Bg. 6.1-4 - Sistema de yoga - Todos son sirvientes de la ilusión

Clase de Su Divina Gracia
A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Bhagavad-gītā 6.1-4
Todos son sirvientes de la ilusión
Nueva York, 2 septiembre 1966
(Sāṅkhya, el sistema de yoga)

Prabhupāda: Hemos terminado el Quinto Capítulo del Bhagavad-gītā. Hoy comenzaremos el Sexto Capítulo. En el Sexto Capítulo encontrarán el proceso de yoga. Han escuchado muchas veces acerca del sistema de yoga. Ese sistema de yoga es aprobado por el Bhagavad-gītā. Pero el sistema de yoga según lo prescrito en el Bhagavad-gītā, está especialmente indicado para la purificación de su estado. Karma-śuddhasya vijitātmanaḥ. Karma-śuddhasya vijitātmanaḥ. Para el control de los sentidos y para purificar el proceso de trabajo, que es el propósito del yoga. Yoga significa purificar el proceso de nuestras actividades y controlar los sentidos. Śrī-bhagavān uvāca. Bhagavān. El otro día explicamos quién es Bhagavān. Bhagavān es la última palabra de la Verdad Absoluta. La Verdad Absoluta se comprende en tres fases: el Brahman impersonal, el Paramātmā localizado, la Superalma, y finalmente, como la Suprema Personalidad de Dios. En última instancia Bhagavān, o la Suprema Verdad Absoluta, es una persona; y secundariamente, Él es la Superalma omnipresente y la efulgencia brahmajyoti.

Así pues, aquí se dice: śrī-bhagavān uvāca. Bhagavān significa el propietario de todo y omnipotente, todo... Él tiene todo el… Él es plenamente famoso. Nadie puede ser más famoso que Dios, plenamente bello, completo en conocimiento y con renunciación plena. Pleno en opulencias y simultáneamente, pleno en renunciación. Aquí, en el mundo material, verán que si un hombre tiene grandes opulencias, a él no le gusta la idea de abandonarlas. No le gusta. No le gusta renunciar. En la Suprema Personalidad de Dios encontrarán opulencia plena, pero al mismo tiempo, plenitud de renunciación. Las seis cualificaciones: propietario de toda opulencia, toda fama, toda fuerza, toda belleza, todo conocimiento y toda renunciación. Si ven que en alguien se manifiestan plenamente éstas seis opulencias, Él es la Suprema Personalidad de Dios.

Así pues, aquí se dice: śrī-bhagavān uvāca. La Suprema personalidad de Dios está hablando. Que Él está hablando quiere decir que está hablando con conocimiento pleno. Su conocimiento no tiene defectos. Nuestro conocimiento tiene tantos defectos. Cometemos errores y estamos ilusionados. A veces decimos una cosa y en nuestro corazón hay algo diferente. Eso quiere decir que engañamos. Y nuestra experiencia es completamente imperfecta, porque nuestros sentidos son imperfectos. Por eso yo no puedo decir nada. Si me preguntan: “Swamiji, ¿qué está diciendo?”. Estoy diciendo tan solo lo que dice la Suprema Personalidad de Dios. Solo estoy repitiendo las mismas palabras. Eso es todo. No piensen que yo estoy hablando. Simplemente soy un instrumento. El verdadero orador es la Suprema Personalidad de Dios, que está fuera y dentro. Así pues, ¿qué es lo que Él dice? Él dice:

anāśritaḥ karma-phalaṁ
kāryaṁ karma karoti yaḥ
sa sannyāsī ca yogī ca
na niragnir na cākriyaḥ

