Conferencia 01 Śrī Īśopaniṣad - Si quieren ver a Dios, lo primero es saber cuáles son Sus características

Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Conferencia 01 Śrī Īśopaniṣad
Si quieren ver a Dios, lo primero es saber cuáles son Sus características
Los Ángeles, 28 abril 1970


(no audio)

Gargamuni: (dirige el canto del mantra 1, la transliteración, etc.)

īśāvāsyam idam sarvaṁ
yat kiñca jagatyāṁ jagat
tena tyaktena bhuñjīthā
mā gṛdhaḥ kasya svid dhanam

“Traducción: El Señor posee y controla todo lo animado e inanimado que hay en el universo. Por eso, uno solo debe aceptar aquellas cosas que le sean necesarias y que se le han asignado como su cuota, y no debe aceptar otras cosas, sabiendo bien a quién pertenecen”.

Prabhupāda: Ahora, aquí está la declaración de que todo lo animado o inanimado que se encuentra en este universo es controlado y poseído por el Señor. ¿Qué son ustedes, inanimados o animados?

Devotos: Animados.

Prabhupāda: Animados. ¿Piensan que son controlados, o no?

Devotos: Controlados.

Prabhupāda: ¿Hay alguien aquí que no sea controlado?

Devotos: No.

Prabhupāda: ¿O en cualquier parte en este universo que no sea controlado? ¿Puede alguien decir que: “A mí no me controla nadie?”. Nadie puede decir eso. Entonces si son controlados, ¿por qué van a decir: “A mí no me controlan. Soy independiente. Soy Dios”?. ¿Por qué esta tontería? Si son controlados... Dios..., ¿quiere decir que Él es controlado? Están proclamando: “Soy Dios” ¿Tiene significado? Si soy controlado, ¿cómo puedo volverme Dios? Es una cuestión de sentido común. Por lo tanto, la filosofía māyāvādī: “Todos somos Dios. Yo soy Dios, tú eres Dios...”. Así como el otro, el que estaba hablando, ese Meher Baba... Sí. Estaba diciendo: “Yo soy Dios. Tú eres Dios”.

Dios nunca es controlado. Si alguien es controlado, inmediatamente no es Dios. Esa es una definición simple, que Dios no es controlado. Si alguien dice ser Dios, entonces ante todo esta pregunta: “¿Es usted controlado, o no?”. Sentido común. Nadie puede decir que no es controlado. He visto un pícaro, tenía una sociedad y estaba predicando esto de que: “Yo soy Dios”. Pero un día lo vi, tenía dolor de muelas y se quejaba: “¡Ohhhh!”. (risas) Entonces le pregunté: “Usted dice que es Dios pero ahora está bajo el control de un dolor de muelas, ¿qué clase de Dios es usted?”. (risas) ¿Lo ven?

Esas sociedades, esos que dicen: “Yo soy Dios. Tú eres Dios. Todos somos Dios”, Dios se ha vuelto tan barato que cualquiera es Dios. Deben saber que son todos unos pícaros. Tan pronto dicen: “Soy Dios”, deben saber que: “Este es un pícaro número uno”.

Nadie está sin control. Tantos grandes, enormes planetas, gigantes... Este planeta Tierra es solamente... Es un planeta pequeño, chiquito, y aun así, ya lo ven, en este planeta hay enormes océanos como el Atlántico y el Pacífico, y enormes montañas, y ni qué hablar de sus enormes rascacielos. Con toda esa carga está flotando en el aire como un capullo de algodón. ¿Quién está controlando? ¿Pueden ustedes hacer flotar siquiera un pequeño grano? Ustedes pueden decir: “Ley de Gravedad” y muchas otras cosas, pero no pueden utilizarlas. O pueden ponerla en un... Sus máquinas, aviones, vuelan por el aire, mientras la máquina funcione. Tan pronto se termina el petróleo, de inmediato se vienen abajo. De inmediato.

