Clase de Su Divina Gracia
AC Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Día de la Partida de Su Divina Gracia
Śrīla Bhaktisiddhānta Gosvāmī Prabhupāda
Los Ángeles, 13 de diciembre 1973
(Original en inglés)
Festividades
Prabhupāda:
nama om viṣṇu
- pādāya
kṛṣṇa-preṣṭhāya
bhūtale
śrīmate bhaktisiddhānta
sarasvatīti nāmine
Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura partió de este mundo
material el 31 de diciembre de 1936. Hace casi cuarenta años. Hay dos fases, prakata y aprakaṭa, la aparición y la desaparición. No tenemos nada que
lamentar por la desaparición porque Kṛṣṇa y devoto de Kṛṣṇa... No sólo los
devotos, ni siquiera entre los no devotos, nadie desaparece. Nadie desaparece
porque todas las entidad vivientes... Tal como Kṛṣṇa es eterno... las
escrituras védica nos confirman, nityo
nityānāṁ cetanaś cetanānām (Kaṭha Upaniṣad 2.2.13). La descripción del
Señor Supremo es que Él también es nitya,
eterno, y las entidades vivientes también son eternas. Pero Él es el principal
eterno. Nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām.
Cualitativamente, no hay diferencia entre Kṛṣṇa y las entidades vivientes. Pero
cuantitativamente, si hay diferencia. ¿Cuál es la diferencia entre nitya en singular y el plural nitya? El plural nitya es subordinado, son sirvientes eternos del singular nitya. Es como si quieren servir a
alguien, la persona a quien sirven es exactamente igual a ustedes. Tiene dos
brazos, dos piernas, los mismos sentimientos. También come. Todo es lo mismo. La
diferencia está en que uno es amo y otro es sirviente. Eso es todo. Por lo
demás son iguales en todos sentidos.
Así que espiritualmente, la aparición y la desaparición,
no hay diferencia. Es como desde el punto de vista material, si una persona
nace... Supongan que tienen el nacimiento de un hijo, se vuelven felices. Pero
cuando ese mismo hijo muere, se pondrán muy tristes. Eso es material. Espiritualmente,
no hay diferencia entre la aparición y la desaparición. Y aunque hoy es el día
de la desaparición de Oṁ Viṣṇupāda Śrī Śrīmad Bhaktisiddhānta Sarasvatī
Ṭhākura,
no hay nada que lamentar. Aunque sentimos separación, aunque existe ese
sentimiento, pero espiritualmente, no hay diferencia entre el advenimiento y la
partida. Hay una canción de Narottama dāsa Ṭhākura, ye anilo prema-dhana. ¿Alguno de ustedes la conoce? ¿Alguien puede
cantar esa canción? Oh. Ye anilo prema-dhana, karuṇā pracura, heno prabhu kothā gelo. No recuerdo
exactamente toda la canción. Ese es nuestro lamento, que Śrīla Bhaktisiddhānta
Sarasvatī Ṭhākura trajo este mensaje para propagar por todo... Por supuesto,
Śrī Caitanya Mahāprabhu expresó Su deseo de que
pṛthivīte āche yata
nagarādi-grāma
sarvatra pracāra
haibe mora nāma
El predijo que: “Por todo el mundo, en todos los pueblos y
aldeas, por todas partes será conocido Mi nombre”. El nombre de Śrī Caitanya
Mahāprabhu. Que ahora, estamos intentando y realmente se está... y para cumplir
ese deseo, esa voluntad de Śrī Caitanya Mahāprabhu, Él personalmente dijo,
bhārata bhūmīte
manuṣya janma haila yāra
janma sārthaka kari kara para-upakāra
janma sārthaka kari kara para-upakāra
(Cc. Ādī 9.41)
Él quería que Su nombre se difundiese por todo el mundo,
en cada pueblo y en cada ciudad. ¿Y quién iba a hacerlo? Por eso el pidió que todo
el que haya nacido en Bhārata-varṣa, India, ese es su deber: en primer lugar, alcanzar
la perfección personalmente entendiendo la filosofía de Śrī Caitanya
Mahāprabhu,
después difundirla, propagarla. Ese era el deber de todo hindú.