Anāśritaḥ. Anāśritaḥ significa sin refugio. Karma-phalam. Todos están trabajando esperando un resultado. Esperan un resultado de todo lo que hacen. Aquí Bhagavān, la Suprema Personalidad de Dios dice: “Cualquiera que trabaja sin refugiarse en el resultado del trabajo...”. Él trabaja, entonces, si no espera ningún resultado, ¿por qué trabaja? Supongamos que le pido a alguien que trabaje de ésta manera. Él esperará un resultado, una remuneración, alguna recompensa o un salario. Esa es la forma en que aquí se trabaja. Pero Kṛṣṇa prescribe: anāśritaḥ karma-phalam. “Aquel que trabaja sin esperar un resultado o una recompensa”. Entonces, ¿por qué trabaja? Kāryam. “Es mi deber”. Es mi deber, no por un resultado, sino por deber. “Es mi deber hacer esto”. Kāryaṁ karma karoti yaḥ. Si alguien trabaja de esa manera, sa sannyāsī, él está realmente en la orden de vida de renuncia.

Según la cultura védica hay cuatro etapas en la vida. Ya se las he explicado muchas veces, brahmacārī, gṛhastha, vānaprastha, y sannyāsī. Brahmacārī significa vida de estudiante. Ser entrenado completamente en la comprensión espiritual, la conciencia de Kṛṣṇa. Él recibe el nombre de brahmacārī. Luego, después de un entrenamiento cabal, él acepta una esposa, se casa y vive con la esposa y los hijos. Eso se llama gṛhastha. Más tarde, después de los cincuenta años, deja a los hijos, se va de casa acompañado por su esposa y viaja por los lugares sagrados. Eso se llama vānaprastha, vida de retiro. Y al final, deja a su esposa al cuidado de sus hijos mayores y permanece solo. Eso se llama sannyāsa, o la orden de vida de renuncia. Existen estas cuatro órdenes en la vida.

Ahora bien, Kṛṣṇa dice que el mero hecho de renunciar no lo es todo. Debe haber algún deber. Kāryam. Kāryam significa “es mi deber”. Ahora bien, ¿cuál es ese deber? Él ha renunciado a la vida en familia, él no tiene más preocupaciones acerca de cómo mantener a su esposa y sus hijos. Entonces, ¿cuál es su deber? Ese deber es de una gran responsabilidad. Trabajar para Kṛṣṇa. Kāryam. Kāryam significa que “ese es el verdadero deber”. En nuestra vida hay dos tipos de deberes. Un deber es servir a la ilusión, y el otro deber es servir a la realidad. Cuando sirven a la realidad, eso se llama verdadero sannyāsa. Y cuando servimos a la ilusión, eso se llama māyā. Estoy en una posición en la que tengo que servir, o bien a la realidad, o bien a la ilusión. Mi posición no es la de volverme el amo, sino la de volverme el sirviente. Esa es mi constitución.

En este mundo material todos son sirvientes, nadie es amo. Uno cree: “Yo soy el amo”, pero en realidad es un sirviente. Supongamos que su familia. Si están pensando que son los amos de su esposa, de sus hijos, de sus sirvientes, de sus negocios, eso es falso. Son los sirvientes de su esposa, los sirvientes de sus hijos, los sirvientes de sus sirvientes. Esa es su verdadera posición. En cualquier caso que consideren. El presidente se considera que es el amo de su país. Pero en realidad, es el sirviente de su país. Si continúan analizando, verán que nuestra posición es siempre la de sirviente. Así que podemos volvernos los sirvientes de la ilusión o los sirvientes de Dios. Pero si permanecemos como los sirvientes de la ilusión, entonces desperdiciamos nuestra vida. Todos son los sirvientes de la ilusión. Él no es el sirviente de nadie, sino el sirviente de la ilusión. Está esperando algún beneficio. Él está esperando un beneficio a cambio de su servicio. Pero ese beneficio es pasajero e ilusorio. Por eso es un sirviente de la ilusión. Y cuando una persona vuelve a sus sentidos, a sus sentidos trascendentales o jñānam, cuando verdaderamente se vuelve una persona con conocimiento; se vuelve el sirviente de la realidad. Porque de una u otra manera, siempre somos sirvientes.