Pero esos grandes planetas... Este es solo uno de los más pequeños. El planeta Sol es un millón cuatrocientas mil veces más grande que este planeta. Y también es... Podemos ver que el Sol está flotando en una esquina de este gran espacio. ¿Cómo pueden decir entonces que no están bajo control? ¿Flotan por sí mismos? No. La respuesta está en el Bhagavad-gītā: “Yo entro en estos planetas materiales y los mantengo flotando”. Gām āviśya aham, dhārayāmy aham ojasā (BG 15.13). Dhārayāmy aham ojasā. Algo... Así como ustedes hacen flotar estos aviones, alguien entró allí, el piloto. En verdad, él está haciendo que el avión flote, no la máquina. Esa es la simple verdad.

Si toman esta analogía, este planeta está flotando, así es que alguien debe estar allí dentro. Alguien debe haber entrado. Kṛṣṇa dice: “Yo entré”. ¿Entonces cuál es la dificultad para entender cómo está flotando? Esa es la analogía. Cualquiera puede entender que ese enorme avión está flotando en el cielo porque el piloto ha entrado en él. Similarmente, si este planeta está flotando, alguien, usted o alguien más, Dios, ha entrado en él. Esa respuesta está allí en el Bhagavad-gītā: “Yo ingreso en esos planetas y de ese modo los mantengo flotando”. Esa es nuestra respuesta. Los científicos hablan de la ley de gravedad... Si eso es cierto...

Pero tenemos que tomar el conocimiento de Kṛṣṇa. Ese en nuestro proceso. No aceptamos ningún otro proceso de conocimiento. Nuestro proceso es recibir el conocimiento de la autoridad, eso es un hecho. Ese es conocimiento de primera clase. Si consiguen una autoridad que pueda hablar de un asunto y toman ese conocimiento, eso es perfecto.

Hay tres clases de procesos para recibir conocimiento. El primero: creemos en la percepción directa de los sentidos, pratyakṣa. Así como alguien dice: “¿Puedes mostrarme a Dios?”. Eso quiere decir que es un pratyakṣavādi. Quiere ver todo directamente, experiencia directa. Ese tipo de gente dice: “¿Puedes mostrarme a Dios?”. Pero ese no es conocimiento de primera clase. Supongamos que me piden: “¿Puedes mostrarme a Dios?”, y le digo: “Sí, puedo mostrarle a Dios”. “Muéstramelo”. “Se lo mostraré, este es Dios”. ¿Lo creerían? Supongamos que me piden: “¿Puede mostrarme a Dios?”. Y le digo: “Sí, puedo”. “¿Qué Dios es ese?”. “Ese es Dios”, le digo yo. ¿Aceptará que este micrófono es Dios? ¿Cuál es la respuesta? ¿Ehhh? ¿Por qué no?

Viṣṇujana: No tiene las cualidades.

Prabhupāda: No. Si me piden: “¿Puede mostrarme a Dios?”, y yo le muestro cualquier cosa que se me ocurra: “Sí, aquí está Dios...”. O, ¿por qué Dios? Supongamos que van a una tienda y piden algo: “¿Puede darme oro?” Y le da viruta de hierro: “Aquí tiene oro, tómalo”. Entonces, ¿qué dirán? ¿Cuál será la respuesta? ¿Ehhh?

Si piden... Van a una tienda. No saben dónde comprar oro, pero necesitan un poco, así que van a una tienda y le piden: “¿Tiene oro en su depósito?”. Él inmediatamente se dará cuenta de que está ante un pícaro número uno porque vino a comprar oro a un negocio, una tienda común. Si alguien tiene que comprar oro, tiene que ir donde se vende oro. Pero él fue a una tienda común a comprar, por lo tanto es un pícaro número uno. Entonces tratará de engañarlo: “Aquí tiene oro”, y le da un pedazo de hierro.

