahma bhūtaḥ prasannātmā [Bg. 18.54]. Tan pronto como
se vuelve auto-realizado, se vuelve jubiloso, alegre. En tanto uno se
identifica con éste cuerpo, es desdichado, lleno de ansiedad.
El Bhagavad-gītā comienza en este
punto, que uno debe saber que no es este cuerpo material. Al momento presente,
el mundo entero carece de ese conocimiento. Sí. Cada uno está identificándose
con este cuerpo, como los animales. Por consiguiente, Kṛṣṇa reprendió a Arjuna
que, “tú has obtenido un concepto animalista de la vida y aun así hablas como
un sabio erudito. Un sabio erudito no se lamenta por este cuerpo”. Se dice en
el Bhagavad-gītā, dhīras tatra na muhyati [Bg. 2.13]. Dhīra... Dhīra significa uno que es sobrio por educación. Él no está
perturbado. Tal como cuando un hombre muere, sus familiares se lamentan,
lloran, “mi padre se ha ido, mi padre se ha ido”. “Mi padre no está más”, o “mi
hijo no está más”. De cualquier manera ellos se lamentan más o menos así, pero
si él es un poco sobrio, puede comprender, puede estudiar que, “me estoy
lamentando que mi padre se ha ido, mi hijo se ha ido”, pero él no se ha ido, él
está descansando sobre la cama o sobre el piso. Entonces, ¿porqué estoy
diciendo que se ha ido?”. Si algún amigo le pregunta, ”¿por qué te estás
lamentando que mi padre se ha ido, mi hijo se ha ido?”. Él está reclinado aquí,
pero aun él va a decir, “no, él no está. Él puede estar reclinado aquí, pero se
ha ido”. Eso es un enigma. ¿Él está reclinado aquí, y se ha ido? ¿Qué es ésta
contradicción? Ése es el punto para comprender sobre el alma. El familiar se
está lamentando, llorando, “mi padre se ha ido”. Eso significa que él nunca vio
a su padre; él solo vio su cuerpo. Pero al momento de la muerte de su padre él
comprende que este padre no es este cuerpo; es alma.
Entonces, cuando venimos a comprender esto, que cada
uno de nosotros, podemos estar en diferentes cuerpos, pero no somos este
cuerpo, somos alma espiritual, entonces en ese momento comienza nuestro real
conocimiento. Ahora Kṛṣṇa está describiendo cual es la naturaleza de esa alma.
Él dice... cuando quiera que nos sentamos juntos decimos, “yo, tú y ellos”,
primera persona, segunda persona y tercera persona, “yo, tú o él”. No pueden
ser más que estos tres. Yo puedo decir “yo”, yo puedo decir “tú”, y yo puedo
decir “él”. Así, Kṛṣṇa dice en éste verso que na tu eva ahaṁ jātu. “Ni Yo, ni tú ni él, ninguno de nosotros ha
nacido jamás”. Porque usted no es este cuerpo, el nacimiento toma lugar del
cuerpo, no del alma. Se describe aquí que el alma no toma nacimiento. No es que
no existiera en el pasado; ahora ella ha tomado nacimiento. No es así. No es
así, que el alma no existía en el pasado y ahora existe. Hay algunos filósofos
que piensan así, que el síntoma de la vida no existía antes, y que por la
combinación de la materia, la fuerza viviente está aquí. Pero ese no es el hecho.
La entidad viviente está allí; por consiguiente, los síntomas de la vida están
en el cuerpo. Por lo tanto, cuando un hombre muere, porque no sabemos sobre la
fuerza viviente, lloramos que, “mi padre, mi hijo, se ha ido”. Debemos adquirir
conocimiento de la autoridad. Kṛṣṇa es la autoridad. Él dice que “todos
nosotros, tú, Yo, y todos los otros quienes han venido a esta pelea, no es que
no existían en el pasado. Ellos existían”. Nosotros existíamos, todos, en el
pasado, estamos existiendo ahora, y después de la así llamada muerte, después
de abandonar éste cuerpo, seguiremos existiendo. Ahora la pregunta es, ¿cómo
existiré? ¿Si como americano, hindú, o alguna cosa más? Esa es una pregunta muy
inteligente. Primero de todo, tenemos que comprender que yo, tú, cada uno de
nosotros existió en el pasado, entonces, ¿cómo yo existí en el pasado y ahora
voy a existir en el futuro? Así, pasado es pasado; eso se ha ido. Ahora estoy
existiendo como un ser humano. Es mi deber comprender cómo voy a existir en el futuro.