Así pues, conocimiento significa: “¿Por qué debo servir a la ilusión? Serviré a la realidad”. “Si mi ocupación es tan solo servir, nunca la de ser el amo sino el sirviente, ¿por qué tengo que servir a la ilusión? Serviré a la realidad”. Ese sentido se llama conocimiento: anāśritaḥ karma-phalam. Sannyāsa, orden de vida de renuncia, significa que una persona que tiene conocimiento perfecto, puede tomar sannyāsa. De lo contrario, si acepta la orden de vida de renuncia de un modo precipitado, se creará problemas a sí mismo y creará problemas a los demás. Sannyāsa quiere decir “con conocimiento pleno”. Así pues, aquí la Suprema Personalidad de Dios explica cómo se manifiesta ese conocimiento después de aceptar sannyāsa. ¿Qué es eso? Kāryam. “Es mi deber volverme consciente de Kṛṣṇa, y servir la causa de Kṛṣṇa. Ese es mi deber, ese es mi verdadero deber”. Cuando llegamos a este punto, cuando llegamos a este conocimiento, nos volvemos mahātmās, grandes almas. Vāsudevaḥ sarvam iti sa mahātmā sudurlabhaḥ. Lo verán en el Bhagavad-gītā. Bahūnāṁ janmanām ante jñānavān māṁ prapadyate. [Bg. 7.19] “Cuando una persona, un alma, se eleva perfectamente al nivel del conocimiento verdadero, del conocimiento trascendental, ¿qué hace? Kṛṣṇa dice: “Él se entrega a Mí”. ¿Por qué? Vāsudevaḥ sarvam iti [Bg. 7.19] “Tú lo eres todo Vāsudevaḥ. Vāsudevaḥ significa Kṛṣṇa. Esto es conciencia de Kṛṣṇa. Pero Kṛṣṇa dice: sa mahātmā sudurlabhaḥ. “Semejante gran alma es muy difícil de encontrar”. Pero si una persona inteligente comprende esta filosofía, que la meta última de la vida es entregarme a Kṛṣṇa: “¿Por qué no entregarme inmediatamente? ¿Por qué debo esperar? Bahūnāṁ janmanām ante. “¿Por qué debo esperar durante tantos nacimientos?”.

Ese estado es verdadero sannyāsa. Kāryam. Kāryam significa: “Es mi deber. No soy forzado, sino que lo hago voluntariamente debido al amor, al amor trascendental”. Igual que la madre sirve al hijo debido al amor. No hay cuestión de salario o remuneración. La madre ama a su hijo. Similarmente, pueden amar al Señor Supremo de muchas maneras. Pueden amar al Señor como amigo, como hijo, como su esposo. De cualquier manera. Hay cinco diferentes rasas o melosidades, a través de las cuales nos relacionamos eternamente con el Señor Supremo. Y cuando en realidad estamos en la etapa de liberación de todo el conocimiento, podemos comprender que “Nuestra relación con el Señor está en este modo”. Eso se llama svarūpa-siddhi. Esa es la verdadera iluminación espiritual. Eso es verdadera autorrealización. Todo el mundo tiene una relación eterna con el Señor, ya sea en la concepción de amo y sirviente, o en la concepción de amigos, o en la concepción de padres e hijos, o en la concepción de esposos, o en la concepción de amantes. Estas relaciones existen eternamente.

Ahora bien, el proceso de la comprensión espiritual es llegar a este estado trascendental. Estas relaciones con el Señor están reflejadas en el mundo material de un modo pervertido. Y por eso aquí existe esta relación de amo y sirviente. Pero puesto que está pervertida, esa relación no es de amo y sirviente. Esa relación es con el dinero y el beneficio. Aquí, en este mundo material, la relación entre amo y sirviente continúa en tanto que el amo sea capaz de pagar al sirviente. Tan pronto como se interrumpe el pago, desaparece. Por eso no es eterna. No es eterna. Similarmente, aquí también existe la relación entre amigos. Pero a la menor diferencia de opinión, la amistad se rompe. Los amigos se vuelven enemigos. Por eso es un reflejo pervertido. De la misma forma, la relación entre la madre y el hijo. Una pequeña diferencia de opinión rompe la relación, y el hijo abandona la relación con su madre. En todos los aspectos. Esposo y esposa, a la mínima diferencia de opinión, divorcio, separación.