¿Entonces qué dirá? ¿Aceptará el hierro como si fuera oro? ¿Ehhh? ¿Por qué no? Él no sabe lo que es el oro, por eso fue a una tienda a comprarlo y le dan un pedazo de hierro: “Aquí tiene oro”, y él lo compra, y es engañado. Similarmente, esos pícaros que dicen: “¿Puedes mostrarme a Dios?”, primero deben saber qué es Dios, de otra manera serán engañados. Eso está sucediendo.

Si quieren comprar oro, al menos deben tener un conocimiento preliminar de lo que es oro. Las características. Como en el laboratorio de química, hacen pruebas. Supongamos que en la farmacia, o... Esa es la ley del gobierno, que cuando acepte algún químico o alguna droga, debe probarlo, y allí se dice cuáles son las pruebas características. Como el bicarbonato de soda: el color es así, la constitución es así, la reacción es así, el sabor es así. El químico en su laboratorio corrobora las características, luego lo acepta: “Sí, es bicarbonato de soda”.

Similarmente, si quieren conocer a Dios, o si quieren ver a Dios, lo primero es saber cuáles son las características de Dios. De otro modo, si van con otro pícaro y le piden: “¿Puede mostrarme a Dios?”, y le muestra alguna tontería, lo aceptará como Dios, ¿está bueno eso? Eso está sucediendo. “Quiero ver a Dios”. “¿Qué cualidades tienes para ver a Dios?”. Él no considerará como una cualidad simplemente que quieran ver a Dios.

Nosotros no enseñamos esas cosas baratas. Ese es nuestro programa. El movimiento de conciencia de Kṛṣṇa no viene a presentar alguna tontería, algo barato. Si quieren ver a Dios cara a cara, no una ficción, deben seguir las reglas y regulaciones, deben cantar, deben purificarse. Luego gradualmente, svayam eva sphuraty adaḥ (CC Madhya 17.136). Deben esperar. El momento llegará. Cuando estén purificados verán a Dios. No inmediatamente en su condición actual.

Pero Dios es tan bueno, Kṛṣṇa es tan bueno, incluso en su condición actual Él está presente, arcā-vigraha. Está abierto a ser visto por todos, ya sea que sepan o no qué es Dios. Este arcā-vigraha no es un ídolo, no es imaginario. Ellos son... El conocimiento se recibe de los superiores. Brahma-saṁhitā: veṇuṁ kvaṇantam aravinda-dalāyatākṣam (BS 5.30). La descripción está allí.

La realización de Dios, si siguen eso... De inmediato, mediante sus sentidos embotados, aunque Dios, Su forma, Su nombre, Sus cualidades, Su parafernalia no puedan ser percibidos. Los sentidos actuales son obtusos, por lo tanto en la actual situación esta civilización se ha vuelto atea, porque naturalmente no tienen el poder de entender a Dios, ni son guiados por personas que puedan hacerles entender qué es Dios. Por eso la gente se está volviendo atea, sin Dios. Pero si leen toda esa literatura védica bajo una guía superior, si siguen las reglas y regulaciones, svayam eva sphuraty adaḥ. Dios se revelará ante ustedes.

No pueden ver a Dios o entenderlo mediante su propio esfuerzo. Tienen que rendirse al proceso por el cual Dios puede ser conocido. Entonces se revelará. De otro modo, no. Él es el controlador supremo. Ustedes son controlados, entonces, ¿cómo pueden controlar a Dios? “Oh, Dios, por favor ven aquí. Quiero verte”. No, no. Dios no es algo tan barato que por sus órdenes vendrá y se hará visible ante ustedes. Eso no es posible. Siempre deben saber que: “Él es el controlador supremo y que yo también soy controlado. Si puedo complacer a Dios mediante mi servicio Él se revelará ante mí”. Ese es el proceso para conocer a Dios.

Muchas gracias. (fin)

Traducción: Hamsa Rūpa dāsa – Argentina