En la India, y especialmente en la India, tienen el
privilegio de poder beneficiarse de las Escrituras védicas. En otros países no tienen
esa ventaja. Y todo el que quiera hacer su vida… alcanzar la perfección en su
vida, tiene que aprovechar ese basto tesoro del conocimiento espiritual de la
India. Hay un caballero chino, que ha escrito un libro sobre religión. Es un
curso en la Universidad de Nueva York. Y lo que ha dicho es que: “Si quieres
saber algo de religión, entonces tienes que ir a la India”. Y así es. Y
Caitanya Mahāprabhu ha dicho que todo hindú... Se necesita propagar, difundir el
movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa por todo el mundo. Y todo hindú tiene el
deber de en primer lugar alcanzar la perfección en su propia vida. Él tiene que
saber... La perfección significa que tiene que saber cuál es su posición y qué
tiene que hacer. Eso es la perfección. Ahora mismo, la gente no sabe ni
siquiera qué son, si son el cuerpo o son algo extra. Hasta los grandes, más grandes
y eminentes científicos, fracasan en esto. Eso es la perfección. En primer
lugar hay que saber qué somos, si somos el cuerpo o algo más allá del cuerpo.
Ese es el comienzo del conocimiento espiritual. Y esa ventaja se da en la India,
por cultura, por educación. Por eso, Śrī Caitanya Mahāprabhu ha pedido a los
hindúes, bharatiya, Bhārata-varṣa, los
que han nacido como seres humanos... Él no habla a los animales. Bhārata bhūmite manuṣya janma. Manuṣya janma
significa ser humano. Porque sin ser un ser humano, nadie puede entender estas
cosas. Perros y gatos no las pueden entender. Y la persona cuya conducta es la
de los perros y los gatos tampoco puede entender. Por eso él ha dicho, janma sārthaka kari. “En primer lugar has
tu vida perfecta y después distribuye el conocimiento”. Esa es la misión de
Caitanya Mahāprabhu.
Él simplemente lo dijo, pero esperaba que en el futuro Sus
seguidores lo hiciesen. Y fue Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura quien puso en
práctica ese esfuerzo. Bhaktivinoda Ṭhākura, lo deseó, que el
mensaje de Sri Caitanya Mahāprabhu fuese aceptado por igual en Oriente y en Occidente.
Y que tanto los hindúes como los europeos, los americanos, todos debían danzar
juntos en el éxtasis de la misericordia de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Ese era su
deseo, el deseo de Bhaktivinoda Ṭhākura. Él simplemente
expresó ese deseo: “¿Cuándo veré que esto sucede, que tanto los occidentales
como los orientales se unen siguiendo el culto de Śrī Caitanya Mahāprabhu y danzan
juntos en éxtasis?”. Esa era su ambición. Esa fue la ambición de Śrī Caitanya
Mahāprabhu y
la aspiración de Bhaktivinoda Ṭhākura. Y Śrī Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura asumió
para sí esta empresa, esta tarea y él lo quería primero que todo.
Y a cada estudiante, a cada uno de sus discípulos, uno por
uno especialmente a los más capacitados les pidió: “Asume esta misión de
Caitanya Mahāprabhu y predica en occidente”. Ese fue el intento inicial de
Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura. Antes de él, hasta los ācāryas, Rūpānuga Gosvāmīs, nos dejaron literatura, pero
no trataron de predicar en la práctica. Y Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura sentía
una gran ansiedad por predicar el culto de Caitanya en los países occidentales.
Esa es la contribución especial de Śrī Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura.
Cuando me encontré con Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura...
Es una larga historia, mi encuentro con él. Uno de mis amigos, que me arrastró
hasta él. (risas) Yo por aquel entonces era un nacionalista y dirigía una gran
fábrica de productos químicos. Tenía unos veinticuatro años. Uno de mis amigos,
me dijo: “Hay un sādhu muy bueno,
Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, ha venido a Calcuta, vayamos a verlo”. Yo no
estaba muy dispuesto, yo pensaba que hay tantos sādhus.
Así que no estaba muy… porque la experiencia que había tenido, no era buena, no
era buena. Le dije: “Pero de ese tipo de sādhus
ya hay muchos”. Les alegrará saber que incluso cuando era joven, en mis
primeros años y por gracia de Kṛṣṇa, yo era considerado siempre el líder,
incluso entre mis amigos más jóvenes. (risas). En la escuela, en la universidad,
en mis amistades privadas, de una forma u otra yo era siempre el líder. Un
astrólogo una vez me leyó la mano. Él dijo en hindi, kukum calena (¿?). Kukum calena
significa que… “Tu mano dice que tu orden se llevará a cabo”.
Devotos: ¡Jaya!
Prabhupāda: Fuera como
fuera, era la gracia de Kṛṣṇa. Yo no iba a ir, pero su punto de vista era que si
yo no daba mi aprobación a aquel sādhu,
a Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, no iban a aceptarle. Por eso me arrastró.