En este mundo material, ninguna relación es verdadera. Recuerden siempre que todas las relaciones en este mundo material son un reflejo pervertido de esa relación que tenemos eternamente con la Suprema Personalidad de Dios. Aquí sólo está reflejado, como la luz del Sol. La luz del Sol se refleja en el cristal, y ese reflejo entra en mi apartamento. A las seis la luz del Sol viene de Oriente, así que por la tarde no es posible que la luz del Sol venga de Oriente. La luz del Sol viene de Occidente, pero viene de Oriente porque se refleja en un cristal de la casa de enfrente. Esta es la idea del reflejo. El reflejo de la luz del Sol no es auténtico, pero parece la luz del Sol. Similarmente, todas las relaciones que tenemos aquí, ya sea como amo y sirviente, o como amigos, o como padre e hijo, o como esposos, o como amantes; cualquier relación que vemos aquí, es un reflejo pervertido de nuestra relación eterna con Dios.

Cuando llegamos a ese nivel de entendimiento estamos perfectamente situados en el conocimiento. Aquí se afirma que cuando se llega a ese conocimiento, se acepta el servicio del Señor, la conciencia de Kṛṣṇa: kāryam. Kāryam significa: “Es mi deber”. Porque tengo una relación amorosa eterna con Kṛṣṇa. No hay cuestión de remuneración. Por supuesto, hay una remuneración miles de veces más grande que la remuneración que obtenemos aquí a cambio de nuestro servicio. No miles de veces... no hay límite.

Hay una historia de un gran devoto: Bali Mahārāja. Bali Mahārāja era un rey muy poderoso, y conquistó los planetas celestiales. Así que los habitantes de los planetas celestiales apelaron al Señor supremo para que los salvase. “Ahora hemos sido conquistados por el rey de los demonios, Bali Mahārāja. Y Kṛṣṇa aceptó la forma de un enano y fue a mendigarle a Bali Mahārāja como si fuese un niño. Y se aproximó a él, a Bali Mahārāja: “Yo quiero pedirte algo. Tú eres un gran rey, tú das caridad a los brāhmaṇas. Así que quiero pedirte algo”. Entonces Bali Mahārāja dijo: “Sí, yo te lo daré. ¿Qué quieres?”. “Bien, quiero que me dé tres pasos de tierra según mi propia medida. Eso es todo”. Él era un niño, Sus pies no eran muy grandes. Y Bali Mahārāja dijo: “Y ¿qué vas a hacer con un trozo de tierra tan pequeño?”. Pero Él dijo: “Sí, eso será suficiente para Mí. Si me prometes estos tres pasos de tierra, eso será suficiente”. Bali Mahārāja aceptó y con dos pasos cubrió todo el universo. Entonces le preguntó: “Bali Mahārāja, todo lo que tenías sólo ha servido para dar dos pasos. ¿Dónde pondré el tercero?”. Entonces Bali Mahārāja comprendió que ese era el favor del Señor Supremo. Él dijo: “Mi querido Señor, ahora lo he perdido todo, no tengo ninguna propiedad, pero tengo mi cabeza. Por favor, ponlo en ella”. ¿Comprenden? El Señor se complació mucho con él y le ofreció: “Bali Mahārāja, ¿Qué quieres que te dé?”. “No, yo no espero nada de Ti. He podido entender que Tú quieres todo lo que poseo. Así que te lo he ofrecido todo. Eso se acabó, no lo quiero”. Entonces el Señor dijo: “Sí, pero por mi parte, tengo algo que ofrecerte. Yo permaneceré a tu puerta como tu sirviente recadero”. Así pues, Él se quedó siempre, igual que estamos sentados aquí y puede que haya un portero. Él, el Señor, se volvió su portero. Esa es la recompensa. Si ofrecemos algo al Señor, recibimos millones de veces más. Así que no debemos esperar algo a cambio.