Eso es inteligencia. Si no nos preparamos para la próxima vida, entonces somos
animales. Tal como en la sociedad humana. Hay educación. El padre da educación
al hijo, pensando sobre su futuro. Los gatos y perros, no dan ninguna
educación, ni saben qué significa educación. Esa es la diferencia entre ser
humano y animal. Si no somos educados en comprender qué es nuestro futuro,
entonces no somos mejor que los animales. Sí. Esa educación podemos tener en
esta forma humana de vida. Eso se afirma en el Bhagavad-gītā,
yānti deva-vratā devān
pitīn yānti pitṛ-vratāḥ
bhūtāni yānti bhūtejyā
yānti mad-yājino ’pi mām
El proceso está. Usted puede preparar su próxima vida en esta vida. Tal
como ellos están intentando ir al planeta luna, pero el hecho es que ellos no
pudieron ir. ¿Por qué no pudieron ir? La razón es que dondequiera que vaya,
debe capacitarse para ir a ese lugar. Incluso en este planeta, suponiendo que
alguien va de un lugar a otro. Él tiene que capacitarse para ir allí. Él debe
saber cuál es la temperatura. De acuerdo a ello llevará la ropa
correspondiente. Luego tiene que conseguir permiso del estado, visa, pasaporte.
Tantas cosas tiene que arreglar. Después puede ir, no que repentinamente
cualquiera puede venir a su país, México, sin hacer los arreglos. Similarmente,
si quiere ir a un sistema planetario superior, tiene que hacer los arreglos en
ésta vida. No puedes ir al planeta luna a la fuerza porque ha conseguido un
pequeño aeroplano. Eso no es posible. Por consiguiente el Bhagavad-gītā dice, yānti
deva-vratā devān [Bg. 9.25]. Un hombre puede ir al sistema planetario más
elevado cuando se prepara para ir allí. Hay millones y trillones de planetas.
Donde quiera ir, puede hacerlo. Las descripciones están en el śāstra. Pero hay otra descripción, el
reino de Dios. El reino de Dios está más allá de este cielo material. Entonces,
tenemos que tener información de donde está ese mundo espiritual. La puede
obtener de la literatura Védica. En el Bhagavad-gītā se dice, paras tasmāt tu bhāvo
’nyo ’vyakto ’vyaktāt sanātanaḥ [Bg. 8.20]. Hay otra
naturaleza, la naturaleza espiritual, la cual está más allá de esta naturaleza
material. Esa naturaleza material... Vyaktāvyakta
significa que alguna porción está manifestada y otra porción no está
manifestada. Y podemos obtener información del Bhagavad-gītā que la naturaleza espiritual está más allá de esta manifestada y no manifestada
situación cósmica. De esta manera, Kṛṣṇa dice, la suprema autoridad dice, mad-yājino ’pi yānti mām [Bg. 9.25]. Si alguien cultiva conciencia
de Kṛṣṇa, puede ir allí. No es difícil, simplemente tiene que cambiar su modo
de vida. Volverse consciente de Kṛṣṇa significa estar puro en la existencia
espiritual original. Somos puros como brahman,
como alma espiritual, pero porque estamos contaminados con estos modos de la
naturaleza material, ahora nuestra conciencia es diferente. Entonces, teniendo
en cuenta las diferentes conciencias, hay tres clases de hombres. Una clase de
hombres, es muy inteligente; una clase de hombres, muy apasionados; y una clase
de hombres, tontos y sinvergüenzas. Entonces, para comprender su promoción al
mundo espiritual, tiene que volverse un hombre de primera clase. Hombre de
primera clase significa brāhmaṇa. Un brāhmaṇa significa que él es veraz, es
autocontrolado, es simple, es tolerante... De este modo, hay nueve cualificaciones
para volverse un hombre de primera clase. Y para volverse un hombre de primera
clase, la cualificación preliminar es que no debe volverse pecaminoso.
Entonces, en lugar de volverse pecaminoso, vuélvase piadoso, simplemente siga estos
cuatro principios regulativos. El primer principio es sexo ilícito. Eso está
prohibido. No está prohibido el sexo, pero sí el sexo ilícito. Eso no es muy
difícil. Todos quieren. Es la necesidad del cuerpo, el sexo. Así como queremos
comer, queremos dormir, similarmente, hay un deseo sexual. Pero si queremos
volvernos un hombre de primera clase, entonces, no tenemos sexo ilícito.
Excepto en matrimonio, no tiene sexo. No hay matrimonio en la sociedad de
perros. Por consiguiente, vida sexual dentro del matrimonio y principios regulativos,
no está prohibido. Eso significa que cualquiera que sigue estas reglas y
regulaciones, se vuelve puro y piadoso. Sin volverse puro y piadoso, no puede
comprender a Dios. Por lo tanto, se dice en el Bhagavad-gītā,
yeṣāṁ
tv anta-gataṁ pāpaṁ
janānāṁ
puṇya-karmaṇām
te
dvandva-moha-nirmuktā
bhajante
māṁ dṛḍha-vratāḥ
Una persona que está completamente libre de actividades pecaminosas,
puede volverse un devoto, un amante de Dios. Entonces, este movimiento de
Conciencia de Kṛṣṇa está enseñándole a la sociedad humana como volverse puro.
