Jhansi, noviembre
1958
Fecha desconocida
Mi querido Hermano
Por favor excúseme
si le ofendo al llamarle mi querido hermano. En realidad usted es mi hermano, y
en cuanto me conozca seguramente que se sentirá complacido de que le llame de
esta forma.
Es usted mi hermano
en relación con nuestro Padre común y Eterno, la Todopoderosa Personalidad de
Dios, Sri Krishna, el revelador Autor del gran libro de filosofía “El
Bhagavad-gita”. Y yo sé, por este libro de conocimiento trascendental, que
usted y todas las demás entidades vivientes, en cualquier forma en que ellas se
encuentren, son todos mis hermanos.
No obstante, sé que
otros hermanos menos inteligentes, quienes se encuentran ahora en el reino
animal, no podrán reconocerme incluso si me dirijo a ellos como queridos
hermanos, debido a que ellos se encuentran demasiado envueltos en la
consciencia material. Pero como es usted un ser humano, y como ha desarrollado
la consciencia de ser humano, yo me he aventurado a aproximarme y dirigirme a
usted directamente como “Mi querido hermano”. Por favor no confunda mi esfuerzo.
Quizá usted sea,
aunque yo no lo creo así, uno de esos otros hermanos que cree que no existe una
Persona como Dios, nuestro Padre Eterno. Pero si usted sí cree eso, permítame
decirle que está equivocado. Tal convicción se debe bien a que ha sido
confundido por otro hermano que está equivocado o bien a que ha fallado usted
en establecer una comunión con nuestro Padre Eterno. Por lo tanto, usted no
tiene una consciencia correcta si no cree en Él.
Yo estoy preparado
para convencerle a usted en todo sentido de que nuestro Padre Eterno existe, y
de que Él quiere que nosotros regresemos a nuestro hogar permanente. Si usted
argumenta que dicho Dios Padre no existe en absoluto, yo seguiré preparado para
argumentarle a usted de manera totalmente seria. En este caso tenga la
gentileza de hacerme saber sus puntos de vista definitivos y relevantes, para
que de esa manera yo trate de contestar a estos puntos uno por uno. Y si usted
desea argumentarme a mí, entonces mi única petición para usted será que tales
argumentos sean siempre muy sinceros y serios. Una vez que uno es convencido en
esta forma, entonces debe estar preparado para actuar de manera congruente con
ello.
Quizá usted
argumente que sí efectivamente hay un Dios, debemos dejarlo vivir pacíficamente
y a Su placer en cualquier lugar en que Él quiera hacerlo y que nosotros no
tenemos nada en absoluto que ver con Él. En ese caso yo debo decirle que usted
tiene mucho que hacer con relación a Él, para restablecer la relación eterna
que tiene con Él, ahora olvidada.
Suponga que usted es
el hijo de un hombre rico y que ha dejado su casa, olvidando las propiedades de
su padre, el hogar y la felicidad. Y si alguien le da a usted información
acerca de las propiedades de su padre y de la inmensa fortuna que puede usted
heredar al reclamar su derecho por nacimiento, ¿desatendería usted a este
amigo? Estoy seguro de que no. Yo le puedo dar a usted tal información
importante.
Yo le aseguro que la
forma en que se encuentran actualmente sus asuntos no le hace feliz. Quizá se
encuentre usted en posesión de la así llamada acumulación de riqueza material,
salud o felicidad, pero aun así continúa usted sintiendo alguna insuficiencia y
frustración, y por lo tanto usted no es tan feliz como podría serlo. Si usted
no se siente así, entonces usted debe ser o bien un hombre anormal, o un santo
liberado o encontrarse en la más burda ignorancia de un bajo nivel de
consciencia. Si se siente usted anormalmente feliz, debo hacerle a usted las
siguientes sencillas preguntas. Que son las que siguen a continuación:
1) ¿Le gustaría
morir?
2) ¿Le gustaría
volver a nacer?
3) ¿Le gustaría ser
un hombre viejo?
4) ¿Le gustaría ser
un hombre enfermo?
Estoy seguro de que
las respuestas a todas estas preguntas sería sólo una palabra: “No”. Si usted
piensa que es feliz, entonces, ¿ha resuelto los problemas mencionados arriba de
alguna manera? ¿Los vastos recursos de conocimiento material que tiene usted le
ayudarán a resolver estos aparentemente comunes, pero muy grandes problemas?
¿Piensa usted que podrá resolver los problemas mencionados arriba en algún peróodo
de tiempo? Si dice usted eso, entonces yo debo decirle de nuevo que se
encuentra usted en una condición anormal.
No se convierta pues
en un loco por una falsa convicción. No siga ignorando sus problemas.
Conviértase en un hombre con una consciencia plenamente desarrollada y
reconozca que usted nunca ha sido feliz en el verdadero sentido de la palabra y
que su ideal de felicidad no se ha cumplido jamás.
La manera en la que
usted está buscando ser feliz, o tratando de hacer a otros felices a través de
su ideología manufacturada es llamada “Maya”, o ilusión. Por esta manera de
hacerse feliz a usted y a otros, usted simplemente ha obtenido el crédito por
la creación de muchos disturbios y enredos para todos los involucrados. Esto
está registrado en la historia del mundo material. Los imperios van y vienen,
pero los problemas de la vida siguen siendo los mismos. Por lo tanto, pacientemente
y con la cabeza fría pregúntese a sí mismo si es usted verdaderamente feliz.
La felicidad que
usted ansía es posible de obtener tan pronto como aprenda a ser introspectivo y
mire dentro de sí. Usted es amigo y enemigo de sí mismo. Usted puede elevarse a
sí mismo por su propio esfuerzo, y también puede descender con ese mismo
esfuerzo. Se trata simplemente de saber la dirección y el camino. Por lo tanto
le pido que por favor se ponga en contacto con nosotros, y nosotros le
enseñaremos a elevar su ser a la felicidad normal. Esto no es un sueño, ni una
mentira. Usted debe aprender por sí mismo como progresar en este sendero, y
nuestro único deber es ayudarle. Piense que eventualmente puede ser usted un
miembro de la Liga de Devotos, le estoy enviando adjunta una copia del Folleto,
y espero muy sinceramente que se convierta usted en un miembro activo de esta
gran institución. Con pago o sin pago puede usted convertirse en miembro sin
ninguna obligación y la Liga siempre le dará la bienvenida, aceptándole a usted
como al niño Divino.
Le saluda
atentamente
A nombre de la Liga
de Devotos
Abhay Charanaravinda
Bhaktivedanta
Traducida por Dvārakā rājā dāsa (HDG) - México