Así que aquel día fui a ver a Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura. En el primer
encuentro simplemente nos ofrecimos reverencias. Así se hace, es la costumbre. Y
él inmediatamente comenzó a hablar, nos dijo: “Ustedes jóvenes, son jóvenes
educados, ¿por qué no adoptan el culto de Śrī Caitanya Mahāprabhu y lo predican
por todo el mundo de habla inglesa, por qué no adoptan esta tarea?”. Yo
argumenté con él de tantas formas... yo por entonces era nacionalista. Yo le
dije: “¿Pero quién va a aceptar nuestro mensaje? Somos una nación subordinada,
colonizada, nadie nos va a prestar atención”. Y de ese modo, a mi propio modo
en aquellos días de mi juventud... Pero nosotros pertenecíamos a una familia vaiṣṇava, Śrī Caitanya
Mahāprabhu, Nityānanda, a Rādhā-Govinda. Esa era nuestra Deidad adorable. Y yo
me puse muy contento de que este sādhu
estuviera tratando de predicar el culto a Rādhā-Kṛṣṇa, el culto a Caitanya
Mahāprabhu, esto está muy bien.
Y en aquella ocasión estuvimos hablando y por supuesto fui
vencido con sus argumentos, mis argumentos quedaron derrotados. (risas) Y después,
cuando salimos, nos ofrecieron prasādam,
nos dieron muy buen trato en la Gauḍīya Math. Cuando salí a la
calle, este amigo mío me preguntó: “¿Cuál es tu opinión de este sādhu?”. Yo le dije: “He aquí la persona
adecuada para la misión de propagar el mensaje de Caitanya Mahāprabhu, y de distribuirlo”.
Devotos: ¡Jaya!
Prabhupāda: Yo aquella
época era un tonto, pero expresé así mi opinión. Y le acepté como maestro
espiritual inmediatamente. No de forma oficial pero en el corazón. Esto fue en
1922. Después, en 1923, me marché de Calcuta por cuestiones de negocios. Y establecí
mi cuartel general en Allahabad. Allahabad está a unos seiscientos kilómetros
de Calcuta. Y yo pensaba, siempre pensaba que: “He conocido a una persona santa
muy buena”. Yo siempre estaba pensando eso. Y de ese modo, en 1928, se celebró
una Kumbhamelā.
Y aquella ocasión los devotos de la Gauḍīya Matha fueron a Allahabad para fundar
allí un centro. Y alguien les dijo, alguien les indicó que: “Vayan a esa
farmacia Prayāga”. Mi farmacia se llamaba Farmacia Prayāga. También estaba allí
mi nombre. “Vayan allí y visiten a Abhaya Babu. Él es religioso… y podrá
ayudarles”. Y estos devotos de la Gauḍīya Matha, vinieron a verme. “Señor,
hemos venido a verle, tiene usted muy buena fama y nosotros queremos fundar un
templo aquí. Por favor, trate de ayudarnos”. Y como yo estaba pensando en esas
personas de la Gauḍīya Matha que: “He conocido a esas personas santas tan
buenas”, y tan pronto como los vi, me puse muy contento: ”Oh, aquí están estas
personas, han vuelto”.
Y de ese modo, gradualmente, me apegué a esas actividades de
la Gauḍīya Matha, y por la gracia de Kṛṣṇa, mis negocios no me iban demasiado
bien. (risas) Sí. Kṛṣṇa dice, yasyāham
anughṛṇāmi hariṣye tad-dhanam śanaiḥ. Cuando alguien quiere de verdad ser
devoto de Kṛṣṇa y al mismo tiempo conserva sus apegos materiales, entonces Kṛṣṇa
actúa de forma que se lo quita, le quita todo lo material, de forma que esa
persona se vuelve al cien por ciento dependiente de Kṛṣṇa. Y eso me ocurrió a
mí realmente en la vida. Me vi obligado a venir a este movimiento y a tomármelo
muy en serio. Y yo soñaba que: “Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura me llama, ¡por
favor ven conmigo!”. (pausa) Y a veces me horrorizaba: “Oh, ¿pero qué es esto,
tengo que abandonar mi vida familiar, me está llamando Bhaktisiddhānta
Sarasvatī Ṭhākura, tengo que tomar sannyāsa?”.
Yo estaba horrorizado. Pero le vi varias veces llamarme. Y fuera como fuera,
por su gracia me vi obligado a abandonar la vida familiar, mi mal llamada vida
de negocios. Y de una forma u otra me llevó a predicar su evangelio.
Hoy es un día memorable. Lo que él deseó, yo estoy haciendo
un pequeño esfuerzo y ustedes me están ayudando. Así que tengo que agradecerles
más. Ustedes son en realidad representantes de mi Guru Mahārāja (Śrīla Prabhupāda
comienza a llorar) porque me están ayudando a cumplir la orden de mi Guru
Mahārāja. Muchas gracias. (fin)