No hay tal restricción que “este hombre puede ser puro; aquél no”. No, no es
algo así. Cada uno puede ser puro si así lo desea. Podemos no ser capaces de
purificarnos inmediatamente. Como está prescripto -no sexo ilícito, no comer
carne, no juegos de azar, no intoxicare- puede no ser posible porque aquellos
que están acostumbrados, es difícil que abandonen. Por consiguiente, el proceso
dado es muy simple: “Cante Hare Kṛṣṇa”. De esta manera, la purificación es
absoluta. Eso es necesario. Sin purificación no puede comprender a Dios. Pero el
método que estamos prescribiendo... No que nosotros estamos prescribiendo; es
la prescripción de Caitanya Mahāprabhu. Nosotros simplemente estamos propagando que “Canta
Hare Kṛṣṇa”. Sí.
Estoy muy contento de ver que ustedes, jóvenes muchachos y muchachas
mexicanos, señoras y señores están viniendo aquí y se unen al canto del mantra Hare Kṛṣṇa. Entonces, les
solicito que continúen este procedimiento. Por favor vengan, únanse a este
canto del mantra Hare Kṛṣṇa, tomen prasādam,
y vuelvan a casa. Y seguramente van a estar cualificados y purificados para ir
de vuelta a casa, de vuelta a Dios. [cortado]
Hṛdayānanda: [Traduciendo del español]. Él está preguntando qué tipo
de piedad se requiere para comprender a Dios.
Prabhupāda: Eso es lo que
estuvimos diciendo: No sexo ilícito, no juegos de azar, no comer carne, no
intoxicarse.
Hṛdayānanda: [Traduce preguntas
del español] Él quiere saber si dentro del matrimonio es posible lograr la
perfección.
Prabhupāda: Sí. El ser humano
es para el matrimonio, no como los gatos y los perros. Si puede permanecer sin
casarse, sin vida sexual, eso es muy bueno, pero si no puede, entonces cásese,
y sea un señor, y permanezca tranquilo.
Hṛdayānanda: [traduce] ¿Si uno
puede lograr conciencia de Kṛṣṇa fuera del templo?
Prabhupāda: Oh, sí. Tiene que
seguir las reglas y regulaciones, ees todo.
Hṛdayānanda: Él dice, “si hay un
mundo espiritual, ¿cómo es y cuáles son las actividades de Kṛṣṇa allí?”.
Prabhupāda: Las mismas
actividades. Simplemente no hay actividades pecaminosas, eso es todo.
Hṛdayānanda: Cuando uno rompe
los principios, ¿puede Kṛṣṇa perdonarlo?
Prabhupāda: Sí, Kṛṣṇa puede
perdonarle una, dos veces, no regularmente. [Risas].
Hṛdayānanda: Algunas veces la
gente viene, se une a nuestro movimiento y sigue los cuatro principios, y aun
así, pareciera haber alguna falta en su carácter en términos de su trato con
otras personas que vienen al templo. Entonces, él dice que indudablemente él
siente que siguiendo el proceso, gradualmente los defectos serán eliminados,
pero hay alguna forma para más rápidamente....
Prabhupāda: Si un hombre viene,
sigue los principios regulativos incluso por algún tiempo y de vuelta él cae,
todo lo que él ha seguido, ese valor permanece. Cualquier cosa, de valor
espiritual, nunca se pierde. Entonces, poquito, poquito, poquito, cuando está
completo cien por ciento, entonces se vuelve liberado. Así, los valores
espirituales nunca se pierden. Si una persona viene al templo y sigue los
principios regulativos por algún tiempo, y de vuelta él cae, él no es un perdedor,
él es un ganador. Aquellos que no toman esta lección y exteriormente ellos
pueden ejecutar sus así llamados deberes muy perfectamente, él es un perdedor.
Entonces, al menos por algún tiempo permitan a cada uno venir aquí y seguir la
restricción. Y si se vuelve perfecto, está muy bien, pero incluso si se va,
cualquier cosa que haya hecho, ese es su valor permanente. Eso se afirma en el Bhagavad... Svalpam apy asya dharmasya
trāyate mahato bhayāt [Bg. 2.40]. E incluso
ese pequeño capital puede ayudarle a liberarse del peligro más grande. Hay
muchos ejemplos. Están en el Śrīmad-Bhāgavatam. Por consiguiente, en esta forma humana de vida, al
menos vamos a tratar de lograr algún valor espiritual. En el Bhagavad-gītā se afirma, que si semejante persona cae, le es dada
la oportunidad en la próxima vida para tomar nacimiento en una familia muy rica
y aristocrática o en una familia brāhmaṇa
muy piadosa. Entonces, un poquito de valor espiritual en esta forma humana de
vida al menos va a garantizar su próxima vida en una familia muy linda. Pero
sin vida espiritual, no hay garantía de si se va a volver un ser humano o gato
o perro. Está bien. (Fin)