El Señor siempre es muy serio en lo que respecta a recompensar el servicio de Su sirviente, de Su devoto. Hay muchos devotos. Este devoto, Bali Mahārāja, lo entregó todo para el servicio del Señor. Y así se volvió un rey famoso. Sarvātma-snapane abhavad balir vaiyāsakiḥ. Así pues, cualquiera que piensa: “Mi deber es servir al Señor, ese es mi deber”, él es un hombre con conocimiento perfecto. Sa sannyāsī. Sa sannyāsī ca yogī ca. Él es un verdadero yogī. Hemos escuchado los nombres de muchos yogīs. Pero aquí, Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā: “Él es un verdadero yogī. ¿Quién? Aquel que se ha entregado plenamente a Mí y se ocupa en Mi servicio como una cuestión de deber”. Eso es todo. Sa sannyāsī ca yogī ca na niragnir na cākriyaḥ. Na niragniḥ. Niragniḥ significa: “Aquellos que han abandonado el hogar”. En el varṇāśrama-dharma el casado tiene que llevar a cabo yajña. Hay un fuego. Aun verán que los parsis son adoradores del fuego. Esta adoración se recomienda en las escrituras védicas. Así que se espera que los gṛhasthas, los casados, hagan un sacrificio de fuego diariamente.

yaṁ sannyāsam iti prāhur
yogaṁ taṁ viddhi pāṇḍava
na hy asannyasta-saṅkalpo
yogī bhavati kaścana

Aquí hay un punto muy importante, yaṁ sannyāsam iti prāhur. Śrī Kṛṣṇa instuye a Arjuna: “Lo que se denomina sannyāsa, la orden de vida de renuncia, eso también es yoga”. No hay diferencia entre el sistema de yoga y sannyāsa. Porque todo en el sistema de yoga... este Bhagavad-gītā también se conoce como el sistema de yoga. Aquí verán tres clases de yoga: karma-yoga, jñāna-yoga y bhakti-yoga. Al igual que tienen una escalera para subir a la quinta, a la sexta o a la décima planta, o aun más; la escalera o el ascenso se llama yoga. Ahora bien. Puede que alguien esté en la quinta planta, otro, puede que esté en la décima planta, otro en la decimoquinta planta. Pero ese mismo ascensor... Comparen el ascensor con el yoga. La conexión entre la última planta y la planta baja. Cualquiera que sea elevado hasta cierto nivel... A uno se lo llama karma-yogī, a otro jñāna-yogī, a otro bhakti-yogī. Teniendo en cuenta esto, hay diferentes clases de yoga. De otra manera, el servicio de ascensor, el servicio de yoga, es el mismo. La diferencia está en el punto de elevación.

Similarmente, yaṁ sannyāsam iti prāhur yogaṁ taṁ viddhi pāṇḍava [Bg. 6.2]. “Oh Arjuna”. Pāṇḍava significa “El hijo de Pāṇḍu, Arjuna”. “Deben saber que lo que se denomina sannyāsa y el yoga son el mismo principio”. ¿Cómo es que son el mismo principio? Porque asannyasta-saṅkalpo yogī bhavati kaścana. Porque nadie se puede volver ni un yogī ni un sannyāsī si no se ha liberado de los deseos por la complacencia de los sentidos. Todos están tratando de conseguir algún beneficio de sus actividades. Hay muchos yogīs que practican el sistema de yoga, o enseñan el sistema de yoga en busca de algún beneficio. Pero esa no es la idea del sistema de yoga. Todo debe ocuparse en el servicio del Señor, todo. Todo lo que hagamos, ya sea como un trabajador ordinario, o como un sannyāsī, o como un yogī, o un jñānī, hay que acoplar todas nuestras energías con la conciencia de Kṛṣṇa. Eso es verdadero sannyāsa, verdadero yoga. Ārurukṣor muner yogaṁ karma kāraṇam ucyate. “Aquellos que progresan por la escalera del sistema de yoga, para ellos, karma kāraṇam ucyate, ellos tienen que trabajar”. Al principio nadie debe dejar de trabajar. Nadie debe dejar de trabajar.

Como verán en el Bhagavad-gītā, Kṛṣṇa le pide a Arjuna que se vuelva un yogī, pero nunca le pide que deje de luchar. ¿Cómo alguien puede volverse un yogī y al mismo tiempo continuar siendo un guerrero? Aquí ven un ejemplo práctico. Kṛṣṇa le pide a Arjuna: tasmād yogī bhavārjuna. “Por lo tanto, mi querido Arjuna, vuélvete un yogī ”. Pero al mismo tiempo, está pidiéndole que luche. Nosotros sabemos que un yogī se sienta en un lugar, medita, concentra su mente y controla sus sentidos. ¿Cómo es eso de que él está luchando y al mismo tiempo es un yogī ? Ese es el misterio del Bhagavad-gītā, pueden continuar siendo un guerrero y al mismo tiempo el yogī más elevado, el sannyāsī más elevado. ¿Cómo? Con conciencia de Kṛṣṇa. Quiere luchar para Kṛṣṇa, eso es todo. Ese es el secreto. Si luchan para Kṛṣṇa, si trabajan para Kṛṣṇa, si comen para Kṛṣṇa, si duermen para Kṛṣṇa, si lo hacen todo para Kṛṣṇa; entonces es un yogī , un sannyāsī y todo lo demás. Ese es el secreto del Bhagavad-gītā. Es un ejemplo práctico. Vemos que a Arjuna se le pide: tasmād yogī bhavārjuna. En este capítulo verán que Kṛṣṇa le instruye a Arjuna acerca de cómo volverse un dhyāna-yogī. Eso es meditación. En este capítulo, Él le pedirá esto a Arjuna, y verán que Arjuna dirá: “Mi querido Kṛṣṇa, es imposible para mí. Este sistema que me has recomendado para la meditación, es imposible para mí”. Y también, aunque Kṛṣṇa instruye acerca del sistema de yoga en pleno detalle, nunca verán en la historia de la vida de Arjuna que él se volviese un meditador. Nunca. Entonces, ¿cómo se vuelve el yogī más perfecto? Eso lo verán al final de este capítulo. “Aquel que siempre está pensando en Kṛṣṇa...”.

yoginām api sarveṣāṁ
mad-gatenāntar-ātmanā
śraddhāvān bhajate yo māṁ
sa me yuktatamo mataḥ

Cuando Kṛṣṇa vió que Arjuna estaba rechazándolo, dijo: “Mi querido Arjuna, tú eres el yogī más elevado. Tú eres el mejor yogī. ¿Por qué? Porque siempre estás pensando en Mí. Eso es todo. No tienes otra ocupación aparte de pensar en Mí”. Este es el sistema de yoga. El sistema de sannyāsa. Este es el sistema de dhyāna. Todas las perfecciones de jñāna, yoga, dhyāna y cualquier otra actividad, el sacrificio, la caridad, y las penitencias; todas las actividades recomendadas para la iluminación espiritual, culminan en la conciencia de Kṛṣṇa. Así pues, si se vuelven conscientes de Kṛṣṇa directamente, es un yogī, un sannyāsī y todo lo demás. Como se afirma aquí: sa sannyāsī ca yogī ca. “Él es un sannyāsī, es un yogī y todo lo demás”. Él lo es todo. Este simple método, volverse consciente de Kṛṣṇa, es la perfección más elevada de la vida. Por eso esta sociedad se ha establecido para la conciencia de Kṛṣṇa. Las técnicas están en el Bhagavad-gītā y en el Śrīmad-Bhāgavatam. Traten de aceptar este principio de vida y esta vida humana será un éxito y será perfecta, debido a la conciencia de Kṛṣṇa.


Así pues: ārurukṣor muner yogaṁ karma kāraṇam ucyate. “Los que están en la etapa preliminar, siempre deben trabajar para Kṛṣṇa”. Siempre. Siempre deben encontrar algún deber. “¿Qué hay que hacer ahora para la conciencia de Kṛṣṇa?”. Karma kāraṇam ucyate. “Ellos no deben estar ociosos ni por un segundo. Siempre deben encontrar algún deber”. Eso es meditación. “¿Cómo debo trabajar para Kṛṣṇa?”.

ārurukṣor muner yogaṁ
karma kāraṇam ucyate
yogārūḍhasya tasyaiva
śamaḥ kāraṇam ucyate

Y cuando uno es avanzado, está en la etapa perfecta de esa conciencia de Kṛṣṇa, entonces, puede que físicamente no trabaje, pero internamente siempre está trabajando para Kṛṣṇa. Karma kāraṇam ucyate. Así pues, al principio, como los niños pequeños, siempre están ocupados en la educación, veinticuatro horas al día. De no ser así se echan a perder. Similarmente, aquellos que están en la etapa preliminar de la conciencia de Kṛṣṇa, siempre deben ocuparse en algún trabajo. Hay diversos tipos de trabajo.

Ahora bien, aquellos que están trabajando en nuestra sociedad, prácticamente hablando, no encuentran tiempo, no encuentran ningún descanso. Hay tanto trabajo que no se puede acabar. Día y noche tenemos trabajo para la conciencia de Kṛṣṇa. Y estamos felices de llevar a cabo ese trabajo. Y los estudiantes que están trabajando con nosotros, que están cooperando, también son felices. Encontrarán felicidad, si cantan Hare Kṛṣṇa durante las veinticuatro horas, nunca se cansarán. Si cantan o repiten tres veces cualquier otra cosa material, se cansarán. Es una prueba práctica. Pero si continúan cantando Hare Kṛṣṇa durante veinticuatro horas, nunca se cansarán. Así que si se ocupan en las actividades de la conciencia de Kṛṣṇa, nunca se cansarán. Porque están actuando en el nivel espiritual. El nivel espiritual es absoluto. El nivel material es diferente, si trabajan muy arduamente se cansarán.

Ahora bien, aquí se explica muy claramente:

yadā hi nendriyārtheṣu
na karmasv anuṣajjate
sarva-saṅkalpa-sannyāsī
yogārūḍhas tadocyate

Se considera que uno se vuelve un yogī de primera clase, que está situado en el nivel de yoga más elevado, en el nivel de sannyāsa, yadā, cuando indriyārtheṣu. “No trabaja para la complacencia de los sentidos”. Eso es todo. Todos trabajan para la complacencia de los sentidos. En el mundo material todos trabajan para la complacencia de los sentidos. Aquí todos trabajan para obtener alguna recompensa, alguna remuneración, un sueldo. Y eso lo utilizan para la complacencia de los sentidos. Ahora bien, aquí se dice: yogārūḍha. “Cuando se es un yogī perfecto...”. Eso se explica aquí: yadā hi na indriyārtheṣu. “Cuando no se trabaja para la complacencia de los sentidos”, na karmasv anuṣajjate, “Uno no trabaja sólo para la complacencia de los sentidos”. Y sarva-saṅkalpa-sannyāsī, “Que no tiene ningún deseo de obtener algún fruto, porque él ya tiene lo que desea, Kṛṣṇa”. Así que no tiene ningún otro deseo. Sarva-saṅkalpa-sannyāsī yogārūḍhas tadocyate. En ese momento se considera que se encuentra en la etapa perfecta de... (Fin)

Transcripción: Marcela Reo - Argentina